Buenos Aires — Tras la llegada al poder del Frente de Todos, el fundador de MercadoLibre, Marcos Galperin, tomó la decisión de volver a radicarse en Uruguay, descontento con la situación política de Argentina. Y es por ello, así como también por su buen vínculo con el expresidente Mauricio Macri, que muchos peronistas lo tienen en la mira.
Y fue así como el 15 de mayo el dirigente empresarial Leonardo Bilanski lo arrobó en Twitter burlándose de la crisis hídrica que atraviesa Uruguay: “Ah, pero hay seguridad jurídica. ¿Contemplaste esto en el modelo de negocios, Marcos Galperin? Pasaron cosas”, escribió y adjuntó una placa del diario argentino Página 12 que señala que “en Uruguay pidieron no regar las plantas, bañarse menos y no lavar el auto”.
Galperin respondió a la provocación de manera filosa: “Hacéte ver”, fue su lacónica contestación.
Luego, Galperin fue un paso más allá, copió ambos tuis y los pegó en un posteo que decía: “Este es el mensaje en el que me arrobaba y que borró Leo”. En realidad aquí hubo un error del fundador de MercadoLibre, ya que el tuit de Bilanski sigue disponible.
¿Quién es Bilanski?
Leonardo Bilanski es el presidente de la Asociación de Empresarios Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC), una cámara gremial de empresarios afín al peronismo. En 2003 había fundado una compañía dedicada a la fabricación de blisters.
Galperin y Uruguay
Además de haber cruzado el charco por segunda vez (ya había vivido en Uruguay antes de la llegada de Mauricio Macri al poder), Galperin mantiene una buena relación con las autoridades uruguayas.
El 11 de mayo estuvo junto al presidente Luis Lacalle Pou inaugurando la escuela Impulso en Casavalle, Montevideo. “Una donación para que 670 jóvenes del barrio puedan estudiar en forma gratuita con los más altos estándares educativos”, tuiteó, aquel día, Galperin.
Actualmente, Galperin es el único argentino que aparece en el listado de Bloomberg de los mayores multimillonarios del mundo: está en el puesto 408° a nivel global y en el 15° a nivel latinoamericano.
¿Qué pasa con el agua en Uruguay?
Durante los últimos tres años ha habido un déficit hídrico en Uruguay, que según los organismos meteorológicos se extenderá en el tiempo, lo que ha resultado en una disminución en los niveles de agua de los embalses que son utilizados por OSE para el suministro de agua potable después del proceso de tratamiento.
Como resultado de esta situación, Obras Sanitarias del Estado (OSE) se ha visto obligado a buscar fuentes de agua en otros embalses y a aumentar los niveles permitidos de salinidad. Como resultado, el agua que se suministra a través de las tuberías en Montevideo y el área metropolitana puede tener un sabor salado.
Según explica el diario El Observador, esto se debe a que Montevideo y Canelones consumen unos 650 mil metros cúbicos de agua por día y en épocas normales el 100% del agua se abastece de la represa Paso Severino, un embalse que hay en el Río Santa Lucía Chico.
Además, existen otras dos fuentes de suministro de agua en las que se basa el suministro de agua potable. Una de ellas es la unión del río Santa Lucía Grande con el Santa Lucía Chico en su desembocadura. La otra fuente es la transferencia de agua desde aguas abajo de la represa de Aguas Corrientes, que se encuentra en una sección del río Santa Lucía ubicada entre Aguas Corrientes y su desembocadura en el Río de la Plata.
Debido a la sequía, el volumen de agua en Paso Severino se ha reducido por debajo de su nivel habitual de metros cúbicos. Para alcanzar los 650 mil metros cúbicos necesarios, OSE está obteniendo 361 mil metros cúbicos de Paso Severino y 55 mil metros cúbicos del Santa Lucía Grande.
Los 234 mil metros cúbicos que faltan se están obteniendo de la represa de Aguas Corrientes, donde hay agua con mayor salinidad que en los otros embalses. OSE ha incrementado la cantidad de agua obtenida de Aguas Corrientes, lo cual ha provocado un aumento en la salinidad del agua del grifo. Para asegurar el suministro de agua, la empresa ha tenido que aumentar los niveles permitidos de cloruro y sodio.
Los límites anteriores eran de 200 mg/L para el sodio y 280 mg/L para el cloruro, pero ahora se permiten valores de hasta 400 mg/L de sodio y 700 mg/L de cloruro.