Buenos Aires — Mientras en Argentina se debate cómo combatir la inflación y cuál será el futuro del peso, la cantidad de dinero en circulación crece. “La emisión monetaria de los últimos tres meses y medio asociada a financiamiento fiscal directo, compra neta de divisas, intereses de los pasivos remunerados y compra de bonos en el mercado secundario, antes de esterilización vía Leliq, tiende a duplicar la base monetaria cada 13 semanas”, analizó un informe de Fundación Mediterránea.
En ese sentido, el reporte sostuvo que a causa de ese fenómeno “se sigue contrayendo la demanda de dinero, haciendo cada vez más pesada la carga del `impuesto inflacionario`”.
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El trabajo elaborado por la fundación que preside Carlos Melconian, referente económico de la candidata presidencial opositora Patricia Bullrich, aseguró que “se necesita un diagnóstico correcto y medidas apropiadas para dejar atrás la estanflación y contener los riesgos inmediatos de la coyuntura”.
“Así, mientras un segmento de la oposición anuncia que está escribiendo el réquiem del peso; el Gobierno, sin explicitarlo, también contribuye a su redacción”, criticó el informe, al señalar que “la emisión monetaria de los últimos tres meses y medio, asociada a financiamiento fiscal directo, compra neta de divisas, intereses de los pasivos remunerados y compra de bonos en el mercado secundario, antes de esterilización vía Leliq, tiende a duplicar la Base Monetaria cada 13 semanas”.
El sondeo evaluó que, si se expresa “el desagregado en puntos del PIB, se tiene que la emisión monetaria de origen fiscal de 2023 se corresponde con 1,3% de Asistencia Directa al Tesoro (Adelantos Transitorios + Utilidades + Otras operaciones); 1,7% para la Compra-venta Títulos Públicos en el Mercado Secundario; y 3%, a la variación del stock de Títulos Públicos elegibles para integrar el encaje bancario”.
Críticas a las medidas oficiales
“El Gobierno intenta avanzar en medidas que buscan compensar, aunque en forma muy desigual y arbitraria, la pérdida de poder adquisitivo originada en la aceleración inflacionaria”, cuestionó y consideró que algunas de ellas son “cortoplacistas y se agotarán a poco de andar”.
“Otras, en cambio, apuntan a introducir nuevas reglas de modo permanente, caso de la reforma del mínimo no imponible de Ganancias, aunque sin contemplar criterios de `equilibrio general`, ya que no se prevé reducción de gastos para su financiamiento”, remarcó.
A su vez, indicó que “hay un hilo conductor, por el cual parte de las medidas están desfinanciando el Presupuesto de 2024, otras producen alteraciones en la relación nación –provincias, que podrían abrir espacio a mayor litigiosidad; a su vez, al tiempo que se intenta reprimir la inflación acentuando controles de precios, del otro lado se la alimenta con políticas monetarias sumamente expansivas”.