Buenos Aires — Rolando Figueroa es el gobernador de la provincia de Neuquén, en cuyo suelo se encuentra la roca de Vaca Muerta, que a través del fracking ya explica cerca de la mitad del petróleo y gas que se produce en Argentina.
Figueroa proyecta que Neuquén producirá un 1.200.000 barriles diarios de petróleo para 2028 y duplicará su producción de gas para 2030 y que esto le permitirá al país contar con otra pampa húmeda (en referencia al sector agroexportador) con exportaciones que alcancen los US$20.000 millones.
Para eso es necesario ordenar la macroeconomía, dijo en una entrevista a Bloomberg Línea, tras participar del IEFA Latam Forum. En segundo lugar avanzar con los cambios propuestos por el Gobierno para el sector en el marco de la Ley de Bases, aunque anticipó que aún discutirán cambios en el texto.
Según el gobernador, la ya probada calidad de la roca de Vaca Muerta permite que el sector privado tome la posta en la construcción de infraestructura necesaria para exportar más hidrocarburos, tanto con oleoductos que transporten petróleo hacia el océano atlántico como con gasoductos que aumenten las ventas a Chile y también expandir las redes hacia Brasil, Uruguay y Paraguay.
¿Qué se necesita para que Neuquén alcance los 1.200.000 barriles de petróleo en 2028 y duplique su producción de gas en 2030?
Primero se necesita ordenar la macro de una vez por todas. La macroeconomía ha impactado desfavorablemente en cualquier posibilidad de monetizar el desarrollo de nuestra cuenca. Entonces, primero ordenar la macro. Además, promover las grandes inversiones. Si uno ordena la macro, atrae inversiones, tiene que atraer las grandes inversiones para poder monetizar en esta corta ventana de tiempo lo que tenemos en nuestro subsuelo.
¿Los cambios propuestos por el Gobierno a la Ley de hidrocarburos y el Régimen de Grandes Inversiones (RIGI) ayudan a promover inversiones?
Es muy importante la parte de hidrocarburos, en donde hemos trabajado mucho. Gran parte de la ley que se pretendía aprobar anteriormente fue hecha por nuestro equipo de trabajo. Después fue convalidado por todos los gobernadores de la Patagonia y después por todos los miembros de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos.
¿Están conformes con lo que dice el texto?
Sí, con algunas modificaciones que seguramente vamos a proponer. Esta semana tengo reuniones al respecto. Pero todo tipo de aporte siempre ha sido en forma de contribuir con la curva de aprendizaje que hemos tenido en Neuquén. Y ha sido bien recibido cada uno de los aportes que hemos dialogado con miembros del equipo técnico del Gobierno Nacional.
Usted mencionó las obras de infraestructura (oleoductos y gasoductos) necesarias para aumentar la producción. Este Gobierno tiene una postura de que las asuma el sector privado. ¿Es posible?
Siempre es bueno poder multiplicar los fondos que tiene el Estado. Muchas veces cuando se toman decisiones del Estado tienen que ver con un determinado momento. Y creo que en determinado momento lo que se tenía muy focalizado era el declino de Bolivia, por un lado. Y por otro lado, se quería sustituir importaciones que claramente son recursos que emigran hacia el exterior, nos desbalancean económicamente y no generan trabajo dentro del país. Entonces creo que por eso, en un determinado momento, el Estado Nacional tomó la decisión de llevar adelante la primera etapa del gasoducto Néstor Kirchner. Ahora bien, ya con una roca probada de primera clase a nivel mundial, creemos que los privados, para poder multiplicar sus ganancias, están haciendo inversiones en el transporte. Por supuesto que no tienen la rentabilidad del upstream, pero sí saben que de alguna forma lo tienen que hacer para poder contribuir en esta rentabilidad.
Vemos que se han involucrado, vemos que YPF está jugando un papel fundamental también. Los ductos que se están construyendo nos van a posibilitar esa capacidad de evacuación de 1.200.000 barriles diarios para el 2028 en el caso del petróleo. Y también todas las inversiones que se proyectan hacer en el gas nos van a llevar a duplicar en el 2030. Falta mucho trabajo también de consensos para poder lograr lo del gas.
¿Y respecto al Gas Natural Licuado (GNL) ?
Vemos que lo de GNL va bien.
¿El RIGI alcanza para promover las plantas de GNL?
Sí, creo que va a acelerar. Pero creo que el trabajo de YPF con Petronas abriendo las puertas a las otras operadoras para que también puedan participar es bueno. Yo creo que también sería bueno analizar la alternativa de donde va el oleoducto Vaca Muerta Sur, sea la misma huella para llevar la posibilidad de un ducto de gas para licuar gas en Río Negro.
¿Y respecto a las exportaciones a países de la región?
Hay que trabajar con el gobierno boliviano para ver cómo exportar gas a Brasil y que pase por Bolivia. A Bolivia le conviene. El tema es que Bolivia pretende, por supuesto, comprar el gas de Vaca Muerta y venderlo a Brasil. Así que, bueno, los tres países se tendrán que sentar y negociar. Nosotros estamos hablando con gente de Brasil por este tema y vamos a llegar a un buen camino. Después queda el camino de Uruguayana y también Paraguay se está interesando en el gas de Vaca Muerta. Tenemos un buen horizonte para todos. Ahora, gobernador.
¿Cómo siguen las negociaciones respecto a las represas hidroeléctricas del Comahue, que han sido prorrogadas una vez más y en la que parece haber desacuerdo entre la mirada de las provincias patagónicas y el Gobierno nacional. Las empresas hidroeléctricas se volvieron a prorrogar 30 días.
Sí, la idea es que estemos todos sentados en la mesa. Cuando uno considera la construcción de un gobierno federal y en donde las provincias son dueños de los recursos naturales y no se sientan en la mesa, falta una pata. Creo que tiene muy buena predisposición Eduardo Rodríguez Chirillo (secretario de Energía) para poder sentarnos todos en la mesa y poder hablar de este tema.
Pero persisten las diferencias.
Existe específicamente un debate sobre las regalías, porque no nos están reconociendo el valor que tienen que tener las regalías hidroeléctricas. El uso del agua claramente es de las provincias, con lo cual ya Río Negro y Neuquén tienen en ambas legislaturas un proyecto para gravar el canón del agua. Específicamente lo que se discute es la caída del agua, de quién es. Es un debate que seguramente va a terminar en la Justicia si no nos ponemos de acuerdo.
Entonces hay probabilidad de que termine la Justicia. Hoy las posiciones no están cerca.
Sí puede estar cerca en distintos sentidos, podemos encontrar un punto de encuentro. Yo lo que veo es que Rodríguez Chirillo tiene una teoría jurídica y nuestros fiscales de Estado tienen otra.