¿Es necesario dolarizar la Argentina? Esto piensa Diana Mondino, precandidata de Milei

En una entrevista con Bloomberg Línea, la economista y precandidata a diputada consideró que La Libertad Avanza es el “único espacio que trata de crear conciencia” sobre el riesgo que representan las Leliq

Foto: Maria Amasanti/Bloomberg
21 de junio, 2023 | 03:00 AM

Buenos Aires — Tras una extensa trayectoria en el sector privado, con pasos por Standard & Poor’s, y los directorios de grandes empresas como Pampa Energía, Loma Negra y Banco Roela, Diana Mondino recientemente tomó la decisión de sumarse a las filas del candidato libertario a la presidencia, Javier Milei.

La flamante precandidata a diputada por la Ciudad de Buenos Aires de La Libertad Avanza y economista por la Universidad Nacional de Córdoba comparte gran parte de la visión económica de Milei, pero evidencia una impronta diferente a la del líder de su partido. Por lo pronto, no descarta la posibilidad de que los argentinos vuelvan a confiar en el peso.

No es que [la Argentina] sí o sí necesita una dolarización”, sino que sería la mejor opción para “evitar que volvamos a caer en un descontrol fiscal”, argumenta. En ese sentido, “si los argentinos tenemos confianza en que no vamos a volver a caer en eso, no es necesario [dolarizar]”, agrega.

¿Qué piensa Diana Mondino sobre el regimen especial de Tierra del Fuego, el potencial de la minería y el control estatal en YPF?

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Diana Mondino, economista argentina y precandidata a diputada por La Libertad Avanza en la Ciudad de Buenos Aires.

La siguiente conversación fue editada por motivos de extensión y claridad.

En tu LinkedIn figura que sos directora en Bodegas Bianchi y Loma Negra ¿Qué va a pasar con esos roles?

Ya en Loma Negra, en la asamblea pasada, no renové mandato. En Banco Roel he renunciado a la presidencia y al directorio. En LIDE he renunciado al comité en el que estaba, en el Banco de Alimentos, también, en la red de Banco de Alimentos también, y en Bodegas Bianchi estamos esperando la próxima asamblea que va a ser ahora en muy poco tiempo. Tengo otra que es una alimenticia pequeña, exportadora, en donde también estamos en un proyecto muy grande, muy ambicioso, muy creativo, y la verdad que no hay mucha gente que pueda estar trabajando en eso, así que por un rato más voy a seguir allí. Aclaro que no hay ningún tipo de incompatibilidad en ninguno, ni siquiera aunque estuviera electa. Ni siquiera están presentadas las listas ante la justicia electoral o el tribunal que corresponda. Lo estoy haciendo porque espero poder dedicarme con alma y vida y, bueno, no me va a dar el tiempo para poder hacer otras actividades.

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¿Por qué decís que no habría un conflicto de intereses con estos roles?

¿Por qué habría de haberlo? Te pondría al revés. Tenemos el caso de varios diputados en Argentina que tienen clarísimas responsabilidades en sus respectivas empresas. Yo lo estoy haciendo porque tal vez sea un exceso de responsabilidad, de preocupación del tiempo que me va a llevar, pero si no puede haber vasos comunicantes entre el sector público y privado, mantendríamos una separación en los en los intereses y en la identificación de prioridades que realmente no podría nunca llevar al país a buen puerto. En Brasil, sin ir mucho más lejos, en el Congreso hay representación por sectores. Mi caso es bastante particular, porque soy muy cuidadosa. Por eso estoy retirándome.

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¿Cuáles fueron los principales dos o tres puntos de las propuestas de Javier Milei que más te atrajeron a su espacio?

Yo creo en las ideas de la libertad, que lo las resumo como algo mucho más simple: ideas del sentido común. Y total libertad para analizar los temas, y en donde no hay que tener necesariamente un voto partidario. Por otra parte, yo estoy absolutamente seguro que los miembros que conozco hasta ahora estaríamos de acuerdo en prácticamente todo. Pero no hay esa linealidad que en otros partidos se exige.

Paros generales de la CGT desde 1983: Alfonsin 13; Menem 8; De la Rúa 8; Macri 5 y los gobiernos kirchneristas en su conjunto, 6. ¿Por qué creés que habría gobernabilidad en una presidencia de Milei, teniendo en cuenta la magnitud de las reformas que él propone?

Si las reformas son apropiadas y van generando oportunidades de trabajo, ¿por qué habría de haber críticas o quejas? En general son propuestas donde el costo no lo asume de ninguna manera los que trabajamos, sino que sería quita de prevendas o privilegios que no deberían corresponder. Así que me sorprendería que hubiera quejas ante las cosas que están hechas en teoría, en concepto y de corazón, para favorecer a la mayor cantidad de personas posible.

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Macri en su momento propuso una reforma jubilatoria que, en principio, llevaba a ajustes de haberes superiores a los que se venían dando, y eso generó protestas muy fuertes.

La gente no alcanzó a entender eso, no se le explicó suficientemente y estas cosas son organizadas. A ver, la pregunta tuya fue si va a haber elementos como este, desmanes organizados, por supuesto que no tengo forma de saber si eso va a ocurrir o no. Pero sepamos que no son genuinos. Sepamos que no es el sentimiento de la población. Francamente las políticas que se proponen dudo mucho que tengan algún tipo de rechazo espontáneo. Al contrario, van a ser abrazadas con fervor.

Si el Congreso no aprueba la dolarización que proponen, y tampoco consiguen apoyo en una consulta popular, Milei propone un “plan motosierra” para el gasto público. ¿Considerás que eso sería políticamente factible?

En realidad es al revés. Primero tenés que recortar el gasto público, dejar que el Estado deje de regular absolutamente todas las actividades, eliminar el déficit fiscal y después eventualmente se haría una dolarización. Primero tenés que modernizar la economía, insertarte en el mundo, flexibilizar la economía y ahí naturalmente se podría dar una dolarización. No es que: “Ah, si no me dejan hacer la dolarización entonces recorto el gasto”. Todo lo contrario, el gasto se recorta en lo posible desde el día uno. Y se va a recortar de todas maneras porque no hay forma de pagarlo. Argentina tiene un déficit monumental. Quienes estén en el gobierno en ese momento tendrán que decidir qué cosas son imprescindibles y se mantienen y qué cosas no son imprescindibles o son hasta contraproducentes y se puedan reducir o eliminar.

Países como Perú, Uruguay y Chile han tenido descontroles inflacionarios, de déficit, y gran parte de lo que lo que vivimos acá, pero a lo largo de los últimos 30 años han enderezado el rumbo con su propia moneda. ¿Qué hace tan particular a la Argentina que sí o sí necesita una dolarización?

No es que sí o sí necesita una dolarización. Argentina no ha tenido prudencia fiscal, salvo muy contados momentos en los últimos 70 años. Los otros países tuvieron algún tipo de descontrol, no tan grave como el nuestro, retrocedieron y nunca más volvieron a caer en esa enfermedad. En cambio, Argentina sí ha tenido descontrol fiscal durante muchísimo tiempo y cuando se hace el esfuerzo de intentar a reducirlo, que obviamente nunca es agradable, enseguida volvieron a caer en esta situación. La dolarización sería necesaria para evitar que volvamos a caer en un descontrol fiscal. El tema que en Argentina el acuerdo se considera que es darle todo a todos. Cada uno que quiere algo se gasta, en vez de decir, bueno, miren, no, para todos no alcanza, elijamos. Cosa que en otros países sí hacen, en donde la labor parlamentaria tiene mucho que ver, en donde el presupuesto se discute intensamente y en cambio acá es todo lo que alguien quiera se lo pone en el presupuesto y Dios dirá cómo se paga.

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Si en el camino previo se logra reducir el déficit, se hacen todos los deberes que hay hacer para llegar a una dolarización, el peso se fortalece, y se crea cierta confianza en la moneda. ¿Es necesario pasar una dolarización?

Si los argentinos tenemos confianza en que no vamos a volver a caer en eso, no es necesario. Si no tenemos confianza en que, ante un cambio de Gobierno o alguna circunstancia X, se vuelva a caer, es una solución drástica, pero eficaz. Argentina es persistente e insistente en sus déficits. Voy a exagerar mucho. Alemania tuvo una hiperinflación muy fuerte en los años 30. Todas las medidas que toman están siempre considerando eso a pesar de que han transcurrido prácticamente 90 años. En Argentina tenemos experiencias muchísimo más recientes y se vuelve a caer en lo mismo. Otro ejemplo muchísimo más grave, más inmediato: Argentina varias veces ha eliminado el ahorro. Se hizo en Alfonsín con el ahorro forzoso, en el ‘89 con el Plan Bonex, en el ‘02 con la pesificación de los depósitos. Y ahora tenemos las Leliq, que es lo mismo. O sea, Argentina vuelve a caer. En tres años hemos generado dos veces y media la base monetaria con esta deuda del Banco Central, que es con los argentinos. Ese es el ahorro tuyo, mío o de las empresas. Para mí esas cosas son absolutamente terribles, inadmisibles.

Si se sostiene la dinámica actual, en la que se emite una gran cantidad de pesos por mes solamente para hacer frente a los intereses de las Leliq, ¿cuánto puede perjudicar a su plan de estabilización?

Absolutamente, perjudica todo. Planes de estabilización, de crecimiento, desarrollo de las personas y las empresas, la posibilidad de hacer cualquier cosa. Vos pensá que de acá a diciembre simplemente con la tasa de interés actual vamos a ver duplicada la deuda, en menos de seis meses. Entonces, claro que perjudica cualquier cosa, por supuesto. Por eso nadie quiere hablar de eso. Somos el único espacio que trata de crear conciencia de que tenemos que hacer algo para que no haya que volver a afectar el ahorro de los argentinos.

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¿Qué pasa con el cepo hasta que puedan dolarizar? Porque por lo que me decís, no van a poder hacerlo en el día uno

Los argentinos nos estamos dolarizando solitos. El que no está dolarizado es el Gobierno, pero un contrato se hace en dólares, los pagos importantes, los ahorros están en gran parte en dólares. Entonces lo que está faltando la estabilidad jurídica por el lado del Gobierno. Obviamente, el cepo también es una medida absolutamente nefasta. El problema es que el Estado Nacional exige que todos los exportadores le entreguen los dólares al Estado Nacional a un precio ficticio, con lo cual, hace que todos los importadores quieran comprar esos dólares a la mitad de lo que deberían costar. Esto genera una distorsión notable. ¿Se puede eliminar el cepo? depende de lo que hagas con el déficit fiscal, una vez más. Si vos querés mantener este nivel de déficit, que cómo se sustenta solo pura y exclusivamente con emisión monetaria, la única forma que tenés de evitar un desbarajuste total es prohibir que la gente pueda usar los pesos que se acaban de imprimir en la forma que más le guste. El cepo es eso. Entonces, si vamos a mantener este nivel de emisión descontrolada, en algún momento no va a haber cepo que aguante.

Parte del déficit son los gastos sociales, y más de la mitad de los argentinos, recibe asistencia social del Estado. ¿Cuán problemático es ese dato para ustedes y qué harían con él?

Es problemático para todos. Espero que no seamos el único partido que se esté preocupando y ocupando de eso. Quiero creer que los demás también están plantándose cómo hacer para que esa gente eventualmente tenga capacidad y posibilidad de trabajar. Hoy por hoy hay que reforzar los planes en su contenido, para que las personas que los que tengan puedan prepararse, y que las empresas que contraten tengan algún incentivo para contratarlas. Hay toneladas de normativas que hay que modificar.

¿Qué harían con las importaciones, y sobre todo en relación a sectores protegidos como los de Tierra del Fuego y el textil, por ejemplo?

Un país necesita exportar e importar. Lo que necesitamos es que haya un sistema estable de aranceles, y la corrupción en la Aduana tendría que desaparecer. Aquellas cosas que no se producen en Argentina, o aunque se produzcan en Argentina, si tienen mejores condiciones en el exterior, debería ser posible que se puedan adquirir. Lo que no puede haber, como hay ahora, es un beneficio para todas las importaciones que se pueden comprar a un tipo de cambio diferencial. Entonces, ¿estamos diciendo que protegemos la industria argentina y al fin y al cabo estás dejando importar a un precio más bajo? ¿En qué quedamos? Hay una inconsistencia fabulosa ahí. En los regímenes especiales, en Tierra del Fuego el Gobierno anterior se había armado un cronograma para irlo eliminando o reduciendo, y se suspendió con este gobierno. Como mínimo hay que volver a ese cronograma y hay que generar fuentes genuinas de trabajo. Si las empresas son eficaces no hay ninguna razón para que dejen de tener la situación en la que están. Lo que no puede ser es que lo paguemos entre todos. Realmente hay fábricas que tienen una capacidad tecnológica muy importante que no van a ser desarmadas. Y tenés otras que son una gran mentira, y esas no van a poder soportar un cambio impositivo.

¿YPF seguiría siendo controlada por el Estado?

Que yo sepa sigue siendo controlada por el Estado. El Estado podrá vender las acciones si lo necesita o lo quiere hacer. Lo que pasa es que hay un error conceptual ahí. Una cosa es la mayoría accionaria y otra cosa es que el Estado te diga qué precio tenés que vender. Una empresa pública debería competir con las demás. En todo caso, como es más grande, como tiene más oportunidades de lograr eficiencias, podría ser una empresa que esté en mejores condiciones que las demás. Pero hasta ahora YPF se ha beneficiado de esa situación, al contrario.

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Pero, ¿vender la participación mayoritaria per se no es algo que vean como necesario?

Yo no lo veo como algo que sea... Si la empresa está trabajando en condiciones de competencia, no me preocupo en lo más mínimo. El tema es cuando no tenés competencia, e insisto, a YPF en muchas cosas se la puede haber favorecido, pero en otras se la perjudicó. Eso para mí es sorprendente. YPF ha estado perjudicada bastante tiempo con la participación estatal diciéndole con quién hacer contratos, qué áreas vender. Ahí puede haber habido algo que tenga mal olor. En ese sentido, el control del Estado debe desaparecer total y completamente, que haya plena libertad del directorio de YPF para tomar sus decisiones como le parezcan más oportunas y dirigidas por gente profesional.

Más allá de levantar el cepo, ¿qué hace falta cambiar en la industria de minería para destapar el potencial, por ejemplo, del cobre?

El cepo claramente perjudica todo porque sobre en minería tienes que hacer gigantescas inversiones de varios miles de millones de dólares antes de sacar un solo centavito. Pero también necesitás infraestructura. El cobre, por ejemplo, es muy volumétrico y muy pesado. Entonces, necesitás muchos camiones y muy buenos caminos, para que puedan circular. Necesitás puertos que estén preparados para recibir ese tipo de material. Tenemos puertos que están preparados para granos, sustancialmente. Necesitas agua, electricidad e internet. Que esas podrían ser todas iniciativas privadas, de la primera a la última. Toda la cordillera carece de infraestructura. Las provincias cobrarían, si se hicieran, regalías

¿En un hipotético primer año de gobierno de Milei, en 2024, qué esperarías en términos de crecimiento de la economía, inflación, etc?

El crecimiento de la economía, creo que ni un mago logra que esto se resucite. Vos pensás que hemos tenido problemas un año y medio para importar insumos, por ejemplo. Entonces, es bastante difícil que esto se recupere. La inflación actúa como una adrenalina. La gente dice, si total no puedo ahorrar, gasto en lo que sea. El cepo que obliga a las empresas a estar haciendo transacciones que a lo mejor no serían las óptimas, las obliga a tener stocks de mercadería sin vender, hay empresas que están comprando departamentos para tener algo para hacer con el dinero. Entonces, va a haber un reajuste importante por el mero hecho de que el gasto público empiece a reducirse. Si podés hacer las dos cosas juntas, de reducir la inflación aunque haya menos actividad económica, es un proceso rápido. Si se intenta reducir la inflación sin afectar la actividad económica, vamos a tardar más en reducir la inflación. Entonces, ahí va a ser un camino bastante difícil de encontrar el término medio. El principal problema que tenemos ahora en Argentina es no afectar el ahorro de los argentinos. Eso es convicción absoluta de este espacio, de La Libertad Avanza. Me encantaría que le preguntas a los demás qué piensan hacer con eso, porque es un tema crítico, crítico.