Buenos Aires — El directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó este jueves la octava revisión del acuerdo con Argentina y aprobó un desembolso por US$800 millones para fortalecer las reservas del Banco Central.
En el comunicado, desde el organismo multilateral señalaron que “para mantener el progreso es necesario mejorar la calidad del ajuste fiscal, dar los primeros pasos hacia un marco mejorado de política monetaria y cambiaria, y aplicar reformas para desbloquear el crecimiento, el empleo formal y la inversión”.
Este viernes, y al margen de la cumbre del G-7 que se realiza en Italia, el presidente Javier Milei se reunirá con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.
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Metas cumplidas
Según el Fondo, “el programa estaba firmemente encaminado, con todos los criterios cuantitativos de rendimiento hasta finales de marzo de 2024 cumplidos con márgenes”.
En esa línea, el Directorio aprobó exenciones de incumplimiento para una nueva restricción cambiaria y múltiples prácticas cambiarias en el contexto de cierta flexibilización de las restricciones al pago de dividendos.
Cambio de meta de reservas y qué dijo el Gobierno sobre la salida del cepo
Tras conocerse la aprobación de la octava revisión del programa, el equipo económico del Gobierno celebró el ingreso de 600 millones de Derechos Especiales de Giro (DEG), equivalentes a alrededor de US$790 millones, ya que se trata de un monto que supera la próxima amortización al FMI de aproximadamente US$645 millones a pagarse en julio.
A partir de ese pago y durante los próximos dos años (hasta septiembre de 2026) Argentina no enfrenta más vencimientos de amortización principal con el FMI, recordó un comunicado conjunto del Ministerio de Economía y el Banco Central.
Por otro lado, el Gobierno se comprometió a elevar la meta de acumulación de reservas del segundo trimestre del año en unos US$1.700 millones, aunque no modificará la meta para el año.
El Gobierno precisó que el BCRA acumuló US$9.000 millones de Reservas Internacionales Netas (RIN) al 31 de marzo a precios de programa, superando al target de US$6.000 millones acordado para ese lapso. En los meses posteriores y hasta este jueves, agregó el mencionado comunicado oficial, esa acumulación de reservas alcanzó los US$11.300 millones, monto que próximamente será engrosado por el desembolso de US$790 millones aprobado.
Ante ese “sobrecumplimiento holgado” y “en vista de que el nivel actual de acumulación de reservas ya excede el previsto en el programa para todo el segundo trimestre”, cuya meta original establecía un piso de US$9.200 millones al 30 de junio, “se acordó elevar la meta del segundo trimestre”. Así el nuevo piso de acumulación del trimestre será de US$10.900 millones, “sin afectar la meta anual original”, que se mantiene en US$9.700 al 31 de diciembre de 2024.
Dado el marco normativo para el pago de importaciones y la estacionalidad del comercio exterior, la octava revisión del programa mantiene una senda descendente en la acumulación de RIN durante el tercer trimestre del año. El nuevo nivel, aumentado en la presente revisión, para el tercer trimestre del año quedó en US$8.700 millones, previo a la recuperación posterior prevista para el último trimestre de 2024.
Salida del cepo
Respecto de la eliminación de controles cambiarios, el Gobierno informó que “el BCRA contempla avanzar en la liberación de controles cambiarios y en una mayor flexibilidad cambiaria” aunque agregó también que no asumirá “compromisos de fechas o medidas específicas”.
El proceso para la eliminación del cepo, señaló el comunicado, “lo definirán las propias autoridades de Argentina” y se dará “siempre y cuando estas medidas no impliquen riesgos excesivos para el proceso de reducción de la inflación y fortalecimiento de su hoja de balance, tal como se refleja en el Acuerdo”.
Equilibrio fiscal y torniquete monetario
El Gobierno destacó, además, su “férreo compromiso” con la implementación inmediata del ancla fiscal. A juicio del propio equipo económico, eso “resultó clave para la estabilización macroeconómica”.
El equilibrio financiero “ha eliminado la necesidad crónica de financiamiento del déficit fiscal vía el endeudamiento neto del Tesoro o la emisión monetaria. El objetivo de equilibrio financiero contemplado en el Acuerdo se alcanzó en tiempo récord”, señaló el texto oficial.
Partiendo de un déficit financiero de 4,6% del PIB en 2023, expresó el Gobierno, en el primer cuatrimestre del año el superávit primario ascendió a 0,7% del PIB y el financiero a 0,2% del PIB. “Este resultado se alcanzó con una combinación de recorte permanente de gastos y suba transitoria de impuestos. El gasto primario se redujo 32% i.a. en términos reales, con bajas de 85% i.a. en gastos de capital, 76% i.a. en transferencias corrientes discrecionales a provincias y 43% i.a. en otros gastos corrientes”, detalló.
Sin embargo, para el segundo semestre el Gobierno espera “iniciar una reducción significativa en los impuestos más distorsivos, comenzando por el Impuesto PAIS una vez promulgada la Ley Bases”. Para entonces, el oficialismo espera que la economía se encuentre “retomando el crecimiento” y se vea “el efecto pleno sobre las cuentas fiscales de los cambios en las tarifas de energía, la actualización en el impuesto a los combustibles y la reducción en los gastos de funcionamiento”.
En lo que respecta al financiamiento monetario, el equipo económico expresó que dada la “estricta disciplina fiscal” aplicada, “el BCRA pudo implementar un giro radical en el manejo de la política monetaria”.
Sobre ese punto, recordó que mientras en los 12 meses previos al cambio de gestión “el BCRA había financiado, de manera directa e indirecta, al Tesoro en ARS$50 billones (a precios de junio 2024), estos flujos fueron revertidos”.
Al finalizar el primer trimestre, añadió el Gobierno, el financiamiento monetario neto del BCRA al Tesoro arrojó un saldo de -ARS$2,1 billones corrientes, sobrecumpliendo la meta trimestral que contemplaba un límite en $0″.
“Este saldo representa una fuente de contracción en la cantidad de pesos en circulación, contribuyendo de esta manera al saneamiento del balance del BCRA”, señaló el equipo económico. “Sin embargo, no refleja el impacto monetario total de las operaciones del Tesoro. A la fecha, la meta de financiamiento monetario neto al Tesoro continúa en terreno negativo (-$82 mil millones corrientes) y el impacto monetario contractivo de la operatoria del Tesoro arroja una absorción total de pesos por parte del BCRA muy superior, $17 billones, contribuyendo al proceso desinflacionario”.