Bloomberg — Una sequía de proporciones bíblicas que está azotando a la Argentina no da señales de ceder, y las plantas de soja se siguen achicharrando en el cinturón agrícola pampeano.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires redujo el jueves último su previsión de cosecha por otro 14%, hasta 25 millones de toneladas métricas, lo que supondría la menor cosecha desde que comenzó a llevar registros en 2001. La cifra es también la más baja entre los principales pronosticadores.
“La sequedad combinada con las altas temperaturas sigue causando pérdidas de rendimiento en gran parte de la región agrícola”, escribieron en un informe los analistas de la Bolsa, dirigidos por Cecilia Conde.
Argentina está soportando su novena ola de calor de la temporada de crecimiento, cuando la norma es de tres o cuatro, lo que agrava su tercera sequía consecutiva alimentada por La Niña.
Para hacerse una idea de lo atroz que está siendo esta temporada, la Bolsa destacó que la producción media de los últimos años fue un 80% superior, con 45 millones de toneladas. Con la sequía anulando los avances tecnológicos agrícolas de las dos últimas décadas, los rendimientos también van camino de alcanzar un mínimo histórico.
La ínfima cosecha, recogida en el segundo trimestre, tiene graves implicaciones para la maltrecha economía argentina en un momento en que el país se encamina ya hacia la recesión y necesita desesperadamente dólares para exportar.
Argentina es el mayor exportador de harina de soja para la alimentación del ganado y de aceite de soja para cocinar y para biocombustibles, y los analistas de JPMorgan Chase & Co. ya advertían de que la situación en las Pampas está provocando “importantes lagunas en la matriz comercial mundial”.
Posteriormente, los futuros de la harina de soja han sido una de las pocas materias primas agrícolas que han registrado ganancias este año, incluso mientras Brasil, el principal productor de la oleaginosa, recoge una cosecha récord.
La Bolsa de Buenos Aires también recortó sus perspectivas para el maíz otro 4%, hasta 36 millones de toneladas.
--Con la colaboración de Joe Carroll y Michael Hirtzer.
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