Buenos Aires — Javier Milei sorprendió en las elecciones PASO y sus propuestas ya se discuten con mayor seriedad. Tras el domingo 13 de agosto, el Gobierno dispuso una devaluación del tipo de cambio oficial y una serie de medidas para contener los precios. En ese contexto, un informe privado de la consultora Romano Group describe tres escenarios posibles respecto a lo que pasará con la economía argentina rumbo a las elecciones generales del 22 de octubre.
El primero de ellos es un escenario base, con 65% de probabilidad, seguido por un escenario optimista, con el 20% y un escenario pesimista, con el 15% de probabilidad.
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Escenario base: 65% de probabilidades
Según el informe, este escenario presentará “un deterioro sostenido, pero sin descontrol, de las principales variables macroeconómicas”.
Según Romano Group, “en la última parte de la campaña el BCRA se verá obligado nuevamente a devaluar al ritmo inflacionario, principalmente para no perder competitividad por el traslado a precio de la devaluación ya hecha”.
Además, proyecta “mayor volatilidad previo a las elecciones generales de octubre sobre los contratos de futuros, con un mercado que no ha creído la factibilidad de mantener el tipo de cambio fijo en los $350″.
Sobre la inflación, que en julio fue del 6,3% mensual, acumulando una suba interanual del 113,4% y un acumulado del 60,2% en lo que va del 2023, Romano Group considera factible una inflación de dos dígitos para los meses venideros, con posibilidad de agravarse y llegar a las elecciones con datos mensuales promedio de 12% (anualizada 290%).
Respecto a la actividad económica, cuyos números no han sido alentadores este año, el informe destaca que las mayores restricciones cambiarias, sumado al estrangulamiento del crédito, la espiralización inflacionaria y la incertidumbre por contexto electoral, la caída de la economía se profundizará y se proyecta una merma del 4% del PBI para 2023.
Escenario optimista: 20% de probabilidades
Este escenario tiene como premisa que el mercado considere como positivo que el 60% de los votantes optó por “una propuesta promercado”, ante la expectativa de posibles acuerdos entre dichas fuerzas “para continuar hacia las reformas que necesita la economía”.
Bajo esos parámetros, el tipo de cambio se sostendrá a $350 y el desembolso del FMI de noviembre no correría riesgo, mientras que el Banco Central contará con herramientas para lograr contener las expectativas de devaluación futura.
La inflación evitaría la espiralización y los datos de agosto y septiembre se ubicarían por debajo de los dos dígitos, mientras que la proyección de la caída de la actividad económica seguirá en torno al -2,5% y el -3%.
Escenario pesimista: 15% de probabilidades
Con 15% de probabilidad, según el informe de Romano Group, este escenario plantea que la tensión entre oficialismo y oposición al alza y la “no cooperación” entre los candidatos a presidente, impactará en el descontrol de las variables económicas.
De esta forma, y con una brecha en los tipos de cambio superior al 140%, “se libera torpemente el tipo de cambio oficial, generando fuerte inestabilidad al sistema de precios, con subas constantes”. De suceder, “generaría un fuerte debilitamiento del poder político oficialista, con graves problemas de gobernabilidad, la transición se volvería dramática y correría peligro el desembolso con el FMI proyectado para noviembre”.
Además, la espiralización de la inflación llevaría al IPC por encima del 20% mensual y como resultado de estos factores se verá “un agravamiento sostenido de las consecuencias enunciadas en el escenario base, con deterioro considerable en variables como: pobreza, actividad, mayor conflictividad social”.