Caputo viaja a Washington pero en el Gobierno ponen paños fríos a la negociación con el FMI

El ministro de Economía argentino parte este domingo a Washington. Desde el equipo económico aseguran que aunque se reúna con representantes del FMI, eso no implica el inicio formal de las conversaciones para un nuevo programa

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Buenos Aires — Luis Caputo viaja este domingo a Washington DC para participar de las reuniones anuales del FMI, pero en el Gobierno ponen paños fríos respecto del inicio de la negociación para un nuevo programa. La expectativa de que se firme un nuevo acuerdo para refinanciar la deuda de US$44.000 millones se fue diluyendo en los últimos meses, pese a que restan apenas 10 semanas para la finalización del Programa de Facilidades Extendidas firmado en marzo de 2022.

La necesidad de alcanzar un nuevo programa corre para las dos partes. Para Argentina, el Fondo es su principal acreedor y los montos adeudados requieren algún tipo de acuerdo. Y para el FMI, Argentina es su principal deudor. Pero esa necesidad no necesariamente implica urgencia. En 2025, el país no enfrenta vencimientos de capital con el organismo, y a juzgar por las últimas declaraciones del propio Caputo y del presidente Javier Milei las necesidades de fondos frescos para eliminar el cepo cambiario también pasaron a segundo plano.

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Una fuente del equipo económico negó a Bloomberg Línea que las negociaciones formales para el nuevo acuerdo fueran a comenzar en este viaje de Caputo a la capital estadounidense. Y ante la consulta respecto de si estaba prevista una reunión con representantes del organismo internacional, sintetizó que aunque se reúna no es para comenzar nada aún.

Eso no significa, sin embargo, que no vaya a haber avances en ese sentido. Para el exrepresentante argentino ante el FMI Héctor Torres, “es entendible que solo anuncien el inicio de las negociaciones cuando estén seguros de que pueden concluir bien”.

Sebastián Menescaldi, economista de Eco Go, tampoco ve en el corto plazo que el Gobierno o el FMI tengan incentivos a acelerar un nuevo acuerdo.

“Desde el FMI van a pedirte que acumules más reservas y con el esquema actual sólo se hace dando anabólicos a la tasa en dólares para que lleguen dólares financieros, lo cual no es sustentable de largo plazo. Y el Gobierno va a querer tener controlada la brecha, intervención mediante”, explicó.

Una posibilidad que mencionan analistas es que el equipo económico del Gobierno esté esperando a anunciar el acuerdo con el FMI una vez que esté la decisión de unificar el tipo de cambio. Y para ello, señalan, es posible que el oficialismo esté esperando a ver cuántos dólares obtienen del REPO con bancos.

Ante ese escenario, y dado que no hay pagos de capital hasta mediados de 2026, es que señalan que el timing puede estar atado a la decisión de salir del cepo cambiario. A no ser que busquen fondos frescos para acelerar la apertura, indican, el apuro por el nuevo programa se diluye.

Pero incluso esa posibilidad de solicitar ‘nueva plata’ al FMI pareció quedar en segundo plano. El propio Caputo lo reconoció días atrás en una entrevista con LN+, en la que aseguró: “No decidimos todavía lo que vamos a hacer”.

“Ahora tenemos la novena y décima revisión que podemos hacerlas juntas o no, y en función de cómo evolucionen otras variables de la economía, pediremos o no un nuevo programa, con el objetivo de que haya nuevos desembolsos”, añadió.

El desembolso inicial importante y de libre disponibilidad, es decir que el BCRA lo pueda usar para intervenir en el mercado cambiario (léase para comprar pesos caros), creo que desde siempre fue la píldora que más le cuesta tragar al FMI”, explicó Torres.

Lo concreto es que será el primer cara a cara entre las partes después de que el Board del Fondo anunciara el recorte de los sobrecargos que se aplican a los países deudores. La decisión fue rápidamente celebrada por el Gobierno argentino, que no tardó en calcular que implicará un ahorro de US$3.200 millones y una reducción de casi 30% del pago de cargos y sobrecargos en el préstamo con el FMI.

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Ante esta decisión, calculó Menescaldi, el peso de los intereses que debe pagarle Argentina al FMI durante el año próximo se recortaría de US$3.136 millones a la zona de US$2.750 millones, aunque aclaró que se trataba de una estimación preliminar. “No está la fórmula exacta. Dice un ahorro de 36% de los sobrecargos”, indicó.

Según datos de la consultora Quantum Finanzas, citados por Chequeado.com, el ahorro sería cercano a U$S 315 millones.

También será el primer encuentro después de la revelación que dejó el presidente Javier Milei respecto del futuro del tipo de cambio. El martes, al cerrar las Jornadas Monetarias 2024 organizadas por el Banco Central, había señalado: “”Si no hay exceso de oferta de pesos puedo abrir el cepo aun cuando no tenga dólares, porque voy a un sistema de tipo de cambio flexible”.

El esquema cambiario que adoptaría la Argentina, cabe recordar, venía siendo mencionado por analistas como uno de los principales contrapuntos de la negociación. El escollo central durante esta etapa, sin embargo, sería la inquietud del Fondo por conocer la hoja de ruta del Gobierno para eliminar el cepo. Desde el Gobierno, en cambio, ya se encargaron de remarcar en estas últimas semanas que no apurarán la salida de los controles cambiarios.

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