Buenos Aires — La estrepitosa caída que se viene reflejando mes a mes en las proyecciones para la cosecha de la soja en Argentina no está logrando hacer piso. Este jueves, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) recortó su estimación para el 2023 desde las 27 millones hasta las 23 millones de toneladas.
Cabe recordar que en la campaña 2021/22, la producción se ubicó en torno al promedio de los últimos cinco años. De acuerdo a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, en el último lustro, ese promedio fue de unas 45 millones de toneladas anuales.
La sequía “catastrófica” se intensificó en gran parte de la Argentina entre finales de febrero y el 19 de marzo con una fuerte ola de calor, lo que empeoró las previsiones de cosecha para la soja y el maíz, explicó en su informe la BCR. Con respecto al maíz, la producción esperada es ahora de 32 millones de toneladas, en comparación con las 35 millones previstas hace un mes.
Las ventas al exterior de la soja y sus productos derivados representaron un tercio de exportaciones argentinas por un total US$88.446 millones en 2022. A raíz del impacto de la sequía, este año se espera que la soja genere ingresos por entre US$15.000-20.000 millones menos que el año pasado.
Los números rojos de la soja
“En la soja, la pérdida de área pasó de estimarse en 2,68 millones de hectáreas a principios de marzo a 3,58. Los rindes se desplomaron al limitarse aún más el número de granos por metro cuadrado y al afectar drásticamente su peso”, detalló la BCR. Y agregó: “En abril, se estima un rinde nacional de soja de 18,6 quintales por hectárea (qq/ha), el más bajo de los últimos 15 ciclos productivos de Argentina, quedando incluso por debajo de los 19 qq/ha de la 2008/09″.