Buenos Aires — Este martes, la Resolución General 5586/2024 publicada en el Boletín Oficial ratificó cambios clave en la regulación tributaria y aduanera en Argentina, pero dejó varios cabos sueltos. A pesar de las expectativas, no mencionó la disolución de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) ni su reemplazo por la nueva Agencia de Regulación y Control Aduanero (ARCA). Tampoco abordó los 3.155 despidos anunciados por el gobierno de Javier Milei el día anterior, generando incertidumbre en torno a una de las reformas más discutidas del año.
La reestructuración, que busca reducir la burocracia y mejorar la eficiencia del Estado, ha sido defendida por el oficialismo como un paso necesario hacia la modernización de la administración pública. Sin embargo, los detalles de su implementación siguen siendo vagos.
Consultadas por Bloomberg Línea, fuentes del Ministerio de Economía y del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado indicaron que aún no tienen información concreta sobre cuándo se llevará a cabo la transición de la AFIP a ARCA.
Por su parte, un vocero de la AFIP explicó a Bloomberg Línea que la reestructuración no será tan sencilla como emitir un decreto, ya que será necesario especificar claramente las nuevas funciones y las áreas que se mantendrán o modificarán.
El proceso será complejo, agregó, al tiempo que comentó que no se puede simplemente disolver el ente y empezar de cero sin definir quién se encargaría de la recaudación de impuestos ni qué respaldo legal se tendría para hacerlo.
Además, señaló que tanto el gremio de Aduana como el de AFIP han convocado a asambleas, aunque aún no está claro si será para decidir un paro o simplemente para informar a sus afiliados sobre la situación.
Este medio había podido averiguar a través de otra fuente de AFIP, que pidió reserva, que los trabajadores del organismo se reunirán en una asamblea este martes, y que podrían definir medidas de fuerza para resistirse a los cambios anunciados.
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Mientras tanto, la Resolución General 5586/2024 sigue haciendo referencia a la AFIP como un organismo existente y operativo. La página web oficial del ente recaudatorio también continúa en funcionamiento, lo que sugiere que, al menos en términos prácticos, la disolución no se ha materializado. Este desconcierto genera dudas sobre el verdadero alcance de la reforma y sobre cuándo y cómo se implementarán los cambios anunciados.
El tuit de Sturzenegger y la eliminación de los valores de referencia
A través de la red social X (anteriormente conocida como Twitter), el ex presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, ofreció este martes más detalles sobre los cambios normativos que afectan a la AFIP. Sturzenegger destacó la Resolución 5587/2024, la cual elimina el uso de los “valores de referencia” en las exportaciones, una medida impuesta por gobiernos anteriores que, según él, generaba burocracia y corrupción.
“Por la Resolución 5587/24 damos por finalizado el uso de los valores de referencia para la exportación, un engendro kirchnerista fuente de burocracia y corrupción”, escribió Sturzenegger en su cuenta de X. “A partir de esta resolución todo este sistema desaparece para otorgarle más rentabilidad al sector privado y generar más transparencia y menos corrupción en el sector público, todos objetivos del presidente Javier Milei”.
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Según Sturzenegger, la eliminación de estos valores no solo mejora la rentabilidad de las exportaciones al reducir costos, sino que también simplifica los trámites para los exportadores y disminuye las posibilidades de corrupción dentro de la Aduana. La medida ha sido vista como un gesto significativo hacia el sector privado y como una pieza central en la estrategia del gobierno para reducir la intervención estatal en la economía.
Los despidos y la creación de ARCA
El anuncio del lunes, en el que se comunicó la disolución de la AFIP y la creación de ARCA, ha generado reacciones encontradas. El gobierno de Milei ha defendido la medida como una forma de reducir la burocracia y los costos asociados con el organismo recaudador, además de profesionalizar el sistema tributario y aduanero. Sin embargo, el despido de 3.155 empleados ha levantado preocupaciones sobre el impacto social de la medida y la capacidad del nuevo organismo para asumir las funciones de la AFIP con una plantilla reducida.
Según cálculos oficiales, el Estado argentino ahorrará 6.400 millones de pesos anuales gracias a esta reestructuración, que incluye una drástica reducción de los salarios de los altos cargos y la eliminación de la Cuenta de Jerarquización, un mecanismo que permitía a los funcionarios de alto rango recibir compensaciones adicionales. Florencia Misrahi, quien actualmente lidera la AFIP, será la encargada de encabezar ARCA, aunque con un equipo más pequeño y un presupuesto más ajustado.
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El presupuesto destinado a la AFIP para 2024 ascendía a ARS$1,81 billones, de los cuales el 80% se destinaba al pago de salarios. La mayor parte de ese presupuesto estaba proyectado para cubrir un aumento nominal del 245% en comparación con 2023, reflejando los altos costos de personal del organismo. Con la creación de ARCA, el gobierno busca optimizar estos recursos, apuntando a una administración más eficiente y menos costosa.
El gobierno de Milei ha prometido que ARCA será un organismo más ágil, con menos empleados pero mejor capacitados, y que la reestructuración traerá mejoras en la transparencia y la lucha contra la corrupción. No obstante, la falta de claridad sobre los plazos y la implementación de la medida ha generado incertidumbre tanto en el sector público como en el privado.
Futuro incierto para la AFIP y el sistema tributario argentino
La falta de información oficial sobre el cronograma de la disolución de la AFIP y la creación de ARCA deja muchas preguntas sin respuesta. ¿Cuándo comenzará a operar ARCA? ¿Cómo se gestionarán los despidos y la transición de empleados? ¿Podrá el nuevo organismo manejar de manera efectiva la recaudación tributaria y el control aduanero con una estructura reducida?
Por ahora, la AFIP sigue funcionando, al menos en papel, mientras que el gobierno avanza con la implementación de su ambiciosa agenda de reformas. La próxima fase dependerá de cómo se desarrolle el proceso de reestructuración y de si ARCA podrá cumplir con las expectativas de mayor eficiencia y menor corrupción.