Buenos Aires — El Gobierno de Javier Milei completó la semana pasada la eliminación de retenciones a las exportaciones de productos agroindustriales regionales al quitar los últimos gravámenes que persistían en algunos sectores, luego de que otras cadenas, como la vitivinícol,a ya hubieran sido beneficiadas con tasa cero desde principios de 2024.
La medida, que entrará en vigencia en febrero, beneficiará principalmente a los sectores de algodón, arroz, azúcar, tabaco y algunas bebidas alcohólicas, en línea con la promesa del gobierno de reducir la presión impositiva mientras mantiene el equilibrio fiscal.
En el caso de las economías regionales y sus exportaciones, el grueso de el impacto de eliminar las retenciones por parte del Gobierno tendrá escaso impacto en las cuentas públicas.
“Estimamos que la reducción de los impuestos a las exportaciones de cultivos claves resultará en un impacto de -0,18% del PBI, mientras que la eliminación de los impuestos a las exportaciones de cultivos menores y productos regionales tendría un efecto fiscal insignificante”, escribieron desde el broker Adcap el viernes.
“Vamos a seguir bajando impuestos, pero sin comprometer nunca el orden macroeconómico porque es lo más importante para los argentinos y los sectores productivos”, dijo el ministro de Economía, Luis Caputo, en un comunicado.
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Los cambios principales para las economías regionales
Entre los cambios más significativos, los residuos y subproductos del algodón sin cardar, que antes pagaban hasta un 12% de retenciones, quedarán exentos, según pudo averiguar este medio a través de fuentes del Gobierno, que pidieron reserva. El arroz con cáscara y sus derivados, que tributaban hasta 4,5%, también se beneficiarán con tasa cero.
La industria alimenticia verá una reducción similar, con la eliminación del gravamen del 4,5% que pesaba sobre las exportaciones de pastas, panificados y galletas. El sector forestal también se beneficiará con la exención para productos como taninos, leña y rollizos.
Sin embargo, analistas de PGK Consultores advirtieron que la mera reducción impositiva podría ser insuficiente para mejorar la rentabilidad del sector. Si el alcance de esta medida termina en esto, sería equivalente a pensar que la ganancia de los productores se produce por no pagar impuestos, lo cual no mejoraría la situación para el campo, señalaron en un informe.
Los sectores beneficiados por la medida del Gobierno
El impacto más significativo se observa en sectores como el de algodón, dado que productos como residuos, subproductos y algodón sin cardar, que antes enfrentaban alícuotas de hasta el 12%, ahora estarán exentos.
Una situación similar se presenta para el arroz. Por ejemplo, las exportaciones de arroz con cáscara y productos derivados, anteriormente gravadas con tasas de hasta el 4,5%, también pasarán a cero.
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En tanto, preparaciones alimenticias es otro de los segmentos beneficiados. Pastas, panificados y galletas, todos con una alícuota previa del 4,5%, ahora quedarán libres de derechos de exportación.
Otro será el de forestoindustria, dado que productos como taninos, leña y rollizos también se incluyen en esta exención.
La mirada del mercado
Aunque el efecto de la eliminación de la carga tributaria para las exportaciones regionales será mínimo, el Grupo IEB sí resaltó un impacto significativo de la “baja temporal de retenciones” a grandes cultivos como la soja y el maíz, que tendría un costo fiscal del 0,13% del PBI”.
“Más allá del beneficio que genera para el sector, dado que mejora su tipo de cambio neto de retenciones, destacamos la señal que envía al mercado”. “El gobierno marca una hoja de ruta y la cumple, consolidando credibilidad y mejorando las expectativas”, manifestó.
Por su parte, Federico Fillipini, Chief Economist de Adcap Grupo Financiero, consideró: “A la luz de los anuncios en torno a los impuestos a las exportaciones, creemos que el entorno del mercado cambiario mejoró significativamente, ya que la mayor acumulación esperada de reservas debería favorecer una compresión de la brecha del dólar”.
De esa manera, puntualizó: “Estimamos un alza promedio del mercado a través de los bonos elegibles de 0,8% en el corto plazo, con una mayor alza en el mediano plazo tras una -ahora más probable- compresión de la brecha cambiaria”.
El costo fiscal de la baja y quita de retenciones
El Instituto Argentino de Análisis Fiscal evaluó que “dada la reciente decisión del Gobierno nacional de reducir temporalmente ciertos derechos de exportación (retenciones) y de eliminar otros de manera permanente, resulta importante analizar en un contexto de equilibrio fiscal la relación entre esta reducción de recaudación y distintas variables fiscales”.
“En función de la información disponible, la reducción temporal de las retenciones [soja y maíz, principalmente] implicaría un costo fiscal del orden de 0,13% del PBI. Debido a que es poco probable que el costo fiscal se financie con una sola vía, resulta importante cuantificar el esfuerzo que significaría el uso de fuentes alternativas”, evaluó.
De ese modo, remarcó: “Si se considera el resultado fiscal de 2024, se tiene una equivalencia del 42%. En relación a los ingresos no coparticipables (exclusivos de Nación), la relación es de 1,4%”.
“Respecto a los ingresos tributarios (coparticipables y no coparticipables) que van a la Nación, la relación es del 0,8%. Por otro lado, en términos del gasto público, el costo fiscal de la reducción temporal de retenciones en relación al gasto primario es del 0,8%, en relación al gasto en subsidios a la energía es del 11,5%, en relación al déficit operativo de empresas públicas es del 29%, en relación a la inversión real directa es del 33% y, en relación a las transferencias no automáticas totales a provincias y CABA, la relación es del 47%”, calculó.
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