Buenos Aires — El regreso de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos marca un punto de inflexión en el panorama político, económico y social, tanto en su país como en el resto del mundo. Su enfoque de liderazgo, centrado en políticas como la reducción de impuestos internos y la imposición de aranceles a las importaciones, redefine las reglas del juego para los mercados globales y locales. Ahora, con un nuevo mandato, los inversores argentinos enfrentan el desafío de ajustar sus estrategias a una nueva realidad internacional.
Maximiliano Donzelli, manager de estrategias de Inversión en el broker argentino IOL, destacó: “Es probable que los mercados se centren especialmente en cómo su enfoque pro-negocios [de Donald Trump] se equilibra con los riesgos asociados a los aranceles comerciales, posibles cambios en la inmigración y preocupaciones sobre el déficit fiscal”.
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Según Donzelli, las políticas clave que Trump promovió durante su campaña —como recortes impositivos (incluidos los corporativos), aranceles a las importaciones y desregulación interna— podrían acelerar la inflación en un contexto de crecimiento económico sostenido, y conllevan riesgos considerables.
En tanto, analizó que “los aranceles, concebidos como un impuesto sobre las importaciones, podrían frenar el crecimiento económico, al reducir la demanda”. Además, “es probable que generen un aumento en la inflación a medida que las empresas trasladen estos costos adicionales a los consumidores”, sumó.
“Por otro lado, las políticas pro-crecimiento esperadas de Trump, como recortes impositivos corporativos y desregulación, han impulsado el optimismo empresarial en los últimos meses. No obstante, estas medidas probablemente ampliarán el déficit fiscal”, subrayó Donzelli.
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En qué invertir en Argentina, tras el regreso de Trump
Desde Puente Hnos. evaluaron que ahora “se abre la posibilidad de mejoras parciales en los precios de los bonos, de excelente calidad crediticia, y con plazos menores a cinco años, siendo conveniente asegurar mayores tasas de interés hoy frente a los niveles que podrían exhibir en los próximos meses, con los vencimientos hasta tres años siendo la opción más apropiada para inversores conservadores”.
En tanto, Donzelli puntualizó: “Vemos oportuno aumentar la exposición en empresas de mediana y pequeña capitalización, que actualmente cotizan a un descuento histórico en comparación con las de gran capitalización y que deberían beneficiarse de futuros recortes de tasas”, y manifestó que una alternativa es el ETF del Russell 2000.
Además, remarcó: “Nos gusta el sector financiero estadounidense, ya que se espera que los bancos se beneficien de una mayor desregulación. En sus recientes presentaciones de resultados, han dado un panorama optimista respecto a la estabilidad en el margen de interés neto (NIM) en 2025 y una mayor actividad en el segmento de mercado de capitales”. Por ello, señaló como aternativas al ETF del sector financiero y Goldman Sachs.
“Para aquellas personas que posean una cuenta activa en Estados Unidos, también recomendamos aumentar la exposición en renta fija norteamericana”, aseguró.
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De ese modo, destacó: “Consideramos que la reciente suba en los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE.UU. brinda una oportunidad atractiva para asegurarse rendimientos cercanos al 5% en dólares a largo plazo, con el riesgo casi nulo que ofrece el Tesoro estadounidense”. “La subida en dichos rendimientos se explica por la creciente preocupación respecto a un nuevo salto inflacionario y la situación del déficit, aunque creemos que estas preocupaciones son exageradas”, analizó.
Trump y las criptomonedas
Richard Teng, CEO de Binance, afirmó que “se espera que la postura pro-cripto de esta nueva administración de EE.UU. catalice una mayor claridad regulatoria, alentando una participación y demanda más amplia de activos criptográficos por parte de las instituciones financieras tradicionales”.
“Este impulso regulatorio probablemente sentará las bases para que otros países sigan su ejemplo, creando un marco global más cohesivo para las criptomonedas. Aunque tomará tiempo, las circunstancias actuales sugieren que estos desarrollos podrían ocurrir a un ritmo acelerado en 2025″, argumentó.
Además, opinó: “Lo que suceda en EE.UU. será un cambio radical para la industria. Si se cumplen las expectativas de la industria, habrá cambios sísmicos y un cambio en el centro de gravedad en toda la industria de las criptomonedas”.