Buenos Aires — El orden de las cuentas públicas fue una promesa de campaña del Gobierno de Javier Milei y en las últimas horas el ministro de Economía, Luis Caputo, aseguró que el sector público cerró enero “en equilibrio financiero”. Sin embargo, de cara al futuro, economistas del sector privado aseguran que “la clave del año pasa por sostener esa dinámica a lo largo de los meses”.
Dos semanas antes de que la Secretaría de Hacienda difunda el informe con el dato oficial, el titular del Palacio de Hacienda aseguró que el país alcanzó el equilibrio financiero en el primer mes del año.
De confirmarse el dato, la pregunta que subyace en el sector privado es cuán alcanzable es el superávit en esa materia y qué tan sostenible será en el tiempo para la nueva administración. La última vez que se registró superávit financiero fue en septiembre de 2021, durante la gestión de Alberto Fernández, impulsado principalmente por aportes solidarios y Derechos Especiales de Giro (DEGs).
“No hay que perder de vista que enero fue un mes particularmente desafiante en términos de pagos de intereses con los cupones de los Globales y Bonares (US$1.548 millones) y la recompra del T5X4 que el Tesoro le hizo al BCRA ($875MM)”, evaluó Facimex Valores.
Fuerte ajuste en el gasto
“Datos preliminares sugieren que el gasto se desplomó en enero, avalando las declaraciones del Gobierno”, indicó su último reporte.
En ese sentido, Facimex Valores señaló que “según información del Presupuesto Abierto actualizada al 5 de febrero, el gasto total devengado de la Administración Pública Nacional (APN) cayó 55% a/a real en el primer mes del año”. “Al descontar las líneas de Servicios de deuda y disminución de otros pasivos e Incremento de activos financieros para llegar a un proxy del gasto primario, la caída es incluso superior, del 68% a/a real”.
“En detalle, los retrocesos más fuertes se verificaron en Bienes de uso (-98% a/a real), Bienes de consumo (-88% a/a real) y Servicios no personales (-76% a/a real). Por su parte, las Transferencias, línea que incluye jubilaciones, asignaciones, pensiones y transferencias al sector privado, provincias y universidades, cayeron 68% a/a real”, precisó el informe del broker.
Con relación a ello, el trabajo manifestó que “las transferencias no automáticas (discrecionales) a las provincias cayeron 98% a/a real en base caja y 62% a/a real en base devengado, con el gobierno pagando solamente el 2,4% de crédito devengado”.
“Proyectamos un superávit primario de 1,0% del PBI para el año, con excelente desempeño fiscal en el primer semestre de 2024. Nuestro escenario base contempla un elevado superávit primario en la primera mitad del año, con los ingresos impulsados por el impacto de la devaluación, la reversión de la sequía, las subas de impuestos y la aceleración inflacionaria, que también ayudará en la restricción del gasto”, puntualizó Facimex Valores.
Por su parte, el presidente del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), Nadín Argañaraz, analizó que “el Gobierno hizo un fuerte ajuste del gasto en enero”.
El economista Agustín Monteverde, en tanto, ve factible un déficit financiero cero, pero aclaró: “El tema es cómo conseguirlo. Y ahí sí tenemos un punto. Yo incluso esto se lo he manifestado al presidente en algún momento”.
“Yo no soy amigo de mejorar el cuadro fiscal por el lado de la recaudación. Creo que el problema de la Argentina, justamente, es el terrible nivel de presión tributaria que, en definitiva, está representado por la totalidad del gasto estatal, entonces, no es lo mismo trabajar por vía del gasto que por vía de la recaudación”, remarcó.
La sostenibilidad en el tiempo
“La recuperación de resultado fiscal va a venir de la mano de un ajuste del gasto superior a la caída de ingresos que va a tener enero. La clave del año pasa por sostener esa dinámica a lo largo de los meses”, aseguró Argañaraz en diálogo con Bloomberg Línea.
Por su parte, el economista y consultor Iván Carrino recordó que “en septiembre de 2021 hubo superávit financiero” y en enero de 2021 el resultado fue mínimamente negativo (sólo 3.000 millones AR$)”.
“En general, no me guiaría solo por lo que pasa un mes (enero 2023), sino que hay que ver cómo sigue la película en los próximos meses y ver si ese equilibrio de enero es sostenible y no se debió a congelamientos de gastos que luego no se puedan sostener”, apuntó.
En ese sentido, ejemplificó: “Según otra consultora, el gasto primario en jubilaciones cayó más de 40% en términos reales. Eso no parece que pueda ser sostenido en el tiempo. Obra pública cayó 70%, por ahí ese sí se mantiene”.
“En cualquier caso, sí espero ver un menor déficit fiscal este año porque va a mejorar la recaudación por el fin de la sequía, y porque se va a reducir el gasto del gobierno en obra pública, en subsidios energéticos, en empleo público y en empresas públicas”, estimó el también profesor de economía.
“Tal vez, producto de las idas y vueltas legislativas y los frenos a ciertas iniciativas de reformas no permitan que el Gobierno logre su ajuste de cinco puntos del PBI, pero probablemente sí consiga uno algo menor, digamos 3% o 3,5%. No es poca cosa”, opinó en declaraciones a este medio.