Buenos Aires — Desde junio de 2022 que la deuda soberana en pesos del Estado argentino no tenía un mes tan malo como septiembre de 2023. Lo que se vivió en el sexto mes del año pasado marcó un antes y un después en el Gobierno, ya que obligó al Banco Central de la República Argentina (BCRA) a acelerar el ritmo de emisión para así intervenir en el mercado secundario de bonos, para sostener las paridades. Esa misma dinámica, advierten los economistas privados, vuelve a verse ahora.
Por citar un ejemplo del mal momento que atraviesan los instrumentos soberanos en moneda local, el bono TX28 (ajustable por CER) había terminado agosto cotizando con una paridad de 97% y en apenas 20 ruedas el ajuste fue tal de manera que su paridad cayó a 72%, marcando un piso desde mayo de este año.
“La suma de todos los miedos mostró un correlato sobre los flujos desde los fondos comunes de inversión (FCI) en pesos, excluyendo los money market”, señaló un informe de GMA Capital. El documento destacó además: “Entre los fondos T+1, dólar-linked y CER se registraron rescates por $88.500 millones en las últimas cuatro ruedas. Si consideramos el acumulado en todo el mes, las salidas ascendieron a $145.000 millones”.
Estos números reflejan que septiembre fue, por lejos, el peor mes del año en lo que respecta a los flujos de los FCI. De hecho, hasta ahora solo en marzo se habían registrado rescates netos, por un monto de $23.000 millones, muy lejos a lo observado en septiembre.
Por otro lado, los analistas de GMA Capital subrayaron que, en el caso de los bonos cortos, hubo un incremento de rendimientos con una magnitud y velocidad comparables con las del derrumbe de la curva a mediados de 2022, con Martín Guzmán todavía al frente del Ministerio de Economía.
El Boncer TX24 pasó de rendir -5% a 14% anual en tan solo un mes. El premio actual es el más alto desde julio del año pasado. En lo que refiere al dólar linked TV24, su tasa interna de retorno (TIR) volvió a ser positiva por primera vez desde abril (exceptuando el breve lapso posdevaluación luego de las PASO de agosto).
Deuda bajo estrés
La consultora Anker Latinoamérica sostuvo que la curva de títulos del Tesoro en pesos se encuentra bajo estrés frente “al proceso de toma de cobertura ante la incertidumbre asociada a las elecciones” del 22 de octubre.
“Por el lado de los flujos, estamos viendo rotación desde fondos T+1 y T+2 con riesgo soberano hacia money market (riesgo BCRA) y tipo de cambio”, detalla el documento.
Factores que matizan el riesgo de colapso
Según los analistas de Anker Latinoamérica, en el corto plazo los títulos del Tesoro en pesos podrían continuar en baja ante la incertidumbre electoral y el ruido en torno al programa monetario/cambiario del próximo gobierno. De todas formas, aclaran los ejecutivos de esta consultora, “ningún programa de estabilización tendría que arrancar con un reperfilamiento de la curva de pesos del Tesoro”, si es que se quiere evitar cortocircuitos en la cadena de pagos que deriven en mayor tensión financiera, cambiaria o inflacionaria, en el arranque de un gobierno que tiene que construir credibilidad y anclar expectativas.
Además, para alejar temores, Anker Latinoamérica resalta que el 66% del perfil de vencimientos 2023 - 2024 de la deuda del Tesoro en pesos se encuentra en entidades públicas, mientras que el 34% restante está en manos privadas en carteras de entidades reguladas (bancos, fondos comunes de inversión y compañías de seguros).
Desde el bróker Consultatio destacaron como el dato saliente de la última semana la profundización de estrés de la deuda en pesos, “que alcanzó niveles que no se veían desde junio de 2022, cuando el BCRA comenzó a intervenir en el mercado como garante último de liquidez” para restablecer sus mecanismos básicos de funcionamiento”.
Según Consultatio, la “hiperactividad” que comenzó a mostrar el BCRA a partir del martes pasado encendió varias “luces amarillas” entre portfolio managers. “Esta semana, habría comprado $282.000 millones, acumulando $501.123 millones en el mes”, resumieron. La gran mayoría de las compras se habrían realizado entre martes y miércoles, con la intervención mayormente concentrada en títulos con vencimiento en 2024.
En tanto, desde la firma Facimex Valores estimaron un valor más alto de compra de bonos en el mercado secundario por parte de la autoridad monetaria: “El BCRA habría comprado $782.000 millones en septiembre, número que representa el mayor ritmo de compras desde abril (a precios constantes) y equivale al 62% del financiamiento neto que obtuvo el Tesoro en las licitaciones primarias”.
¿Qué hay detrás de la caída de las paridades?
El mencionado informe de Consultatio identifica tres factores en la caída de las paridades:
- La dolarización de portafolios, que es habitual en cualquier año electoral, exacerbada este año por la percepción de un cambio de régimen.
- La presión que la dinámica fiscal le está poniendo a la macro, con aumento de gasto y baja de impuestos.
- Factores técnicos que, aunque tienen una importancia menor, no contribuyeron positivamente en las últimas ruedas.
Asimismo, desde GMA Capital explicaron que una hipótesis que está ganando fuerza es que los tenedores de títulos en pesos parecen tener un miedo generalizado a la dolarización. En caso de concretarse este cambio, es muy probable que estos instrumentos sufran pérdidas significativas en el canje de títulos.
“Carlos Rodríguez, uno de los principales asesores de Javier Milei, señaló que en 1989 el Banco Central realizó una quita sobre el ajuste indexatorio de los plazos fijos y nadie protestó, presuponiendo su legalidad”, sostuvo GMA Capital.
En contraposición, Darío Epstein, también del equipo de Milei, señaló que está lejos de pensar en un Plan Bonex, un default o una quita a los inversores. En la propuesta de Emilio Ocampo (quien será presidente del Banco Central si gana Milei), los bonos en pesos serían canjeados por títulos en dólares “sin quita”, pero no aclara si se refiere al valor nominal o al valor de mercado.