Buenos Aires — El Gobierno argentino fijó el Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) que regirá para los sueldos de febrero que se pagan en marzo: el mismo se ubicará en $180.000 y aumentará a $202.800 para marzo.
Con este incremento, en marzo el SMVM habrá perdido cerca de un 20% contra la inflación respecto del haber fijado para diciembre de 2023 ($156.000). El salario mínimo no se actualizaba desde el último mes del año y en ese período Argentina sufrió una inflación del 25,5% en diciembre y del 20,6% en enero. Se espera que en febrero el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se ubique nuevamente por encima de los dos dígitos, aunque el ministro de Economía, Luis Caputo, anticipó el lunes en una entrevista que probablemente se sitúe más cerca del 10% que del 20%.
“No se ha logrado que las partes se pongan de acuerdo en la discusión por el Salario Mínimo, Vital y Móvil, y en caso de que esa circunstancia ocurra el Gobierno debe laudar entre las partes y fijar un salario mínimo, que ha quedado en $180.000 para el mes de febrero y en $202.800 para marzo”, explicó el vocero presidencial, Manuel Adorni.
Las declaraciones de Adorni llegan menos de una semana después de que el presidente Javier Milei afirmara en una entrevista que no tenía pensado fijar el SMVM, porque no le gusta que los políticos fijen precios.
“Entendemos que las paritarias deben ser absolutamente libres y que el Gobierno no tiene que participar de ellas. Hay un montón de paritarias en vías de llegar a acuerdos, y esa lógica tiene que seguir siempre”, señaló Adorni.
El vocero también señaló que el salario está atado estrictamente a un tema de productividad. “De hecho, el Decreto de Necesidad y Urgencia y la Ley Bases eran piezas claves para que eso avance con mayor celeridad”, amplió.
En Argentina, el SMVM funciona a modo de referencia y de piso de protección para los trabajadores, pero el común de los empleados formales cobra montos que están por encima, dado que se rigen, principalmente, por convenios particulares de los gremios.
Por otro lado, el SMVM ha perdido valor referencial, dado que quedó muy por debajo de la canasta básica total, que es la que define la línea de la pobreza: en enero una familia con dos niños necesitó más de $596.823 para no ser pobre en Argentina, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
De hecho, si en una familia de cuatro integrantes un individuo cobra en febrero el salario mínimo no le alcanza para cubrir la canasta alimentaria de enero ($285.561), es decir, está por debajo de la línea de la indigencia.
Si bien en los papeles el SMVM es un piso para los trabajadores formales, en la práctica ayuda para dar una referencia a salarios informales.
También tiene impacto en el plan Potenciar Trabajo (50% de un SMVM) y en qué trabajadores pagan impuesto a las ganancias (quedan afuera los que ganan menos de 15 salarios mínimos).
