Buenos Aires — Este domingo 22 de octubre se elige presidente en Argentina y el país puede dar un giro en su perfil político económico si se impone el candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, quien propone, entre otras medidas, un fuerte ajuste fiscal, la eliminación del Banco Central y la dolarización de la economía.
Esa dolarización, según Todd Martínez, senior director de la calificadora de riesgo Fitch Ratings, es “poco probable” en los próximos años, por los desafíos políticos que enfrentará Milei, dada la escasa estructura política con la que contará en caso de asumir pero también por las dificultades técnicas de llevar a cabo esta iniciativa.
Sin embargo, hay algo a lo que Argentina no escapará gane quien gane las elecciones de este domingo o quien triunfe en un eventual balotaje el 19 de noviembre: la reestructuración de la deuda o el default.
Argentina, que acarrea un pasivo superior a los US$40.000 millones con el Fondo Monetario Internacional, y sin acceso al mercado de capitales, registra la calificación “CC” de Fitch Ratings. “Por lo cual no importa quién será el próximo presidente, vemos una reestructuración de la deuda o default como el escenario más posible, no es inevitable pero es el más posible”, dijo en una entrevista concedida a Bloomberg Línea.
Ese escenario, cree Martínez, es el que tiene mayores posibilidades de ocurrencia independientemente de si ganan el actual ministro de Economía, Sergio Massa, o la candidata de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich.
Dolarización “poco probable”
Milei propone eliminar el peso y avanzar hacia una competencia de monedas en la cual, según el candidato libertario, se impondrá el dólar. Ese proceso, no obstante, no será sencillo. Para Martínez es “poco probable” que se avance en una dolarización en los próximos años e incluso le asignó un 25% de probabilidades a que eso suceda.
Las preocupaciones que Martínez y Fitch observan sobre las propuestas de Milei, a la que se le suma “un ambicioso ajuste fiscal y monetario”, se deben a “la viabilidad política de estas propuestas, respecto al apoyo que pueda tener en el Congreso, con la sociedad y los gobernadores”.
La preocupación no pesa sólo sobre lo político, sino también sobre lo técnico. “Una dolarización puede ser muy dolorosa sin dólares”, dijo Martínez. “Argentina no tiene dólares en el Banco Central por lo cual una dolarización debería ser con un tipo de cambio extremadamente alto, que puede impactar de una forma devastadora en los ahorros de los argentinos”.
Sembró dudas, a su vez, sobre las posibilidades de Milei de atraer dólares de fondos de inversión o de la comunidad global. “Somos escépticos respecto a que fondos de inversión y la comunidad de inversores del mundo estén esperando involucrarse en Argentina. Incluso aunque lo hagan, dudamos de que sea el inicio de una etapa exitosa de dolarización”.
Martínez no ve a la dolarización como una idea terrible, pero la imagina para un largo plazo luego de un proceso sustentable de corrección fiscal y monetaria. “Para que sea exitosa se necesita realizar una tarea interna muy dura, eso implica ajustes fiscales, monetarios y un sendero para eliminar las restricciones que llevará tiempo. Una dolarización será posiblemente únicamente después de cumplir estos pasos”.
Según el economista, una dolarización como primer paso puede ser “muy dolorosa”.