Día de la Mujer 2024: desafíos y techo de cristal, según siete ejecutivas argentinas

Protagonistas del ámbito corporativo nacional y regional relataron en primera persona a Bloomberg Línea sus experiencias y propuestas para avanzar en el camino a la igualdad de género

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Buenos Aires — Derribar prejuicios, superar situaciones de incomodidad, ascender mientras se ingresa en la etapa de maternidad y ser la primera mujer en ocupar una posición de liderazgo en la empresa en la que desempeñan sus actividades. Todos estos son solo algunos de los grandes desafíos que debieron enfrentar las mujeres más influyentes en el mundo corporativo argentino.

Una vez superadas esas barreras, se proponen impulsar a otras mujeres, generar espacios de igualdad, implementar licencias extendidas, inspirar a otras personas a contribuir al cambio cultural necesario para romper el techo de cristal y promover políticas integrales empresariales a largo plazo para fortalecer redes de colaboración en materia de género.

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Así lo contaron a Bloomberg Línea algunas de las empresarias más reconocidas del país. En el marco del Día Internacional de la Mujer, Laura Barnator (Unilever), Sofía Vago (Accenture Argentina), Paula Altavilla (Schneider Electric), Paula Cristi (Despegar), Mariana Gallo (Pepsico), Wanda Weigert (Globant Argentina) y Verónica Marcelo (Natura Argentina) dialogaron con este medio y compartieron sus experiencias.

Laura Barnator, gerente general Home Care LATAM y gerente general SOCO en Unilever

Llegar a ser gerente general y ser la primera mujer en lograrlo dentro de Unilever fue un desafío personal enorme. Entiendo que esto es un privilegio y que no todas tienen las mismas oportunidades, pero demuestra que se puede y siento la responsabilidad, como líder y como persona, de inspirar y ayudar a otras a que puedan alcanzar sus metas.

Por supuesto, nada fue fácil. Cuando me propusieron mi actual cargo en Argentina pensé que no estaba preparada, sentía que me faltaba algo, se trataba más bien de una cuestión de confianza en mí misma, pero creo que allí está el cambio que está haciendo la sociedad. Estamos rompiendo con estos mitos y mostrando que también las mujeres podemos estar perfectamente en puestos de liderazgo.

En mi experiencia, fue fundamental contar con una red de contención durante mi trayectoria tanto en la vida profesional como personal. A mis 25 años, cuando mi jefe de aquel entonces me anunció que iba a nombrarme gerenta de sistemas, yo le dije que no estaba capacitada y él me respondió: “Yo pienso que sí”. Él creyó y apostó por mí, al igual que otros jefes y colegas que me formaron e impulsaron en mi carrera. La libertad y confianza de quienes fueron mis líderes me permitió moverme con soltura, cultivar mi desarrollo y mi carrera profesional. Pero, también desde lo familiar. Conjugar especialmente el ser mamá en momentos de desarrollo profesional no es tarea sencilla y yo siempre pensaba que dejaba algo. Por suerte, mi familia siempre estuvo ahí para impulsarme y ayudarme.

Estamos rompiendo con estos mitos y mostrando que también las mujeres podemos estar perfectamente en puestos de liderazgo.

Creo que en vez de hablar de techo de cristal deberíamos hablar de equidad, cómo logramos e impulsamos la equidad, que es reconocer que no todos partimos del mismo punto y que tenemos que trabajar para eliminar las barreras, los prejuicios y la discriminación que impiden a las personas desarrollar todo su potencial.

El foco tiene que estar puesto en la igualdad de oportunidades y, por ejemplo, en mi caso o en el de otras, que como líderes tenemos la posibilidad, debemos ser aceleradoras de otras mujeres. Es nuestro momento de generar espacios de igualdad y abrir puertas. Ese es uno de mis grandes propósitos como líder y como CEO, ayudar a abrir camino a otras mujeres y ayudarlas a superarse.

Debemos mostrar que podemos conseguir lo que nos proponemos y no tiene que ser resignando otras cosas. Y por sobre todo, debemos generar las condiciones para apoyar a esas mujeres a lo largo de las diferentes estapas de la vida. Es importante que desde nuestro lugar promovamos medidas, cambios palpables que permitan potenciar a todas las personas. Y no sólo mujeres, sino promover todo tipo de diversidad.

En Unilever alcanzamos la equidad de género en cargos directivos a nivel global un año antes (en 2020) del objetivo que habíamos trazado. En Argentina, contamos con un 54% de mujeres en posiciones de liderazgo y un directorio conformado mayoritariamente por mujeres.

Sofía Vago, CEO de Accenture Argentina

Siempre digo que cuando empecé a trabajar era una compañía en la que en la mayoría eran hombres y las mujeres, cuando entraban en etapa de maternidad, terminaban saliendo. Cuando subías en la estructura, había menos y menos mujeres. Hoy más del 50% de la plantilla son mujeres y el 56% son mujeres del management. Nuestra organización fue transformándose para poder acompañar a que esto suceda.

Creo que el desafío fue ser una de las primeras porque a veces tuve que pasar por ciertas etapas, momentos en los que las mesas eran todas de hombres.

Creo que el desafío fue ser una de las primeras porque a veces tuve que pasar por ciertas etapas, momentos en los que las mesas eran todas de hombres. Lo que hice fue ser siempre yo. No me sentí condicionada en absoluto. También hubo hombres que me acompañaron, me dieron espacio para que mi voz sea escuchada, pero si no la escuchaban, hubiera gritado lo suficientemente alto.

Con el correr del tiempo, terminó siendo natural el hecho de posicionar mujeres en lugares de liderazgo. Lo más difícil era ser la primera, sentarnos y plantear cosas que nos pasaban como mujeres. El desafío tiene mucho que ver con ser la primera y pasar una situación de incomodidad.

Paula Cristi, gerenta general de Despegar para Argentina y Uruguay

Sabemos que la brecha de género es un tema que está en agenda, pero creo que la única manera de romper el techo de cristal es a partir de iniciativas que promuevan la igualdad, la participación en proyectos y la aplicación de todas las políticas necesarias para brindar un aporte al camino por un mercado laboral más inclusivo.

En Despegar, trabajamos día a día por esta problemática y estamos dedicados a tomar decisiones al respecto. Por eso, desde 2018 somos parte Iniciativa Público Privada para la Igualdad en el Mercado de Trabajo, rebautizada como PARES desde 2023, y de la Red Di Tella, un espacio que desarrolla y promueve la diversidad y la inclusión dentro de las organizaciones empresariales, y las acompaña en la implementación de políticas.

la única manera de romper el techo de cristal es a partir de iniciativas que promuevan la igualdad, la participación en proyectos y la aplicación de todas las políticas necesarias para brindar un aporte al camino por un mercado laboral más inclusivo.

Los dos grandes desafíos son, por un lado, adaptarse a la transformación diaria de la industria, ya que los hábitos de consumo y de compra cambian velozmente, y por el otro, hacer frente al constante cambio de reglas en el juego que hay en nuestro país, lo que impacta de forma contundente en el mercado. Por eso, en conjunto con un gran equipo, trabajamos para acompañar los nuevos hábitos con agilidad y diseñamos metodologías de trabajo flexibles, que nos permiten tomar decisiones de manera oportuna adaptándonos a los cambios con velocidad.

Conocemos el alto costo de la innovación constante, pero no nos detiene la posibilidad del error. Aprendemos y mejoramos los procesos necesarios para minimizar las contingencias y hacer los mejores desarrollos posibles. Nos enfocamos en anticiparnos a las necesidades del mercado, innovando y generando nuestro aporte al crecimiento de la industria, lo que pone a prueba nuestra plasticidad y nos hace aprender en un ecosistema exigente y desafiante.

Paula Altavilla, country president de Schneider Electric

En primer lugar, encontrar oportunidades de crecimiento y desarrollo fue un desafío que me acompraño a lo largo de toda mi carrera profesional; fue fundamental buscar activamente cada próximo paso, visualizando oportunidades, generando vínculos con personas que pudieran ser mis mentores y expresando claramente que quería seguir creciendo.

El techo de cristal se rompe generando múltiples impactos, uno a la vez. O dicho de otro modo, dando pequeños pasos, uno a la vez, siempre en la misma dirección

El techo de cristal se rompe generando múltiples impactos, uno a la vez. O dicho de otro modo, dando pequeños pasos, uno a la vez, siempre en la misma dirección. Para crecer hay que trabajar mucho: generar resultados que superen las expectativas, generar vínculos de confianza con personas dentro y fuera de la organización que estén dispuestas a escucharnos, guiarnos, conectarnos con otras personas, abrirnos puertas y recomendarnos para que podamos dar el siguiente paso, y, fundamentalmente, personas que se alegren con nuestros logros.

Mariana Gallo, gerente general de PepsiCo Bebidas para Argentina y Uruguay

Cada etapa ha tenido su dificultad, su desafío y su recompensa. En mi vida previa a PepsiCo yo era bailarina profesional de tango: trabajé en Portugal y me instalé en Lisboa. Ahí vivía mi vida de artista, donde todo pasaba muy rápido y pude conocer otras culturas. En un momento, tuve que elegir entre esa vida menos planificada y una vida corporativa.

Intenté no sólo pensar en el presente, sino también en un largo plazo y mi principal miedo fue lo difícil que sería compatibilizar el baile y las giras que implicaría cuando decidiera formar una familia. Elegí el camino de los negocios y estoy muy feliz de la decisión. Sin embargo, siempre recuerdo con gran alegría esos años.

En cuanto a mi carrera en PepsiCo, la agenda del día a día muchas veces obliga a poner el foco en el ahora, pero las bebidas del mañana tienen que comenzar a pensarse en el presente. Así, el principal reto es balancear los tiempos. Una de las claves está en fomentar una mentalidad orientada a largo plazo, sin olvidar ni descuidar las demandas del ahora. Esto es especialmente relevante en un mercado tan dinámico como el argentino.

Tengo una visión de igualdad de oportunidades: en mi naturaleza está la igualdad de pensamiento, más allá del frasco en que venga. No parto de tener una visión como mujer, parto de tener una visión de equidad, sin importar de qué género sean las personas, ni de dónde vengan. Me siento parte de esta transformación porque soy la responsable de esta agenda. PepsiCo se puso como meta cuantitativa y medible que, en 2025, el 50% del equipo de liderazgo sean mujeres. En Cono Sur, ya vamos por un 45%, lo que significa un crecimiento increíble y nos enorgullece enormemente.

Junto con esta agenda, muchos cambios orgánicos llegaron a la compañía. Incorporamos programas enfocados en balance de género, como el “Soft Landing”, que permite incorporarse gradualmente a las tareas habituales luego de dar a luz o en casos de adopción, sumado a beneficios como la flexibilidad horaria (Flex-Time). Además, contamos con licencias extendidas las cuales otorgan días adicionales, tanto para madres como para padres. A su vez, contamos con programas de atracción y retención del talento, pero sobre todo hemos trabajado mucho en el aspecto cultural: durante el 2023 capacitamos a 87 mujeres de Mar del Plata y Vicente López para que puedan fortalecer el impacto económico, social y ambiental generado por sus emprendimientos.

Al demostrar con hechos lo que las mujeres somos capaces de lograr, no solo derribamos los prejuicios, sino que también inspiramos a otras a seguir nuestro ejemplo y contribuir al cambio cultural necesario para romper el techo de cristal

Asimismo, la visibilización de estos temas también resulta importante. Desde la compañía, el año pasado creamos PEPForum, un ciclo de eventos corporativos para posicionar temáticas relevantes. El primero de ellos fue “Ellas al Frente” y trató sobre el liderazgo femenino.

Al demostrar con hechos lo que las mujeres somos capaces de lograr, no solo derribamos los prejuicios, sino que también inspiramos a otras a seguir nuestro ejemplo y contribuir al cambio cultural necesario para romper el techo de cristal de manera significativa y duradera. Las que lo logramos, vamos abriendo camino a otras, y así, juntas, el cielo es el límite.

Verónica Marcelo, gerenta general de Natura Argentina

Mi camino en Natura comenzó hace 20 años atrás y fue un recorrido que me llevó por diferentes desafíos, de acuerdo con los distintos roles y áreas donde me fui desempeñando. Creo que uno de los grandes desafíos que atravesé fue en el inicio de la pandemia, cuando me tocó asumir mi rol actual con un contexto sumamente complejo e incierto, en el que más allá de dar continuidad al negocio y alcanzar los objetivos que habíamos asumido para el año, el gran foco era el cuidado de las personas.

Más allá de mis desafíos profesionales, siempre hay una cuota de reto personal, especialmente para las mujeres. Abrirnos paso en puestos de liderazgo es el resultado de, no solo una empresa comprometida desde sus inicios con las mujeres y su desarrollo, sino también de las cientos de profesionales que desafiaron el status quo y dieron un paso al frente por sus derechos. Por eso es tan importante seguir impulsando y promoviendo redes de colaboración entre nosotras y ser las principales impulsoras de este cambio.

La sociedad está atravesando todavía importantes cambios en materia de igualdad de género, y especialmente en el terreno laboral. Sigue siendo necesario darle visibilidad. Que, en el caso de las empresas, sea un tema que esté presente no solo en fechas determinadas, sino como política integral y como compromiso a largo plazo; para que sea coherente y consistente.

La sociedad está atravesando todavía importantes cambios en materia de igualdad de género, y especialmente en el terreno laboral.

En Natura alcanzamos el 52% de participación de las mujeres en puestos de dirección, como parte de nuestros objetivos de inclusión hacia el 2030, pero esta no es la regla. En general, aún hay sesgos culturales, inequidad de distribución de tareas en el hogar, y prejuicios en torno al tema que tenemos que deshabilitar.

Nosotras mismas tenemos que impulsar esas conversaciones, pero también con el acompañamiento de los hombres, porque en la diversidad está lo rico de la sociedad. Es nuestra responsabilidad mantener el tema en agenda y está en nosotros y nosotras cambiarlo.

Wanda Weigert, directora ejecutiva de Globant Argentina

Ingresé a Globant en 2005, cuando tenía apenas 25 años, y fue una de mis primeras experiencias laborales. En ese momento éramos unas 100 personas y tuve la fortuna de poder estar desde los inicios construyendo, compartiendo esa visión de poder hacer las cosas de manera diferente. Tuve grandes desafíos profesionales como posicionar en el mundo una marca que nació en Argentina y hacerla crecer; trabajar con diferentes culturas; y ser parte del proceso de IPO aprendiendo de otras disciplinas y áreas. En todo este recorrido, pude contar con el apoyo y la cercanía de los cuatro fundadores y, personalmente, no he encontrado obstáculos para desarrollarme y crecer en esta industria.

Sin embargo, es un sector con preeminencia de hombres. A nivel global, el 70% de las personas que trabajan en esta industria son hombres. Y el problema radica en cierta barrera cultural que hace que para muchas mujeres no sea una opción estudiar carreras STEAM. Por eso, algo que siempre impulsamos desde Globant y que me da mucho orgullo, es trabajar para romper con esa barrera mediante diferentes programas y políticas como becas, cursos, entre otras que permita visibilizar que las carreras de tecnología pueden y son una opción para todas las personas independientemente de su género.

Una vez que esas mujeres llegan a las empresas, es importante ofrecer mentorías y acompañamiento durante toda la carrera para que puedan permanecer y crecer.

Creo que la clave está en seguir ampliando la base de talento, enfocándose en ofrecer más y mejores herramientas para formar pensando en el futuro. Una vez que esas mujeres llegan a las empresas, es importante ofrecer mentorías y acompañamiento durante toda la carrera para que puedan permanecer y crecer. Asimismo, ofrecer diferentes beneficios y espacios para que se desarrollen y crezcan a la par que los hombres.