Buenos Aires — En medio de la incertidumbre que persiste en el mercado argentino en torno a la acumulación de reservas internacionales y las crecientes obligaciones financieras del país, el Gobierno de Javier Milei deslizó en el anexo del proyecto de ley para el Presupuesto 2025 que no espera recibir nuevos fondos del Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y Club de Paris se continuarán cancelando los pagos según el calendario previsto y no se prevé ningún ingreso de fondos”, afirmó el Ejecutivo al presentar el proyecto este domingo, y complementó: “Se espera continuar con la cancelación de servicios de los programas vigentes con otros organismos internacionales de crédito al tiempo que se suponen nuevos desembolsos”.
Ante esta definición, Bloomberg Línea consultó al Ministerio de Economía por los objetivos de la renegociación del actual programa con el FMI, pero no obtuvo una respuesta inmediata.
Entre el 2022 y este año, sujeto al cumplimiento de metas de acumulación de reservas, de equilibrio fiscal y de financiamiento monetario, el FMI ha desembolsado Derechos Especiales de Giro (DEG) para que Argentina pueda mantenerse al día con el organismo. Esos desembolsos representaron un puente de tiempo para ayudar a la Argentina a alcanzar las condiciones necesarias para empezar a devolver entre el 2026 y el 2033 los aproximadamente US$45.000 millones que debe al Fondo.
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Un escenario de incertidumbre con el FMI
En el anexo del proyecto de ley para el Presupuesto 2025, el gobierno argentino subrayó que “durante el período 2025-2027 se continuará con los aportes de capital y contribuciones comprometidos a los organismos multilaterales de crédito”, incluyendo instituciones como el Grupo Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Corporación Andina de Fomento (CAF).
Sin embargo, al referirse específicamente al FMI, el documento fue claro: “no se prevé ningún ingreso de fondos”. Esto implica que, por lo menos en el corto plazo, no se espera que el FMI realice nuevos desembolsos a favor de la Argentina, algo que buena parte de los analistas estimaban que formaría parte de los objetivos de la renegociación del programa vigente.
A pesar de no prever nuevos fondos y mientras negocia un nuevo acuerdo, el gobierno de Milei aseguró que continuará cumpliendo con los pagos previstos al FMI y al Club de París. Este compromiso de pago se enmarca dentro del acuerdo firmado a principios de 2022 bajo la gestión de Alberto Fernández y Martín Guzmán, que postergó los vencimientos heredados del gobierno de Mauricio Macri.
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Obligaciones con el FMI: un desafío a largo plazo
Actualmente, la deuda de Argentina con el FMI asciende a unos US$45.000 millones. Entre noviembre de este año y diciembre de 2025, el país deberá afrontar vencimientos por US$3.379 millones con el organismo.
La carga financiera aumentará aún más hacia finales de la década. A partir de 2028 y hasta el 2032, los montos anuales a pagar al FMI superarán los US$5.000 millones, con un horizonte de pago extendido hasta 2034.
El perfil de vencimientos representa un desafío considerable al considerar el actual punto de partida: las reservas internacionales netas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) rondan los US$4.000 millones negativos. Aunque se trate de una reducción notable desde el rojo de casi US$11.000 millones que dejó el ex ministro de Economía, Sergio Massa, constituye aún una situación de notable fragilidad.
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La acumulación de reservas, una incógnita
De acuerdo al programa vigente con el FMI, Argentina debe alcanzar un nivel de reservas netas de US$0 para octubre-noviembre de este año, y luego subirlas a entre US$2.000 millones y US$4.000 millones para diciembre-enero.
El objetivo a mediano plazo, en tanto, es el de lograr reservas netas de entre US$8.000 millones y US$10.000 millones para junio de 2025.
No obstante, diversos analistas y consultoras, como Max Capital, LCG y Quantum Finanzas, han expresado sus dudas sobre la capacidad del país para alcanzar estas metas. Los obstáculos incluyen la reciente normalización del acceso de los importadores al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), la liquidación parcial de exportaciones a través de operaciones de contado con liquidación y la intervención del BCRA para contener la brecha entre el dólar oficial y los tipos de cambio paralelos.
Durante los primeros ocho meses del gobierno de Milei, el BCRA logró incrementar su posición de reservas netas en US$7.200 millones. Sin embargo, esta cifra quedó al cierre de agosto US$1.500 millones por debajo de la meta acordada con el FMI para septiembre, lo que genera incertidumbre sobre la capacidad del país de seguir acercándose al verde.
Pagos de deuda con superávit o créditos repo
Para 2025, el gobierno ha planteado que los vencimientos de deuda serán cubiertos mediante el superávit financiero. En caso de que este no sea suficiente, se recurrirá a mecanismos de financiamiento alternativos, como los créditos repo con bancos privados.
Además, el Presupuesto 2025 también menciona que “se trabajará para que los flujos financieros con los organismos internacionales resulten nuevamente positivos”, en un intento de asegurar que los desembolsos de los préstamos contribuyan al equilibrio del sector externo.
Asimismo, el documento enfatiza la importancia de profundizar los vínculos con instituciones financieras internacionales, orientando el financiamiento hacia proyectos de inversión productiva e infraestructura. El gobierno también se propone desarrollar nuevas líneas de financiamiento con instituciones con las cuales Argentina tiene pendiente acciones conjuntas, aunque no se especificaron detalles sobre estas iniciativas.
Cambios en las negociaciones con el FMI
En medio de este complejo panorama financiero, el FMI anunció que Rodrigo Valdés dejará de estar a cargo de las negociaciones con Argentina, tras las críticas recibidas por parte de Milei.
El mandatario argentino había señalado que Valdés mantenía “una mala intención con la Argentina manifiesta” y que “no quiere el bien para el país”, al considerar que fue más contemplativo con la gestión anterior que con la actual.
Valdés será reemplazado por Luis Cubeddu, un cambio que genera expectativas sobre el rumbo de las negociaciones entre el gobierno y el organismo multilateral.