Buenos Aires — Las advertencias surtieron efecto. Apenas siete días después de que la Sociedad Rural de Rosario alertara sobre la situación de los tambos argentinos, el Gobierno anunció la quita de retenciones por 90 días para los productos lácteos, el aumento de 20% la cuota de Impulso Tambero y la extensión del programa hasta el 31 de diciembre.
Todas estas medidas, dadas a conocer este miércoles por el ministro de Economía y candidato a presidente, Sergio Massa, representan una inversión de $10.000 millones por parte del Estado, según informaron fuentes oficiales. A cambio, el Gobierno acordó que el sector congele los precios de los productos por tres meses.
La decisión, explicó Massa, implica que hasta fin de año el Estado recibirá unos $7.200 millones menos en términos de derechos de exportación. Pero además, añadió que se acordó una inversión de $3.573 millones “para sostener funcionando y produciendo a nuestros tambos”.
“Que tengamos acordado un sendero de precios claros para la gente en los próximos 90 días en la góndola es clave”, subrayó el titular del Palacio de Hacienda. Y, al respecto, agregó: “Es clave también que el esfuerzo que hagamos llegue al productor. Porque si bajamos retenciones y el productor no ve una mejora en el precio no habrá servido de nada en términos de los volúmenes”.
Massa especificó que las medidas alcanzarán a toda la cadena láctea de la Argentina. Y recordó que tienen por objetivo reparar los efectos perjudiciales que tuvo la sequía en la estructura de costos de los productores.
En tanto, el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Juan José Bahillo, reafirmó “el compromiso de continuar acompañando a los productores porque los problemas no se solucionan con la primera lluvia”.
La advertencia del sector
Las medidas de alivio llegan apenas una semana después de que la Sociedad Rural de Rosario advirtiera que los tambos argentinos se encuentran “técnicamente en quiebra”.
“Producto de la irracional política de lechería estamos extinguiendo a los pocos tambos medianos que van quedando, fuentes de trabajo familiar clásica. Porque los tambos chicos son un recuerdo del pasado”, habían alertado a través de un comunicado titulado “¿Leche o petróleo?”
Entre las críticas, desde el sector habían apuntado contra algunas de las últimas medidas oficiales, como los Programas de Incremento Exportador (conocidos como “dólar soja”), que incrementaron el costo de la alimentación del ganado en un contexto en el que los precios de la materia prima no acompañaron esa tendencia.
