Buenos Aires — El objetivo principal del Gobierno argentino en las futuras negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) será el de lograr el refinanciamiento de los vencimientos de la deuda con el organismo, según afirmaron este martes fuentes oficiales a Bloomberg Línea.
En cambio, y tal como ratificaron en el Presupuesto 2025, por el momento las autoridades argentinas no prevén el ingreso de fondos frescos del organismo como parte de un nuevo programa.
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Si bien las conversaciones aún no han comenzado, se espera que se enfoquen específicamente en aliviar la presión sobre los compromisos de pago, que se acrecientan significativamente a partir del 2026. Está previsto que el diálogo entre las partes comience en las próximas semanas, según las mismas fuentes, que pidieron reserva.
Mientras las reservas internacionales netas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) no logran salir del rojo —podrían descender al entorno de los -6.800 millones de dólares para fines de octubre, según las proyecciones de la consultora EcoGo—, el ministro de Economía, Luis Caputo, apunta así a estirar los plazos de las obligaciones con el FMI para despejar el perfil de vencimientos en el corto plazo.
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Sin embargo, las fuentes no contaban con información respecto al margen de tiempo que el organismo estaría dispuesto a tolerar para postergar esos compromisos.
De acuerdo al programa vigente entre Argentina y el FMI, el país enfrenta los siguientes vencimientos:
- 2025: US$2.793 millones.
- 2026: US$4.062 millones.
- 2027: US$6.916 millones.
- 2028: US$8.164 millones.
- 2029: US$7.682 millones.
- 2030: US$7.203 millones.
- 2031: US$6.724 millones.
- 2032: US$5.242 millones.
- 2033: US$1.852 millones.
Bloomberg Línea consultó al FMI respecto a los objetivos del propio organismo de cara a las negociaciones con Argentina, pero no obtuvo respuesta.
En el horizonte de los compromisos de deuda en moneda dura de Argentina también aparecen pagos por US$7.619 millones a acreedores privados en 2025, cifra que irá creciendo entre el 2026 y el 2028, y que solo comenzaría a despejarse a partir del 2032-2033.
El Gobierno de Javier Milei enfrenta así un escenario complejo en materia financiera, con reservas internacionales netas hoy terreno negativo, alrededor de los US$4.000 millones.
A pesar de la mejora desde los US$11.000 millones negativos que dejó la administración anterior, la situación sigue siendo crítica. En este contexto, el refinanciamiento de la deuda con el FMI, que asciende a unos US$45.000 millones, aparece como una prioridad central para evitar un default a mediano plazo.
Ante la consulta de este medio, Salvador Vitelli, jefe de research de Romano Group, consideró que si bien no es “hiper necesario” refinanciar con el FMI en este momento, dado que “el vencimiento de capital recién empieza en 2026 y los vencimientos más contundentes se darán en 2027″, sí sería aconsejable renegociar algunos aspectos del acuerdo vigente.
“Es necesario intentar reestructurar estos pasivos, renegociar con el Fondo algún desembolso que permita cumplir con los vencimientos actuales y lograr una estructura de pagos más benigna”, señaló Vitelli.
En cuanto a la urgencia de un nuevo acuerdo, el analista consideró que no es “de demasiada premura” como lo es el acceso a los mercados. “El FMI no va a prestarte para mantenerte con este tipo de cambio, es decir, interviniendo en las cotizaciones financieras. Pero sí sería beneficioso reestructurar la deuda para mejorar el perfil de riesgo país”, agregó.
Vitelli también subrayó que, aunque los vencimientos “no son inmanejables” por ahora, reestructurarlos ayudaría a “mejorar el acceso al mercado y reducir el riesgo crediticio”. Según un informe que su equipo elaboró recientemente, “hoy Argentina tiene el 50% de su deuda con organismos internacionales”. Por lo tanto, refinanciar esos pasivos sería “beneficioso para el país”.
Un presupuesto que marca la línea
El nuevo enfoque del gobierno argentino quedó expuesto en el proyecto de ley para el Presupuesto 2025, presentado este domingo. En el anexo del documento, el Ejecutivo dejó claro que no espera recibir nuevos fondos del FMI en el corto plazo. “Con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Club de París se continuarán cancelando los pagos según el calendario previsto y no se prevé ningún ingreso de fondos”, señaló el texto.
Este planteo sorprendió a varios analistas que esperaban que el Gobierno de Milei buscara nuevos desembolsos del organismo multilateral como parte de las negociaciones para aliviar la presión sobre las reservas internacionales. Sin embargo, el Ejecutivo sostuvo que su intención es cumplir sus compromisos sin nuevos aportes del FMI.