Buenos Aires — El proyecto de Ley de Presupuesto 2025 vuelve a plantear un escenario de confrontación entre Nación y provincias. Tras haber recortado 18,5% las transferencias corrientes en los primeros ocho meses de este año, y luego de que la coparticipación retrocediera 18,7% interanual, el Gobierno Nacional enfrenta una negociación con diputados y senadores que no pareciera tener en vilo a Javier Milei. El Presidente ya dijo que no le preocupa si se aprueba o no.
Ocurre que un eventual fracaso de esa negociación le daría al Ejecutivo mayor discrecionalidad para el manejo del gasto y las partidas presupuestarias. Pero en diálogo con Bloomberg Línea, el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, se refirió al asunto y marcó su posición. Subrayó que la aprobación del Presupuesto es crucial para que las provincias puedan tener orden fiscal. “Si uno no tiene orden fiscal, si uno no tiene ley de Presupuesto, es muy difícil llamar a una empresa del extranjero a que invierta”, dijo.
El Presupuesto 2025 prevé un aumento del 39,2% (ajustadas por inflación) en los fondos dirigidos a provincias y municipios. Las provincias reclaman que se incorporen más recursos a la masa coparticipable: “Hay cuestiones que les corresponden a las provincias y que tienen que venir a las provincias”, agregó, en el marco del 60° Coloquio de IDEA.
¿Qué expectativas tenés para la negociación del presupuesto que está por comenzar?
Nosotros estamos por juntar los ministros de Economía de las provincias del litoral. Vamos a estar trabajando el martes que viene en Buenos Aires para tener una mirada común respecto del presupuesto. Hay cuestiones que les corresponden a las provincias y que tienen que venir a las provincias. Porque son leyes que justamente se crearon. Por ejemplo, la Ley del Cheque donde necesitamos tener una compensación. Están mandando el 100% de impuesto al cheque a la caja de jubilaciones, a la ANSeS concretamente. Y a las provincias que no transferimos las cajas nos viene absolutamente nada. Tenemos que discutir este tipo de cuestiones.
Y respecto a lo que aparece en el presupuesto, ¿ustedes ven ese ajuste que se les pide?
No tenemos reflejo presupuestario de lo que se comprometió la Nación en obras públicas que se iba a hacer cargo. Nosotros nos hicimos cargo de las responsabilidades nacionales. Y ahora tienen que transferir los recursos. Y no está claro cuánto es eso. No está claro ni cuánto es, ni dónde es, ni cómo es de lo que ellos se hicieron cargo. Es decir, nosotros nos hacemos cargo de parte de la responsabilidad con acuerdo firmado y la Nación no refleja presupuestariamente para el año que viene que van a continuar las obras que se comprometieron a continuar.
Respecto a la coparticipación, ¿qué discusión se está dando?
Comenzar a ver cuáles son los repartos de la coparticipación primaria para que nosotros metamos en ese reparto la mayor cantidad de recursos posible como manda la ley, que va a ser el gran tironeo que va a existir en la Cámara de Diputados como primera instancia de aprobación de presupuestos.
¿Un ejemplo concreto?
Porcentual. Porcentual de impuestos, qué vamos a hacer, si va a haber bajas, si no va a haber bajas, qué es lo que vamos a incorporar, cuánto.
¿La idea es incorporar un impuesto a la masa coparticipable?
Que ingresen la mayor cantidad de recursos y que no haya discrecionalidad en el manejo de los recursos. Si hay recaudación, que también tenga mayor masa coparticipable para que las provincias puedan cumplir con sus funciones.
¿Qué pasa si no se aprueba el presupuesto?
Vamos a trabajar y después vamos a ver los supuestos. Si nosotros trabajamos con supuestos, va a ser muy difícil que nosotros tengamos una aprobación presupuestaria. Es necesaria porque nosotros tenemos que tener orden fiscal. Si uno no tiene orden fiscal, si uno no tiene ley de presupuesto, es muy difícil llamar a una empresa del extranjero a que invierta. La plata no es del Gobierno, la plata es de todos los argentinos y tenemos que tener una ley que ordene y que garantice todo el sistema económico-financiero de la Argentina.
¿Cuál es su mirada de cómo resuelve políticamente el gobierno los conflictos, cómo fue la discusión por la fórmula jubilatoria o los fondos a las universidades?
Lo resuelve legalmente. Hay que ver si tiene legitimidad para resolver los conflictos de esa manera. Una victoria a lo pirro (pírrica) muchas veces no es victoria. No tiene que ver muchas veces con un triunfo. Puede ser parte del fracaso de la negociación en la Argentina, digo, de partidos políticos de espacios y miradas comunes.
¿Qué pasa con el radicalismo en miras al 2025, después de unas semanas convulsionadas por la interna bonaerense y los diputados que votaron en contra de la insistencia del veto?
El radicalismo siempre tuvo internas convulsionadas. Nos encantan las internas. Lo que pasa es que después cuando el radicalismo comienza a conversar, tiene que conversar, como decidimos con la transición, en la que (Martín) Lousteau fue un claro ganador a nivel nacional y es el presidente de los radicales. Por supuesto que hay matices. Lo que pasa es que tiene que haber cordura.
A veces la mirada del presidente del partido parece no representar la de los gobernadores.
Y muchas veces sí. En el caso ese que usted se refiere, estaba todo el radicalismo de un lado y el presidente del otro. Pero el radicalismo se mueve como bloque en líneas generales. Creo que fue peor la situación anterior en donde teníamos un radicalismo dividido en dos bloques prácticamente iguales. Lo importante es que no pasa solamente por la votación del Congreso sino por la unidad del radicalismo. La unidad del radicalismo pasa por una mirada común que tenemos los cinco gobernadores radicales respecto de la Argentina. Y eso es importante. Es algo que nunca se habla, pero que nosotros los cinco gobernadores estamos consolidados trabajando juntos para construir una nueva Argentina.
