Buenos Aires — La salida de Nicolás Posse del Gabinete de Javier Milei y el ascenso de Guillermo Francos como nuevo jefe de Gabinete desnudó mucho más que la interna que existía dentro del oficialismo. Reflejó también un “error de diseño” y una falencia de “volumen político” de una Administración que llegó al poder con baja representatividad legislativa, que ahora busca subsanar para acelerar la aprobación de sus reformas en el Congreso.
Casi seis meses después del cambio de gestión, Francos asumirá un rol aún más protagónico. Será el jefe de un Gabinete al que próximamente se sumará Federico Sturzenegger, aunque aún resta por conocerse el nombre la cartera qué conducirá. Las áreas de competencia del expresidente del Banco Central (BCRA), en cambio, si parecen definidas: serían la modernización del Estado y la desregulación económica, según adelantó el propio Francos este martes en su primera conferencia de prensa como flamante jefe de Gabinete.
En Casa Rosada esperan que el hasta ahora ministro del Interior “aporte su profesionalismo, experiencia y capacidad política”. Analistas privados coinciden con esta visión. “Francos fue el responsable de sostener la relación con la oposición y con los gobernadores provinciales, algo que es crucial dado la posición de extrema debilidad del oficialismo en el Congreso”, explica Ignacio Labaqui, politólogo y analista senior de Medley Advisors. “Con la designación de Francos, Milei nos ayuda a interpretar que entendió de qué adolece, porque termina promocionando al lugar más importante del equipo a la figura más políticamente experimentada”, coincidió Lucas Romero, también politólogo y director Synopsis Consultores.
La salida Posse, según los analistas
El lunes, el Gobierno confirmó la renuncia de Posse a través de dos comunicados que dejaron expuestas las diferencias dentro del oficialismo. Para Labaqui, “a priori la salida de Posse no parece ser un problema, sino más bien una solución”.
“Si tal como reportan los medios estaba enfrentado con Karina Milei y Santiago Caputo, y aparte era el responsable de las demoras en el nombramiento de segundas líneas, diría que su salida es positiva”, argumentó. Pero acto seguido, subrayó: “Lo que no es positivo es que en tan pocos meses hayamos visto tantos cambios en primeras y segundas líneas del gabinete. Refleja dificultades de gestión importantes. Lo mismo que la cantidad de vacantes que aún hay por cubrir”.
Lucas Romero, por su parte, diferenció que “la salida de Posse es consecuencia de un conflicto entre el presidente y su jefe de gabinete, y no la consecuencia de una decisión de Milei de reorganizar su gabinete”.
El director de Synopsis tampoco pasó por alto el hecho de que la salida del ahora ex jefe de Gabinete se diera a menos de seis meses del cambio de gestión. “No es menor el dato que ocurra tan temprano”, indicó recordando que Posse terminó siendo uno de los jefes de Gabinete que menos tiempo duró en el cargo en las últimas décadas (apenas 169 días), siendo solo superado por Jorge Capitanich en el Gobierno de Eduardo Duhalde (120 días).
La salida, sumó, también es parte “de la inexperiencia del Gobierno”, que se vio reflejada en lo que consideró “un error de diseño de gabinete original”. Ese error, dijo, “fue poner en el cargo más importante del equipo de gobierno a una persona sin experiencia en gestión pública, y sin vocación o predisposición de hablar y comunicar la gestión pública de gobierno”.
“Todo termina saliendo mal porque la relación entró en crisis. Pero había una persona que nunca pareció ser la decisión ideal para liderar un gabinete de un presidente tan particular como es Milei, que gobierna en minoría”, reflexionó.
Qué le aporta Francos al Gobierno
En el comunicado que dio a conocer el lunes por la noche, la Oficina del Presidente ya había destacado la figura de Francos y señalado lo que el flamante jefe de Gabinete puede aportarle al Gobierno.
Además de “brindar mayor volumen político” y aportar “su profesionalismo, experiencia y capacidad política” desde Casa Rosada hicieron hincapié en que Francos fue “uno de los artífices de la gesta que llevó a Javier Milei a la presidencia” y subrayaron el hecho de que es “reconocido por todas las fuerzas políticas por su capacidad de gestión y consenso”.
Para Romero, con la designación de Francos, “Milei está confirmando, o nos ayuda a interpretar, que entendió de qué adolece, porque termina promocionando al lugar más importante del equipo de gobierno a la figura más políticamente experimentada”.
A su juicio, con el ascenso de Francos a la Jefatura de Gabiente, Milei entendió que su Gobierno estaba precisando mayor gestión política, entendiendo por ello como el conjunto de acciones orientadas a facilitar la construcción de mayorías para la toma de decisiones colectivas.
“Este es un gobierno en minoría que necesita de mucho diálogo y de mucha pericia política para poder construir los consensos que necesita para tomar las decisiones que quiere tomar”. Por ello, calificó la decisión de Milei como “una señal de pragmatismo y de flexibilidad”, por lo que anticipó que el cambio de jefe de Gabinete “puede tener repercusiones positivas” a la hora de aprobar la ley bases del Congreso y de demostrarle al mercado que está en condiciones de sacar leyes.
“Esto puede ser facilitador de que se logren los consensos, porque los gobernadores ahora entiendan que hay un Francos fortalecido, que está legitimado para ser interlocutor y puede ser alguien que pueda enhebrar los intercambios y los toma y daca necesarios para los consensos para sacar las leyes”, argumentó.
Por último, analizó que la decisión también puede ser vista como una ratificación de que “Milei no tiene muchas intenciones de involucrarse en lo político”, motivo por el cual “termina promocionando como figura más importante de su equipo de gobierno a un dirigente político profesional, de carrera”.
“Probablemente el mercado lo lea así, si el mercado veía que a este gobierno le podía faltar algo de política, bueno, Francos puede ser una señal de que podemos tener un gobierno con algo más de volumen político para poder ejecutar su programa de gobierno y sobre todo su programa económico con éxito”, dijo.
Similar diagnóstico brindó Labaqui, quien recordó que “Francos como ministro del Interior fue el responsable de sostener la relación con la oposición y con los gobernadores provinciales, algo que es crucial dado la posición de extrema debilidad del oficialismo en el Congreso”.
En esa línea, el politólogo y analista senior de Medley Advisors también manifestó que “Francos suma poder dado que va a ser jefe de gabinete y conserva a Interior bajo su égida”. Por todo ello, marcó: “A priori, darle poder a un político experimentado, en un gobierno en el que las figuras con agenda y con conocimiento de la política no abundan, debería ser positivo”.
Marcelo J. García, director para América de Horizon Engage, consultora de riesgo geopolítico con sede en Nueva York, también había expresado, en diálogo con este medio que “Francos mostró en estos meses como ministro del Interior una capacidad de la que Posse carecía para buscar acuerdos con el Congreso y con los gobernadores con objetivos concretos”.
“Creemos que el cambio va a tener un impacto de neutro a positivo en los inversores extranjeros, porque abre una expectativa a un mejor funcionamiento cotidiano de la Casa Rosada ante los desafíos que vienen”, había anticipado.
La visión del mercado
Al respecto, Javier Casabal, estratega de renta fija de Adcap Grupo Financiero, consideró que “la corrección más grande ya se hizo” y consideró que la misma estuvo “más vinculada con todo lo que es gobernabilidad”.
Para el analista financiero, “el hecho de que se esté demorando más de lo esperado la Ley Bases en algún punto también me parece que empieza a generar preocupaciones” ya que la falta de avance en esas iniciativas complican el cumplimiento de la reducción del déficit fiscal. “Los inversores venían viendo los precios y empezando a pensar en cuánto upside había, cuánto retorno potencial quedaba y entonces ahí es donde se empieza a ver esa corrección que es más que nada una toma de ganancias después de un rally fenomenal”.
Pero a partir de ahora, señaló que lo que el mercado le está pidiendo a la administración de Milei son reformas de fondo. “Lo de Posse puede encender alguna luz amarilla y empezás a ver rispideces entre funcionarios. Si fuera de Caputo o Francos, ya estaríamos hablando de otro tema, ahí podrías ver señales de mayor preocupación que te hagan retroceder. Pero esto no debería tener demasiado impacto y en todo caso, vamos a estar más atentos a la ley Bases y cómo se mueve la Cámara de Diputados”, indicó.