Buenos Aires — El barrio parece abandonado. No es la hora de la siesta. Sin calles pavimentadas, el polvo y el viento hacen que caminar sea insoportable. “Es horrible”, dice Marta, que atiende un almacén en el barrio de la meseta, la zona más humilde de la ciudad de Añelo, la ciudad de Vaca Muerta. Marta llegó hace apenas unas semanas para acompañar a su marido petrolero. Vino del norte y ya se quiere volver. Es el resultado de la falta de infraestructura de una ciudad colapsada que no supo -o no pudo, o no se quiso- acompañar el ritmo del crecimiento hidrocarburífero.
Como Marta, hay muchas. Añelo creció más del 60% entre el censo del 2010 y el del 2022. De 10.786 habitantes a 17.893, según datos oficiales. A eso se suma cerca de diez mil trabajadores que diariamente ingresan a la ciudad. A pocos metros de la zona urbana, está el acceso a los pozos de la formación geológica a la que se llamó Vaca Muerta. Es el segundo reservorio de gas no convencional del mundo y el cuarto en petróleo no convencional.
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A metros del segundo reservorio de shale gas del mundo, cerca de 700 familias no tienen acceso a la red de gas natural, según los cálculos del intendente, Milton Morales, quien dejará su cargo este año.
De Salta, Misiones, Formosa. De todos lados. También de Venezuela y otros países de la región. La demanda de empleo de las petroleras, constructoras y proveedoras de servicio, llenó la ciudad de habitantes. Más de lo que puede soportar. No hay sistema de salud ni de educación que aguante. Al desborde demográfico se suma una triste paradoja: a metros del segundo reservorio de shale gas del mundo, cerca de 700 familias no tienen acceso a la red de gas natural, según los cálculos del intendente, Milton Morales, que tras dos mandatos, dejará su cargo este año.
Tampoco hay acceso a agua potable, agrega el intendente electo, Fernando Banderet. “Las petroleras llevan millones de litros para el fracking (fractura hidraúlica, la tecnología no convencional de extracción de gas y petróleo) que la sacan del río Neuquén. Si ellos la pueden transportar por kilómetros y kilómetros, y millones de litros de agua, cómo justificamos nosotros que no pueda llegar a la gente”, dice Fernando, en una estación de servicio en el alto de Añelo, sobre la ruta 7, que todos los días se llena de trabajadores -mayormente hombres- con mamelucos de colores, identificados con las empresas.
Uno de esos es Sergio, que trabaja en una de las petroleras más grandes de Argentina y pasa catorce días en los pozos y catorce días con su familia, en la capital de la provincia. Hace más de treinta años que se desempeña en el sector y vio, en primera persona, la llegada de la tecnología no convencional y la revolución que hoy atraviesan Neuquén y Argentina, que condicionan su futuro a los dólares que puedan ingresar por esta actividad. “Todos los días aprendo algo nuevo”, dice Sergio, que ya hace cuentas en miras a la jubilación.
El impacto de las elecciones
Es una semana especial en Añelo y en Neuquén. El domingo, la ciudadanía estableció un giro histórico. Tras más de 60 años, el Movimiento Popular Neuquino perdió una elección a gobernador. Rolando Figueroa, exMPN, será gobernador de Neuquén a partir del 10 de diciembre. Ese giro se replicó en Añelo. Morales siguió los pasos de Figueroa y respaldó la candidatura de quien será su sucesor, Banderet, proveniente del gremio de la UOCRA.
Cincuenta militantes de la agrupación Azul y Blanca, la pata política del sindicato de petroleros privados, escuchan a sus delegados, en una sesión catártica tras la derrota del domingo. Los petroleros, acompañaron a Marcos Koopmann, el candidato oficialista a gobernador. La palabra traidor, y traidores, suena más de una vez. En la pared, un retrato del secretario general del gremio, Marcelo Rucci, dice: “La agrupación azul y blanca es lealtad, no es para vivos que vinieron acá para tener un cargo y después sacaron los pies del plato. Esos son traidores”.
Un militante pregunta qué pasará con los traidores. “¿Qué vamos a hacer?”. “En la política se suma y se multiplica, no se resta”, lo corta, seco, el delegado regional del sindicato, Ricardo Jara. “Richi” se crió en Añelo. Trabajó en los yacimientos hasta que decidió dedicarse a pleno a la vida sindical.
Añelo no es la única ciudad que creció estos años. 135 kilómetros hacia el norte, en Rincón de los Sauces (municipalidad de Pehuenches) el crecimiento fue del 39%, de 24.087 habitantes a 33.545 39,27%. Desde Añelo, 56 kilómetros hacia la ciudad capital, está San Patricio del Chañar, localidad que varios trabajadores eligen por considerar que está más preparada que la ciudad de Añelo.
Para ir de Chañar hacia Añelo, y luego Rincón (con un desvío en la ruta 5), debe transitarse la ruta 7 que, según Morales, fue reasfaltada tres o cuatro años atrás pero que ya necesita una nueva obra. “La 7 está colapsada. No se preparó y consolidó para lo que es el desarrollo de Vaca Muerta, por eso el estado que hoy tiene y la cantidad de accidentes que tenemos en la ruta”. Utiliza el siguiente ejemplo: “Años atrás, entre Neuquén capital y Añelo, a 110 kilómetros de distancia, tardábamos alrededor de 45 y 50 minutos, hoy se tarda tres horas”.
Esa ruta 7 es, sin embargo, parte del poco pavimento que se ve en Añelo. En el casco de la ciudad, sólo once calles están pavimentadas. Calles en donde aparecen cada día más obras de viviendas. Cuatro familias buscan en Añelo un lugar donde vivir por semana, cuenta el intendente.
“Realmente es un gran desafío, es una enorme complejidad la que ha generado el desarrollo de Vaca Muerta, sobre todo en urbanizaciones como la nuestra que demandan cada vez más servicios”, dice Morales desde una estructura de cemento que reemplazó la vieja municipalidad de madera. Al reclamo lo direcciona hacia el Gobierno provincial, al señalar que los únicos recursos que recibe el municipio es el fijado por la coparticipación en 1994, cuando a esta la ciudad la habitaban 501 personas.
La ruta 7 está colapsada. No se preparó y consolidó para lo que es el desarrollo de Vaca Muerta, por eso el estado que hoy tiene y la cantidad de accidentes que tenemos en la ruta
Milton Morales, intendente de Añelo
Al colapso de la ruta, las viviendas y la falta de servicio, se le suma la demanda de las plazas hoteleras, casi siempre ocupadas por los que hacen diagramas, como se le dice a los esquemas laborales de los petroleros que no residen en Añelo y viajan para sus turnos: de catorce días por siete, siete por siete, catorce por catorce, según el oficio y la jerarquía.
En el caso de Matías y José es de catorce por siete. Están en las vísperas de su última jornada laboral previo a regresar a la ciudad capital para descansar siete días junto a su familia. Disfrutan una cerveza mientras Boca consigue un triunfo agónico por Copa Libertadores. Tienen cerca de 30 años y hace más de cinco que están en la actividad.
Matías comenta la novedad que ese día llegó desde la Ciudad de Buenos Aires: Rucci, el secretario general del gremio, consiguió un aumento del 23% para el trimestre entre abril y junio, en lo que es el primer acuerdo del año paritario 2023 - 2024. Hoy, quienes trabajan como operarios en la exploración o perforación, ganan en torno a los $500 mil. Matías lo reconoce como un buen sueldo. Pero no es suficiente. Matías ya está resignado. Trabajo de fuerza, cualquiera sea el clima y con distintos riesgos que se presentan cada día.
“Nuestros afiliados están bien pero queremos que estén mejor. Somos unos de los mejores pagos, me animo a decir del país, pero estamos abajo de la inflación. Además, hay que estar todos los días en el campo, lejos de la familia, desarraigado, no poder ver a tus hijos todos los días”, dice Jara.
Pero en Añelo no son todos petroleros. O petrokas, como se le dice en jerga. Sin embargo, los locales se quejan de que los precios de la emergente ciudad parecen diseñados para ellos, los petrokas. Con alquileres que pueden superar los $80.000. El kilo de asado está a $3.500, se resigna un vecino. La inflación de tres dígitos anual llega a cada rincón del país.
Banderet suma otro problema. El ambiental. “Cómo le explico al vecino que tenemos tratamiento de los hornos pirolíticos que queman lo contaminado. La contaminación no se discute, está fuera del éjido municipal. No hay política ambiental preparada”.
El futuro de Vaca Muerta
Esa misma semana se reunieron en Neuquén capital los ejecutivos de las principales compañías que operan en Vaca Muerta y compartieron las proyecciones que esperan para los próximos años. El consultor Nicolás Arceo, estimó: “Con un sendero de crecimiento similar al del año último (13,5%) de acá al final de la década, Argentina estaría produciendo 1.250.000 barriles día de petróleo, lo que implica cerca de 750 mil barriles de exportación que, a US$70 el barril, serían US$19.000 millones”.
“En el gas, incluyendo proyectos de GNL como el que acordaron YPF y Petronas, se podría alcanzar los 12 millones de toneladas por año en 2030, lo que permitiría US$20 mil millones de saldo comercial positivo del sector en hacia finales de la década y un nivel de exportaciones por encima de los US$25 mil millones (entre petróleo y gas)”, según los cálculos de Arceo. Son números similares a los del complejo sojero en exportaciones en 2021 y duplica las del complejo cerealero ese año.
“Siempre vendieron a Añelo como Dubai, y la realidad es que es una villa miseria al lado de la riqueza que se está sacando. Es uno de los condicionamientos que vamos a tener en el municipio, que nos brinden los recursos que necesita Añelo”, cierra Banderet, la persona que administrará el municipio a partir del 10 de diciembre de 2023.