Buenos Aires — Mientras crece la incertidumbre respecto del futuro de la Ley de Alquileres en Argentina, los aumentos por contrato deben seguir tomando como referencia a la normativa vigente, por lo que aquellos que tengan que afrontar la actualización anual, deberán abonar subas que rozan el 100%.
De acuerdo con la Ley de Alquileres que entró en vigencia el 1° de julio de 2020, los precios se actualizan una vez por año, en el mes en el que entró en vigencia el contrato.
Ese aumento depende de un índice para contratos de locación (ICL) que periódicamente actualiza el Banco Central (BCRA), el cual está conformado por partes iguales por las variaciones mensuales del índice de precios al consumidor (IPC) y la remuneración imponible promedio de los trabajadores estables (RIPTE).
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Si se toma en cuenta la evolución de ese índice, el incremento de un contrato que fue firmado en mayo de 2022 y - por lo tanto se debe actualizar este mes - se ubica en torno al 95%.
De ese modo, si una persona debía pagar $80.000 mensuales de alquiler, con el incremento establecido por el ICL, deberá pagar ahora más de $156.000.
El efecto de la inflación
El Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO) analizó que “el contexto de aceleración inflacionaria suma incertidumbre a la hora de tener que fijar valores que van a regir durante doce meses”.
“Esto, que es un problema de la macroeconomía más allá de las condiciones contractuales, se viene traduciendo en altos valores de entrada que, si bien con los ritmos de inflación actuales se licúan rápidamente, constituyen una barrera significativa para ingresar en un nuevo alquiler”, explicó.
Por ello, aseguró que se observa un aumento en el porcentaje de ofertas expresadas en dólares, fundamentalmente a partir de febrero de 2022.
