Buenos Aires — En el sector energético coinciden en que el principal factor que derivó en la crisis de abastecimiento de gas en Argentina se debió a una falta de planificación. La crisis que motivó interrupciones de contratos en firme se resolvió con la apresurada llegada del buque con GNL de Petrobras -que no estuvo exento de complicaciones- y el ingreso este viernes de otro buque anteriormente adjudicado, por lo que el suministro de gas empieza a normalizarse en todo el país.
¿Cómo se llegó a la crisis? En el sector asocian que a la falta de planificación se le sumaron también las consecuencias del leitmotiv que resuena en despachos oficiales desde el cambio de gestión. “No hay plata” no es solo un eslogan. También es una política que ha influido en las principales decisiones energéticas.
En marzo, Enarsa adjudicó veinte buques con Gas Natural Licuado (GNL), de los cuales solo tres amarraron en mayo (uno de esos tres no alcanzaba a inyectar el gas este mes).
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Las fuentes consultadas hacen una comparación con mayo de otros años, en los cuales el promedio de adjudicaciones es de entre cinco y seis buques. El año pasado fueron ocho en el barco regasificador de Escobar y cuatro en el barco de Bahía Blanca, que no fue contratado este año.
Sin embargo, en mayo y junio del 2023 no estaba en funciones el gasoducto Néstor Kirchner que aumentó en once millones de metros cúbicos día el transporte de gas desde Vaca Muerta.
Cuando asumió Javier Milei en diciembre pasado, ya se sabía que las plantas compresoras de Tratayen y Salliqueló, que permitirán duplicar la capacidad de transporte del gasoducto no iban a estar terminadas. Para finales de junio se espera que esté la de Tratayen, cuya obra está a cargo de Sacde (del grupo de Marcelo Midlin) y que aumentará la capacidad de transporte en cinco millones de metros cúbicos diarios.
Aun con esa información, en marzo se licitaron veinticuatro buques menos que en 2023. Ante las primeras alarmas encendidas el pasado fin de semana, Enarsa salió a licitar un buque de urgencia sin licitación pública que además demoró la descarga del gas natural licuado. Se trató del Petrobras, que se conectó más tarde de lo previsto y provocó los cortes de suministro.
Enarsa salió entonces a adjudicar ocho buques más para sostener la periodicidad de un buque cada tres días hasta finales de agosto. Y aún con ese cronograma, en el sector sostienen que el sistema “está al límite”, y que se funcionará con lo justo.
Al “no hay plata”, que acompañó la falta de planificación, en el mercado asumen que el Gobierno consideraba que, en caso de necesitar, podían contar con las importaciones de gasoil y fueloil para abastecer a las centrales térmicas (generación de energía eléctrica). Los combustibles son más caros que el GNL, pero su adquisición es más ágil. En el caso del GNL, se suelen contratar con al menos 45 días antes y el proceso de conexión entre los dos barcos (el que trae el GNL y el regasificador amarrado en Escobar), puede tardar entre 20 y 30 horas.
Impacto en la industria
El corte de gas impactó en industrias con contratos en firme, un acuerdo por el cual se paga más por la energía pero se garantiza el suministro sin interrupciones. Fuentes del sector energético aseguran que fue un evento sin antecedentes y que en episodios anteriores como en 2007 o 2014 no se cortó el suministro sino que se negoció disminuir la entrega.
Según pudo averiguar este medio a través de cámaras empresariales, la situación ya se está normalizando y desde este sábado se recupera el suministro incluso en aquellos usuarios (como estaciones de servicio de GNC) con contratos interrumpibles.
¿Qué dijo el Gobierno?
Eduardo Rodríguez Chirillo, secretario de Energía de la Nación, dijo este viernes a Radio Rivadavia que “se ha normalizado totalmente el servicio de GNC para todas las estaciones de servicio de todas las modalidades de contratación”.
Sobre los factores que generaron la falta de abastecimiento, Rodríguez Chirillo aseguró que pasaron dos cosas: “En otoño tuvimos un frío excepcional con 10 grados menos y la demanda prioritaria se duplicó en 80 millones de metros cúbicos”.