Para Daniel Marx, 70% del ajuste de precios relativos está hecho y Argentina debería emitir deuda en 2025

Capítulo 601 de La Estrategia del Día Argentina: Una entrevista especial con el director ejecutivo de Quantum Finanzas y ex secretario de Finanzas de la Nación

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Buenos Aires — En el capítulo 601 de La Estrategia del Día Argentina, este miércoles, 22 de mayo, @franaldaya te trae una entrevista especial con Daniel Marx, director ejecutivo de la empresa de asesoramiento financiero focalizada en Argentina y Latinoamérica, Quantum Finanzas. Marx fue director del Banco Central de la República Argentina y del Ministerio de Economía durante las presidencias de Raúl Alfonsín, Carlos Menem y Fernando de la Rúa.

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Yo creo que en término de los números y los vencimientos, Argentina en algún momento del año 2025 debería estar reaccediendo al mercado internacional y público.

Daniel Marx, director ejecutivo de Quantum Finanzas

Bloomberg Línea: ¿Qué lecciones te dejaron tus experiencias como director del Banco Central, representante financiero especial y negociador jefe de la deuda externa y secretario de Finanzas entre dos de las principales crisis económicas en la historia argentina, la de 1989 y el 2001? Sobre todo pensando en el aprendizaje que pueda resultar útil a la actual gestión económica, que aún tiene desequilibrios por resolver.

Daniel Marx: Yo estuve en el Banco Central hasta el ‘88, y después estuve con los temas de deuda hasta el ‘93. Hay varias cosas que se tienen que alinear siempre para lograr mayor actividad económica, un mejor clima de inversiones y bajar sustancialmente la inflación. Empezaría con la gobernabilidad. Cuando hay mucha discrepancia y le cuesta a los individuos y empresas estimar el futuro, es cuando se cae la actividad y la confianza en general. Esto significa depreciación fuerte de la moneda y que sube la tasa de inflación. Entonces, ¿qué lineamientos van a regir entre el sector público y el sector privado? ¿Cómo el sector privado, dentro de estos lineamientos, ve oportunidades para desarrollar eficiente y competitivamente los recursos, y, en consecuencia, también estabilizar y lograr crecimiento para adelante? Después viene una serie de cuestiones instrumentales vinculadas a esto, que abarca a las cuentas fiscales y monetarias, la política cambiaria, y las llamadas reformas estructurales. Es difícil pensar en un componente aislado que dé soluciones casi mágicas.

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Partiendo de tu experiencia durante la convertibilidad, ¿qué opinás del objetivo del Gobierno de eventualmente cerrar el Banco Central y dolarizar, como parte de un corset para fomentar la continuidad de las políticas públicas y la política económica?

Argentina es un país mediano que tiene poca relación comercial relativa con Estados Unidos. Entonces me parece que Argentina debería buscar tener una política monetaria más autónoma. En eso un paso previo fundamental es darle credibilidad al peso. El rol del Banco Central tiene que ver con la defensa del peso como unidad de cuenta, reserva de valor y moneda de transacción. Entonces si hay competencia de monedas me parece bien, porque las economías tienen distinto grado de apertura y, en general, cuanto más abiertos, más logran crecimiento de largo plazo. Esto hay que hacerlo de manera inteligente en un mundo convulsionado. Pero aún en los países que no usan su propia moneda, un ejemplo son los del euro, ellos conservaron el Banco Central con un rol de supervisión del sistema financiero. Y acá me parece que cerrar el Banco Central… de una u otra forma aparte de defender el peso está la función de lograr alguna estabilidad financiera en general, y alguien va a tener que tomar ese rol.

Pero, ¿te parece sólido el argumento de la dolarización como una herramienta para limitar el accionar de eventuales gobiernos irresponsables monetaria y fiscalmente?

Ese argumento tiene que convalidarse con una situación en el frente fiscal, en el frente estructural, que lo haga compatible y estable, aparte de lo que tiene que ver con atar o no el peso al dólar, que es una discusión estratégica que recién mencionamos. Pero hay que pensar en precisamente cómo se logra la estabilización financiera. Hay países que dolarizaron y lograron una credibilidad inicial para la autoridad monetaria. Está el caso de Ecuador y está el caso de Zimbabue. Ecuador sigue dolarizado y tuvo algún crecimiento en el sistema bancario, y además mantiene el Banco Central. Pero Zimbabue tuvo que abandonar la dolarización, y generó una crisis posterior sustancial. Hay que tener en cuenta los equilibrios macroeconómicos también. Otros países mantuvieron sus monedas con un sistema abierto y en general si pudieron compatibilizar todo el funcionamiento macroeconómico, lograron un aumento importante del crédito y el uso de la moneda local. Esto sin que el Banco Central financiara al gobierno, pero sí hace que el sistema se remonetice y al remonetizar, reactivar la economía también y estabilizar precios.

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Miguel Kiguel dijo la semana pasada que veía viable una vuelta al mercado de deuda internacional durante este gobierno. Si eso llegara a suceder, ¿qué consejos le darías a la administración actual en materia de endeudamiento?

Yo creo que en términos de los números y los vencimientos, Argentina, en algún momento del año 2025 debería estar reaccediendo al mercado internacional y público.

En el ‘25 hay año de gracia con el FMI.

Sí, por el capital, pero por eso hay que ir armándolo y hay vencimientos en moneda extranjera también para el sector público, aparte de lo que pueden ser acreedores multilaterales. Eso va creciendo, pero parece que hay tiempo, aunque no se logra de un día para otro. Las condiciones tienen que ver con cómo funciona Argentina, cómo sea percibida en ese momento, y para ser percibida favorablemente hay que demostrar, no solo pensarlo en promesas. Ayuda el track record y todos los otros elementos que decíamos, que no sea visto como una mejora circunstancial, sino más bien como una mejora con una base mucho más profunda.

¿Y qué escenario prevés específicamente para los dos principales bonos que vencen en el corto plazo, que son el GD30 y AL30?

Yo creo que los vencimientos en general de esos bonos y otros, son bastante manejables dadas las cifras generales. No veo que Argentina deba incurrir en problemas de atención de los servicios de esos bonos y los otros.

¿Rollover sin sobresaltos?

Sí, siempre y cuando, por supuesto, se cumplan las condiciones que hablamos hace un rato.

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Cuando te preguntan tus clientes por el escenario político, con el ruido que estamos viendo en torno a la ley Bases y al paquete fiscal en el Senado, ¿qué tipo de respuestas les das respecto a cómo se podría ordenar?

Yo creo que Argentina, en su conjunto, tomó una decisión de mejorar. Esto es, atender desequilibrios que se habían acumulado previamente y de alguna manera adaptarse a buscar mayor estabilidad, eficiencia y competitividad. Hay distintas formas de llegar. Probablemente no sea una línea recta, donde todas y cada una de las cosas se den sin sobresaltos, pero eso tendría que ser incluso al margen de las personas. La decisión es más de la población que de las personas. Y las personas, por supuesto que con sus responsabilidades, tienen que buscar cómo implementarlas. La respuesta que les doy es que la población marcó un rumbo, las personas tienen la obligación o la responsabilidad de concretarlo. Y si no, bueno, tendremos las cuestiones naturales de funcionamiento de una democracia, esperemos que sea lo más suave posible.

Parte de la ecuación de si va a funcionar o no, si va a lograr un éxito a nivel ordenamiento del sistema político, tiene que ver con cuánto la gente pueda seguir tolerando el ajuste en curso. ¿Qué porcentaje del ajuste de precios relativos se ha completado en Argentina, creés?

A la fecha un porcentaje… si tuviera que poner un número, alrededor del 70% en precios relativos. No está completo, pero sí una buena parte.

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¿Y en ese contexto se hace más entendible y factible que el Gobierno pueda postergar lo que falta ajustar de las tarifas? ¿O hay un riesgo ahí?

Precisamente hay que ver cómo esto se compatibiliza con las perspectivas de actividad económica. Y otra cosa que tiene que ver con las tarifas es el cumplimiento de los contratos. Me parece que ahí habría que ser cuidadoso ahora.

¿La situación de Cammesa?

Sí, sí. Bueno, ¿cómo se ordena eso? Y mostrar que en el futuro todo se va a cumplir tal como fue previsto, por lo menos.

Y en términos de la cuestión inflacionaria, ¿hay un riesgo ahí también eventualmente, cuando se ajuste lo que falta?

Ahí hay un riesgo. Como decíamos, no está completo y hay un tema de cuánto de esto la población puede absorber. La política económica es alguna especie de compensación, u elección. Siempre hay costos. Y sí, hay algo de inflación que todavía no ha llegado.

¿Cuánto se saneó el balance del Banco Central desde que asumió Milei?

Medido en patrimonio neto y haciendo las correcciones contables, el patrimonio neto ha mejorado sustancialmente. El número puede ser de varias decenas de miles de millones de dólares equivalentes. No digo que está terminado el saneamiento. En realidad para los bancos centrales, parte es los números que muestran patrimonialmente, pero mucho más tiene que ver su credibilidad y consistencia. Cumplimiento de lo que serían sus funciones específicas y demostrarlo a través del tiempo. Eso es algo que también hay que cuidar, más allá de solo mirar los números.

Que den previsibilidad a los agentes, y que se ordenen incluso antes de que el Banco Central tome cierta acción.

Claro, y que confíen en el Banco Central como custodio de la moneda con todo lo que significa mantener una moneda.

Parte de la complejidad de entender a la Argentina pasa por la vigencia del cepo cambiario y las regulaciones en torno al pago de importaciones. ¿Cuánta distorsión generan en la situación financiera de la Argentina, desde la acumulación de reservas, la quietud del tipo de cambio y la colocación de deuda por empresas?

Tiene sus efectos. Por ejemplo, en la liquidación de divisas de exportadores, donde hay ahora dudas sobre la comercialización de la cosecha que está en curso. Lo mismo, alguna demanda de importadores con los pagos de determinados servicios. Algunos que se habían acumulado y otros que por ahí vienen para adelante. Y por los movimientos de capitales, a los que no se le está prestando suficiente atención. En el pasado, Argentina ha tenido muchos años de superávit comercial y falta de divisas, simultáneamente. Y esto es por los movimientos de capitales. La gente no confiando en el peso, tratando de salir del riesgo argentino. Es importante revertirlo. Y a eso contribuye cómo se levanta el cepo, en qué circunstancias y cuándo. Pero mantener el cepo hoy genera distorsiones, no sólo en lo comercial, sino también en estos movimientos de capitales.

Un banquero de Wall Street dijo recientemente a Bloomberg News que, en su visión, el Gobierno subestima el ingreso de divisas, de capitales, que podría recibir por salir del cepo. ¿Eso lo verías más bien en el plano financiero, o también puede darse en materia de inversiones para la economía real?

Sí, yo creo que también tiene efectos positivos sobre la economía real. En la medida que el Banco Central refuerce su credibilidad, que Argentina institucionalmente lo respalde, le dé esa misión, evalúe su responsabilidad y eso significa acumulación más rápida de reservas. Esas reservas acumuladas tienen que reflejarse en la remonetización de la economía, y la remonetización de la economía es un factor de reactivación de la actividad económica.

Aún así, hace poco dijiste que no ves un rebote de la actividad en “V”. ¿Eso es descontando un escenario de salida exitosa del cepo?

Cuando uno anticipa, tiene que ver no con lo que uno piensa que sería bueno hacer, sino también qué es lo que piensa que se va a hacer. Y ahí me parece que la salida del cepo, así, ordenada y acompañada por estos otros elementos, ayudaría a tener una recuperación más rápida.

El desempleo fue un gran tema en los ‘90. ¿A qué sectores debería apostarle la Argentina estratégicamente para sostener al empleo en los próximos años?

Es importante pensar que el Estado no es omnipotente en la selección de sectores. En general, a veces le va bien, a veces le va mal ahí, pero significa que el Estado, si lo hace, tiene que tener enorme cuidado con los recursos que le dedica, porque son recursos públicos. Muchos dicen, bueno, Argentina tiene ventajas competitivas en ciertos sectores. Hay más primarios que menos primarios. Argentina tiene un capital humano que es un recurso muy fuerte, que hay que desarrollar más, y que compatibiliza no solo la competitividad, sino también la mano de obra de manera mucho más calificada y remunerada. Entonces, de esos recursos algo puede ir al primario-primario, algo puede ir a la elaboración de primarios, y algo puede ser servicios puros. Hay que dejar que haya reglas de juego que permitan que se desarrollen, mucho más que poner el dedo por un lado o por el otro.

¿La tasa de desempleo puede convertirse en un problema para Milei?

Argentina tiene que transicionar varias empresas, más que ramas de actividad. Tiene que hacerse más productiva, más eficiente. Eso generalmente tiene efectos sobre el empleo. Pero la clave está en reactivar y dar nuevas oportunidades que faciliten la transición de lo viejo a lo nuevo, en la medida que se tenga que reemplazar. Pero reemplazar no es todo, y muchas veces es hacer más eficiente lo que ya hay. Esto es una lucha constante, pero sí existe el problema potencial de no transicionar bien y caer en una trampa de desempleo creciente.

¿Y cómo crees que podrían evolucionar los salarios en los próximos 12 meses?

Si uno logra este sistema de compatibilidad monetaria, fiscal, cambiaria, estructural, me parece que los salarios deberían subir, en general. Por supuesto, a algunos les toca más y a otros les toca mucho menos. Pero Argentina está partiendo de un nivel de salarios, en general, bastante bajo. Están las condiciones para que puedan subir, pero hay que, por supuesto, implementar.

¿En qué tipo de activos argentinos están viendo oportunidades hoy en Quantum Finanzas?

Si Argentina sigue un camino de normalización, los bonos soberanos en moneda extranjera podrían seguir subiendo de precio. No se ha hecho todo el catch up. ¿A cuánto podrían subir? Depende de qué bono, pero arriba del 20%. No digo que sea instantáneo, sino que va a tardar. Y el requisito es que lo demás lo acompañe, los fundamentals. No es poner un precio y decir que todo tiene que acomodarse a ese precio, sino al contrario. Las cosas se tienen que acomodar para llegar a ese precio. Después vemos algunos casos puntuales. Yo creo que hay empresas que van a tener, incluso están planeando algunas emisiones de deuda sobre proyectos relativamente buenos. Y esto amerita financiamientos especiales, estructurados en general, donde hay una componente de fija y quizás algún componente variable. De vuelta, fundamentado en que las cosas en Argentina se normalizan y esta empresa puede seguir adelante con esos proyectos.

Fuiste parte de dos gobiernos radicales y de uno peronista, ¿qué tipo de instituciones creés que hicieron falta en la Argentina, o que siguen haciendo falta en Argentina para lograr la continuidad en políticas públicas que lograron países como Chile, Perú y Uruguay? ¿O hay un problema más cultural?

Es importante que haya códigos de funcionamiento de funcionarios dentro del sector público, tanto por el lado ético como por el lado profesional. Y me parece que en eso hay roles que tiene que cumplir el funcionario público y hay roles que no debería estar el funcionario público. Pero eso lo pongo en los códigos. Es importante tener una buena selección profesional y ética. Y a eso darle estabilidad, una carrera de desarrollo dentro de estos marcos para los distintos órganos del sector público.