Buenos Aires — Luis Caputo apuntó contra la oposición por las demoras en la aprobación de la Ley Bases y confesó que dentro del oficialismo aún esperan que “llegue nueva planta” del Fondo Monetario Internacional (FMI) una vez que se alcance un nuevo acuerdo.
Al participar este martes de un panel sobre la cultura de la libertad de un encuentro organizado por el Instituto Cato y Fundación Libertad y Progreso, el ministro de Economía argentino aseguró que “este Gobierno no va a renunciar al orden macroeconómico”. En esa línea, recalcó la importancia de que se aprueben la Ley de Bases y el paquete fiscal en en Congreso aunque también anticipó que “si no llegara a pasar, el Gobierno no va a cambiar el rumbo y el país se va a recuperar igual” más allá de que reconoció que “lamentablemente va a costar más”.
Horas antes de que el Senado empiece a tratar las reformas que impulsa el presidente Javier Milei, Caputo consideró que “se está hablando mucho de la ley en forma binaria: que si pasa, que bueno, y si no pasa, que desastre” y marcó que “no es así”.
“Es muy bueno que la ley pase, es una ley para los argentinos, va a ser un potenciador de la situación económica. Pero (si no se aprueba) no va a alterar el hecho de que este país se va a recuperar. Si la ley no llegara a pasar el gobierno no va a cambiar el rumbo y el país se va a recuperar igual. Lamentablemente va a costar más”, dijo.
Por eso, Caputo expresó que “ojalá haya responsabilidad del Congreso y la ley salga”, aunque se mostró escéptico de las intenciones de la oposición. En caso de un revés por parte del Congreso, advirtió que “todos los dedos van a quedar marcados” y hará que “el año que viene el presidente gane con el 60% de los votos”.
Para el ministro de Economía argentino “toda la oposición sabe que esta ley favorece a los argentinos” y por ello apuntó contra “la mezquindad” de un sector de la oposición. Incluso, señaló que la única preocupación de algunos legisladores es qué pasará con “el negocio multimillonario” que para muchos representa la política si el presidente Javier Milei se queda ocho años en el poder.
“Esa es la realidad de por qué está pasando. Se preguntan qué pasa si les votamos esta ley y se quedan ocho años, qué pasa con ese negocio multimillonario. Eso es lo que está pasando por sus cabezas”, apuntó.
“No nos enganchemos con que 30 personas en el Senado atenten contra nuestras expectativas. La mejor forma de combatir a esta gente, que lo único que quieren es seguir en el pasado para manejar negocios, es apoyar el modelo”, añadió.
Nuevo programa con el FMI y expectativa de fondos frescos
Por otra parte, y de cara a le expectativa de que este jueves el FMI apruebe el desembolso de unos US$800 millones correspondientes a la aprobación de la octava revisión del programa, por el cumplimiento de las metas correspondientes al primer trimestre, Caputo dijo que la Argentina y el FMI se encuentran ahora en un proceso de evaluación.
Pero una vez que eso ocurra, adelantó que “a partir de ahí empezaremos a hablar del nuevo programa”, y que “no va a ser algo nuevo” ya que se trata de un programa que el equipo económico viene trabajando desde agosto del año pasado. “Intentaremos que con el nuevo programa llegue nueva plata”, confesó.
Herencia “calamitosa”, suba del dólar y el riesgo país, y apoyo de la sociedad
Luego de hacer un extenso repaso de la herencia “calamitosa” que recibió el presidente Javier Milei al llegar al poder, a la que volvió a calificar como “la peor de la historia” por tratarse de una “combinación de lo peor del Rodrigazo, de la hiperinflación de Alfonsín-Menem y del 2001″, el titular del Palacio de Hacienda destacó lo hecho por el presidente Javier Milei y su equipo económico en los últimos seis meses, además de resaltar el apoyo de la sociedad.
“El país votó un presidente que se animó a hacer eso que hoy muchos quieren subestimar. Se hicieron en cinco o seis meses cosas que no se hicieron en 100 años”, subrayó.
Entre los desequilibrios salientes heredados, mencionó el déficit consolidado de cinco puntos del PBI, “un BCRA absolutamente desmantelado” en el que “no había reserva alguna” y no estaban siquiera “los dólares de la gente”, y “tres bases monetarias en pasivos remunerados que a la tasa de ese momento (133% de TNA) implicaba emitir una base monetaria más cada dos meses y medio”.
Respecto de ese elevado stock de deuda remunerada del BCRA heredado, también apuntó contra las sugerencias de economistas que pretendían que se aplicaran nuevas subas de tasa. “Si aplicábamos la teoría económica básica, de subir la tasa, lo único que hubiéramos logrado era exacerbar los desequilibrios. Hubiéramos tenido que emitir una base monetaria por mes. La consecuencia de eso es que ya estaríamos en hiperinflación y se hubiera hecho imposible salir del cepo cambiario”.
“Para la Argentina de ese momento, eso hubiera sido un error de características fatales”, alertó.
Por todo ello, Caputo dijo que “lejos de un clínico, lo que se necesitaba era un grupo de cirujanos” y añadió: Teníamos un país con cáncer fiscal, metastasis financiera, cambiaria, institucional. Un paciente más cerca de pasar del otro lado que de recuperarse”.
La sumatoria de los desequilibrios heredados, añadió Caputo, representaban “una coctelera que hacía que la hiperinflación estuviera a la vuelta de la esquina”. Por ello, destacó que “el paciente salió sano” y pidió que “valoremos eso cuando dicen que no estamos creciendo; hay que hacer comparaciones realistas”.
“Todo esto pasó por una razón: porque se hicieron los deberes. No es una casualidad que las cosas hayan mejorado, es una causalidad. La sorpresa es que se hicieron los deberes que no se hicieron en 100 años, no las consecuencias”, destacó.
Para el ministro de Economía argentino, esto fue posible porque “la gente apoya el cambio y lo va a seguir apoyando”. Y destacó: “Están haciendo un esfuerzo enorme y entendió que este es el camino correcto. Saben que no se sale de 20 años de populismo en seis meses. Imprimir plata es una zoncera que si fuese razonable se aplicaría en todos los países del mundo. La gran mayoría de la gente entendió que no hay que volver ahí”.
Por último, Caputo relativizó las recientes subas de los dólares paralelos y el riesgo país y responsabilizó a “la política”.
“La política va a tratar de meter la cola. No se enganchen con eso. La macroeconomía está ordenada. El ruido esta vez no va a afectar: tenemos superávit fiscal, comercial, y no está ese sobrante de pesos para hacer daño. Es la primera vez que estamos en una posición sólida porque los argentinos eligieron un cambio de rumbo”, dijo.
Por todo ello, dijo estar tranquilo por la volatilidad de las últimas semanas. “No me asusta. He pasado por 500 crisis. Para que haya una crisis es condición necesaria que haya desorden macro, hoy no la hay”.
La suba del dólar y del riesgo país, agregó, es solo “atribuible a la política” ya que se produjo en un mes de mayo en el que “fue récord de superávit fiscal y en el que la inflación bajó a la mitad”. Respecto del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que dará a conocer el Indec este jueves, aseguró que el número “empieza con cuatro”, mientras que del riesgo país consideró que estaría en torno a los 1.000 puntos o por debajo si se hubiera aprobado la Ley Bases.