Buenos Aires — El ‘Plan Caputo’ enfrenta su primer test en el mercado. El Tesoro afrontará este miércoles la primera licitación de deuda desde el cambio de Gobierno y el nuevo equipo económico se prepara para capturar la montaña de pesos que el Banco Central dejó en la calle. Así, completaría la maniobra de migración que se inició en la última semana para desarmar lo que el presidente Javier Milei calificó como “el problema de las Leliq”.
Con un menú compuesto por el regreso de las Ledes (a 27 días) y dos bonos ajustables por inflación -Boncer a febrero de 2025 y a noviembre de 2026-, la Secretaría de Finanzas buscará captar mucho más que los $95.000 millones de vencimientos. En el mercado creen que apuntará a aspirar el mayor monto posible de los $5 billones que rechazó el BCRA en los últimos días. Además, anticipan que el rendimiento de las Ledes ronde el 15% mensual, aunque podría ser menor dado que la CER de enero -ya con precio fijado- rinde 11,6%.
Por disposición regulatoria, los bancos podrán suscribir Ledes por hasta $2 billones. Dicho límite fue fijado por el Gobierno a través del Decreto de Necesidad y Urgencia 56/2023, publicado el lunes en el Boletín Oficial. Allí se autorizó la emisión de este instrumentos para hacer frente a compromisos de corto plazo contraídos en 2023 y con vencimiento en 2024, pero también se incrementó en $1 billón el límite para deuda con vencimiento superior a los 90 días.
Qué hará el Tesoro con los pesos que migren desde el BCRA
El Banco Central afrontaba ayer vencimientos por algo más de $1 billón en Leliq, que tal como adelantó el lunes, quedaron sin renovar. Se suman a los más de $4 billones que la autoridad monetaria argentina rechazó el jueves pasado, cuando adjudicó $1,03 billones -es decir, el 100% de los vencimientos- de los $5,2 billones que ofertaron los bancos, un prorrateo del 18%.
El Tesoro, coinciden economistas privados, buscará la mayor parte posible de ese monto. El destino de esos pesos, o al menos de una parte, ya fue adelantado por el presidente Javier Milei el fin de semana, cuando a través de redes sociales respondió de manera afirmativa a si el plan para los pasivos remunerados del Banco Central no era que migren hacia bonos de Tesoro y que con esos pesos se cancelen Adelantos Transitorios.
Los Adelantos Transitorios que el Tesoro tiene que cancelarle al BCRA, consignó el economista Salvador Vitelli, de Romano Group, ascienden a 4,1 billones. Representan 1,8% del PBI, mínimos desde 2004, marcó. Sin embargo, al 18 de diciembre -último dato oficial publicado por el BCRA-, el stock de pasivos remunerados ascendía a $27,4 billones de pesos. Dicha cifra, cabe recordar, no contempla el mencionado vencimiento de $1 billón de ayer en Leliq.
Para Sebastián Menescaldi, director de Eco Go, el Tesoro intentará “capturar todo lo posible” para que, en primer lugar, caiga el stock de pases pasivos. “Luego habrá que ver qué hacen con esos pesos, pero pueden reducir la base monetaria, bajar Adelantos Transitorios o bajar deuda indexada”, señala. “Creo que el Tesoro apuntará a captar lo máximo posible. Con una tasa lógica y razonable, no veo ningún problema a que lo haga”, coincidió Juan Ignacio Paolicchi, de Empiria.
En todo caso, agrega, el único problema se daría cuando se acumulen muchos vencimientos de corto plazo y el Tesoro deba rollearlos. “Siempre los paredones y vencimientos complican un poco las cosas, pero si va a estar mostrando superávit eso va a ayudar”, indica.
Dada la diferencia entre la cantidad de pesos colocados en pasivos remunerados y el stock de Adelantos Transitorios que el Tesoro debe cancelar, se mantiene el interrogante respecto de qué hará el Tesoro en caso de capturar el remanente, ya sea en ésta o en próximas licitaciones. Es que en caso de usarlos para financiar el déficit, la maniobra sería monetariamente expansiva, señal que cabría esperar que el nuevo Gobierno busque no enviar.
Menescaldi cree que la gran mayoría de esos pesos que capture el Tesoro se usarán para cancelar deuda o incluso que pueden quedar depositados en la cuenta que tiene en el BCRA, de manera que la maniobra no sea expansiva en términos monetarios. Respecto de la primera posibilidad, recordó que además de los Adelantos Transitorios el BCRA aún tiene $26 billones de títulos públicos en pesos que venía acumulando desde junio de 2022, cuando la entidad que por entonces presidía Miguel Pesce inició sus intervenciones en el mercado secundario.
Paolicchi coincide en que puede depositarlos en la cuenta corriente que tiene el Tesoro en el Banco Central y eso es monetariamente contractivo porque esos pesos vuelven a las arcas del Banco Central. Si, en cambio, quisiera cancelar letras intransferibles, el Tesoro necesitaría dólares para que vuelvan al Central. Esa opción hoy pareciera lucir más lejana.