Buenos Aires — El Banco Central argentino (BCRA) dará un paso clave para salir del cepo al tiempo que cierra otra canilla de potencial emisión. Les ofreció a los bancos rescindir sus opciones de liquidez de títulos públicos (puts), uno de los principales escollos señalados por el Gobierno de Javier Milei para eliminar los controles cambiarios y que, de ejecutarse, hubieran forzado a la autoridad monetaria argentina a emitir el equivalente a cuatro puntos del PBI.
A través de la Comunicación B12847 emitida este martes, la entidad que preside Santiago Bausili informó que entre el miércoles 17 y el jueves 18 de julio les ofrecerá a las entidades financieras la posibilidad de rescindir estos seguros de recompra que tienen sobre títulos del Tesoro, cuya ejecución hasta la semana pasada hubiera representado la emisión de unos ARS$17,5 billones.
La convocatoria llega apenas un día después de la reunión que mantuvieron autoridades del BCRA con ejecutivos de los bancos, en la que les anticiparon que se publicaría este llamado a recomprarles sus seguros de recompra antes de que finalizara esta semana. El objetivo, les manifestaron, era que el viernes dejaran de existir estos puts.
Tal como habrían solicitado las entidades, finalmente el precio al que se rescindirá cada contrato ajustará por coeficiente CER. Dicho precio, precisó el Central, “reconocerá a los tenedores de dichos instrumentos un valor equivalente a la prima en pesos pactada oportunamente, proporcional a la cantidad de días remanente hasta la finalización de cada contrato, e incrementado conforme la variación del índice CER desde la fecha en que fue abonada hasta la fecha de liquidación de la rescisión”.
De esta manera, ante la recompra de puts a los bancos por parte del BCRA, las entidades no tendrán más el derecho de venderle a la entidad los bonos emitido por el Tesoro. Los bancos, explicó a este medio una fuente del sector, habían pagado para tener ese derecho y ahora el BCRA se los va a comprar.
Según pudo saber este medio de una fuente con conocimiento en el asunto que pidió reserva, el monto que tendrá que emitir el Banco Central para comprar la totalidad de los puts representaría apenas una fracción en comparación con los 17 billones de pesos que hubiera implicado su ejecución. Para rescindir esos contratos, agregó, el BCRA no tendrá que pagar ni siquiera la totalidad de la prima que pagaron los bancos, sino un proporcional de los meses que faltan para ese contrato ajustado por inflación.
Al respecto, el diario Clarín había señalado en las últimas horas que uno de los puntos de negociación que permanecían abiertos se centraba justamente en determinar si el precio de recompra tendría o no actualización. Y agregaba que teniendo en cuenta un costo de 0,30 centavos por bono nominal, se estimaba que el BCRA podría devolverles unos ARS$300.000 millones a los bancos.
De la propuesta del Central se destaca, además, que será condición para la rescisión de las opciones de liquidez diferidas (aquellas que solo se pueden ejercer el último mes antes del vencimiento del subyacente), rescindir en forma simultánea la totalidad de las opciones de liquidez no diferidas que posea dicha entidad. Es decir, las entidades deberán primero rescindir sus tenencias totales de puts americanos (pueden ejecutarse en cualquier momento) antes de hacerlo con los puts europeos.
La recepción de las ofertas de rescisión, informó el Banco Central, comenzará en cada una de estas dos jornadas a las 11:00 y finalizará a las 16:00 horas. La liquidación será el jueves 18 de julio. La rescisión se realizará a través de la rueda “RPTP” del sistema Siopel y los agentes podrán cargar únicamente posturas por cartera propia.
La resolución del que alguna vez Milei calificó como “el problema de los puts” llegaría apenas unos días antes de que entre en vigencia la suspensión de las operaciones de pases pasivos del BCRA, otro de los impedimentos señalados por el Gobierno para eliminar el cepo cambiario. Desde el lunes 22 de julio, las entidades ya no podrán suscribir a estos pasivos remunerados cuyo stock aún asciende a ARS$11,3 billones. En su lugar, el Ejecutivo impulsa la Letra Fiscal de Liquidez (LeFi) que emitirá el Tesoro.