Buenos Aires — El Gobierno argentino apuesta al rol estratégico que el sector hidrocarburífero pueda cumplir en los próximos años, principalmente motorizado por la producción no convencional de gas y petróleo de Vaca Muerta. Ese rol estaría explicado por el abastecimiento interno de combustible y energía pero también por el factor exportador, que llevarían a este sector como el principal generador de divisas por detrás de la agroindustria.
Las proyecciones son optimistas, sin embargo hay adversidades para superar. Un informe de la consultora noruega Rystad Energy marca que si la producción de petróleo en Vaca Muerta se mantiene estable pasaría de 291 mil barriles diarios (febrero del 2023) a más de un millón de barriles diarios para la segunda mitad de 2030. No obstante, abre interrogantes respecto a las limitaciones en la capacidad de extracción y disponibilidad de plataformas.
En los últimos meses a Neuquén llegaron buenas noticias que confirman el interés de las empresas en el sector no convencional. El aumento en la capacidad de transporte de petróleo hacia Bahía Blanca, el regreso de las exportaciones a Chile y el proyecto de YPF de construir un “oleoducto sur” que cruce Río Negro hacia el oceano atlántico. Hay que sumar el gasoducto Néstor Kirchner, que desde el 20 de junio -si no fallan las estimaciones oficiales- permitirá transportar el gas de Vaca Muerta hacia la provincia de Buenos Aires.
Proyecciones hacia 2030
Según Rystad Energy, “el crecimiento previsto podría elevar el perfil de Vaca Muerta y posicionarla como una de las principales fuentes de producción de shale”, junto a desarrollos como los de Bakken o Eagle Ford, dos de las cuencas de shale más importantes de Estados Unidos.
Este crecimiento ayudaría a la provincia de Neuquén a convertirse en exportadora neta de petróleo aportando a las arcas del Estado Nacional “potencialmente US$20.000 millones en ingresos totales para 2030″. Según el informe, ese crudo podría dirigirse a Estados Unidos y Europa pero también a países de la región como Brasil, Chile y Perú.
Los desafíos de Vaca Muerta
El desarrollo de Vaca Muerta está sujeto a un país en crisis económica y sin dólares, factor que traba la importación de bienes e insumos. Lo marca Rystad: “Persisten grandes interrogantes que podrían alterar nuestras perspectivas de crecimiento a largo plazo. Las limitaciones de capacidad de extracción persisten y la disponibilidad de plataformas sigue siendo motivo de preocupación”.
Según la consultora noruega, “la normalización de los pozos de largo alcance requiere que los contratistas de perforación traigan a la región equipos de alta especificación capaces de manejar ese nivel de carga de trabajo”, y esto lleva " al primer cuello de botella importante que podría alterar el potencial de crecimiento de Vaca Muerta”.
“La capacidad de extracción de petróleo de Neuquén está saturada, pero hay varios proyectos previstos a corto plazo. Si todos estos proyectos se materializan según lo anunciado, Neuquén debería tener más de 1 millón de bpd de capacidad de evacuación en 2025″, dice el informe.