Buenos Aires — El Presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Sergio Massa, tienen algo en común: ninguno de los dos quiere ser recordado por haber devaluado la moneda y menos en el último año de gestión. Sin embargo, Argentina devalúa todos los días su moneda mediante el mecanismo crawling peg, que implica una suba diaria del dólar oficial, administrada por el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
El Central todos los días sube el dólar, a dedo, para que el peso no quede atrasado. De hecho, en lo que va del año el dólar oficial en Argentina subió casi un 28%, lo que coloca al peso como la segunda moneda que más se ha devaluado en el mundo detrás de la libra libanesa, según el ranking de Bloomberg. En Líbano sí hubo un salto devaluatorio.
En este contexto, el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) llevado a cabo por el BCRA arrojó que la mediana de las consultoras espera que el dólar oficial termine el año en $398,50, lo que significaría un salto del 125% en relación al precio que tenía la divisa al 31 de diciembre pasado ($177,13).
Asimismo, el REM estima que el dólar oficial terminará el 2024 en un precio de $862,50 (es decir, espera un salto nominal del 116% respecto de la cotización en la cerraría el 2023). Por otra parte, si el dólar llegase a ese precio habrá tenido una disparada nominal de 387% al cabo de dos años.
Un perro que se muerde la cola
La carrera nominal no termina nunca. El Banco Central acelera el ritmo de devaluación para que la inflación no le haga perder competitividad al peso contras monedas, pero a su vez acelerar le da impulso a la inflación y así hasta el infinito. Es como un perro que corre en círculos mordiéndose la cola.
El aumento del ritmo devaluatorio, más la apreciación del real brasileño, le permitieron a la Argentina recuperar algo de competitividad en términos de Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral. Actualmente ese indicador se ubica en 97,41, cuando en septiembre de 2022 había caído a mínimos de 87.
Sin embargo, cuando asumió Alberto Fernández el Tipo de Cambio Real Multilateral estaba en 123,99, por lo que en estos años del Frente de Todos la inflación argentina llevó a que el peso se aprecie, en términos reales, un 21,44%.
“Subir el ritmo del crawling peg sólo le pondrá un piso más alto a la inflación. Es imposible recuperar Tipo de Cambio Real Multilateral con crawling peg en este contexto”, aseguró Juan Battaglia, economista jefe de la administradora de fondos CYC, en un webinar organizado por Buenos Aires Valores S.A.
En ese mismo webinar, Battaglia aseguró que devaluar “es y será doloroso, por algo la clase política lo evita”, pero afirmó no se puede estabilizar con crawling peg si se arranca con tipo de cambio real apreciado.