Buenos Aires — La crisis económica que atraviesa Argentina no afecta a todos por igual. Pero eso no significa que haya quienes queden a salvo. Incluso los sectores más acomodados de la población han visto sus ingresos derretirse al calor de la inflación en los últimos años. Así lo reflejó esta semana el informe de la evolución de la distribución del ingreso del Indec, correspondiente al segundo trimestre de este 2023.
Según mostró el trabajo publicado el jueves por el instituto estadístico, el 10% de mayores ingresos de la población percibe un ingreso mínimo de $280.000 por mes. Eso implica que 90% de los argentinos hoy debe vivir con menos que esa cifra, que equivale a unos US$375 al tipo de cambio paralelo. El ingreso promedio de ese decil de mayores ingresos, en tanto, se ubicó en $424.244, o unos US$570.
En pesos constantes, calculó el economista Salvador Vitelli, de Romano Group, esos $280.000 representan una caída de 33% respecto de los $420.000 del tercer trimestre de 2017.
“Esa caída lo que está reflejando es el fuerte deterioro del poder adquisitivo y además cómo el sistema impositivo empuja a la informalidad. Si el ingreso del decil más rico arranca en $280.000, quiere decir que el 90% de la población está con ingresos menores. O por lo menos ingresos menores declarados, porque sabemos que hay un 50% de la economía en la informalidad y no se ve reflejado eso”, señaló.
Pero más allá de eso, el jefe de research de Romano Group marca que la caída es todavía más pronunciada si se observa la evolución del ingreso mínimo del decil más rico medida al tipo de cambio del dólar contado con liquidación.
“Medida en dólares promedio de cada trimestre, por cómo se ha overshooteado el dólar, nos da un descenso bastante significativo. En el tercer trimestre de 2017, el ingreso mínimo del decil más rico era de US$1.700, mientras que ahora estamos en torno a los US$600 dólares. Esto es una caída del 65% medido en dólares”, marcó.
¿Más desigualdad de ingresos?
Hacia adelante, el panorama no luce alentador. Según marcaron los analistas de la consultora LCG en un reciente informe, la aceleración de la inflación en conjunto con un freno a la actividad están afectando los ingresos de los deciles más bajos, especialmente a aquellos que no se encuentran en condiciones de fijar precios ni cuentan con representatividad gremial.
Así, indicaron desde la firma, las subas salariales parecen ajustarse de forma discrecional en el día a día, lo cual puede repercutir fundamentalmente en el sector informal. “En base a esto, no somos optimistas respecto a una compresión entre los diferenciales de ingresos de los deciles extremos durante el segundo semestre del año”.
La brecha de ingresos per cápita entre el 10% de los hogares de mayores recursos y el 10% de los hogares de menores recursos, detallaron, fue 15,2 veces en el segundo trimestre del año.
