Buenos Aires — Luis Caputo anticipó este martes que el Gobierno argentino obtuvo un superávit financiero “importante” en octubre y que “el año que viene, en algún momento, se va a salir del cepo”. Al participar este martes de la Conferencia Anual 2024 de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), el ministro de Economía argentino se mostró satisfecho con el rumbo económico del país al considerar que “nunca hubo un momento mejor que este”, más allá de que dejó entreabierta la posibilidad de que el cepo cambiario se sostenga durante 2025. Además, subrayó que “Argentina no tiene que ganar competitividad devaluando”.
Durante su exposición, el titular del Palacio de Hacienda volvió a expresar que el Gobierno de Javier Milei recibió “la peor herencia de la historia”, en la que la situación económica era “fatal” ya que el país no disponía de recursos ni credibilidad. “Por eso planteamos que íbamos a tener que mostrar resultados desde el día uno”, dijo antes de reforzar la importancia del ancla fiscal al anticipar que “en octubre vamos a estar nuevamente con un superávit financiero importante”.
Pese a ello, Caputo volvió a poner paños fríos respecto de la eventual apertura del cepo cambiario. “Salir del cepo es un tema de condiciones y no de tiempo. Con el tiempo, esas condiciones van a seguir mejorando. Queremos hacerlo cuando estemos 100% seguros de que no va a generar ningún problema en la economía”. Pero a diferencia de otras oportunidades, Caputo sí trazó este martes un horizonte temporal respecto de la liberación de los controles al manifestar que “el año que viene, en algún momento, se va a salir del cepo”.
Aun así, dejó entreabierta la posibilidad de que esa apertura no se produzca de manera total en los primeros meses del año dado que recordó que “no es cierto que con cepo no se puede crecer” y que “Argentina, el año que viene, va a estar creciendo al 5% o más, aún con cepo”.
Frente a las críticas de economistas privados y ex funcionarios del Gobierno anterior respecto de un posible retraso del tipo de cambio, Caputo reiteró que “Argentina no tiene que ganar competitividad devaluando”, ya que eso generaría “una falsa competitividad”. En cambio, manifestó que el país debe ganar competitividad bajando impuestos.
“Argentina tiene tranquilamente 7 u 8 puntos de impuestos que no pueden estar, empezando por las retenciones, los impuestos a los débitos y créditos, y a nivel provincial, Ingresos Brutos. Esos últimos son los tres peores impuestos que, en la medida que nosotros tengamos superávit, no tengan ninguna duda que los vamos a ir eliminando”, adelantó.
Señales respecto de la inflación y el ritmo de devaluación
Apenas horas antes de que el Indec de a conocer el Índice de Precios al Consumidor, Caputo anticipó que “la inflación prácticamente convergió al crawl más la inflación internacional”. Eso, sumado a que “la brecha está en los mínimos históricos de los últimos cinco años” y a que “la economía se está recuperando” llevó a Caputo a sostener que “nunca hubo un momento mejor que este”.
Por todo ello, manifestó: “No tenemos dudas que los buenos resultados van a seguir. Cada vez vamos a ir convenciendo a más gente. Hoy hay bastante más entusiasmo porque el proceso de desinflación continúa y la economía hoy ya se está recuperando y fuertemente”.
“Argentina está en un momento que va a cambiar su historia. Mientras más rápido confíen e inviertan en el país, más rápido vamos a crecer. No tengan dudas de que Argentina va a ser el país estrella durante los próximos 30 años”, cerró.
Horas antes, al participar del Simposio del Mercado de Capitales y Finanzas Corporativas del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), el vicepresidente del Banco Central (BCRA), Vladimir Werning, dejó entrever que la desaceleración del ritmo de devaluación empieza a acercarse de la mano de la trayectoria que viene mostrando la inflación.
A medida que la inflación mensual fue desacelerando de manera gradual en los últimos meses, el rol del crawling peg, expresó Werning, empezó a cambiar en los últimos meses producto de la desaceleración de la inflación. Es que según manifestó, pasó de actuar como ancla que contenía a la inflación a convertirse en un factor inercial que la empuja al alza. “Ese crawl fue un ancla. Hoy, a medida que las expectativas inflacionarias convergen hacia él, actúa más como un factor de inercia”, dijo.
Por la tarde, minutos después de que se conociera el dato de inflación de octubre, el propio Javier Milei adelantó cuándo prevén desacelerar el ritmo de devaluación. “Si le restamos la inflación inducida (devaluación prefijada + la inflación internacional), la inflación monetaria viene viajando al 0,2% mensual, esto es, 2,4% anual. De confirmarse dos meses más esta inflación se bajará la devaluación mensual al 1%”, expresó.
