Buenos Aires — Al terminar el año 2019, Argentina afrontaba una situación económica financiera compleja: tanto la deuda con privados como la que se había asumido con el Fondo Monetaria Internacional (FMI) se encaminaban a una reestructuración y la inflación superaba el 50%. Sin embargo, había un dato a favor: las reservas netas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) seguían en terreno positivo.
Pero en los últimos cuatro años el Central afrontó una sangría sin precedentes de dólares y hoy sus arcas se encuentran en rojo, según coinciden la mayoría de economistas privados.
Si bien el BCRA tan solo publica las reservas internacionales brutas, los analistas suelen realizar cálculos para desentramar el nivel de reservas netas (es decir, activos en dólares de la autoridad monetaria que no tienen como contrapartida un pasivo exigibles en el plazo de un año). Tomando esta definición, un informe de la consultora Outlier destaca que al 31 de diciembre de 2019 el Banco Central tenía en sus arcas US$12.084 millones.
En estos cuatro años en los que estuvo al frente del Poder Ejecutivo Alberto Fernández, las reservas netas habrían sufrido una caída de US$22.999 millones, siguiendo esas estimaciones. Es decir, según destacó Outlier, al 9 de noviembre de 2023, se encontraban en un valor negativo de US$10.915 millones.
“Estamos ante el nivel más bajo de reservas netas de la serie oficial (post crisis 2001-2002) y también ante el mayor deterioro anual, aun no habiendo terminado el año, para el mismo lapso temporal”, detalla el estudio de Outlier.
Asimismo, las reservas brutas pasaron de US$44.848 millones al 31 de de diciembre de 2019 a estar en US$20.965 millones al 13 de noviembre.
¿Cómo se financian las reservas negativas?
“Hubo US$6.200 millones que se financiaron usando el swap con China, resta saber de dónde salen los otros US$4.715 millones”, consigna el documento de Outlier. Y añade: “Dado que los depósitos del Gobierno fueron estimados en cero al 9/11, la alternativa menos alarmista consiste en suponer que ese monto sale en su totalidad de los casi US$5.000 millones disponibles en líneas de crédito con entidades financieras internacionales y operaciones de pases con monedas”. De ser así, estas líneas estarían prácticamente consumidas.
¿Cuál sería la alternativa más grave, según la consultora? “El próximo pasivo exigible en moneda extranjera, por afuera del swap con China, es decir que aporte dólares y no yuanes, es la cuenta corriente en moneda extranjera por US$8.800 millones. Para decirlo sin eufemismos, con esto nos estamos refiriendo a los encajes. Y desde ya que recurrir a eso sería jugar con fuego”, advierte la firma.
Uso de reservas en el mercado oficial y en el paralelo
El Banco Central no solo ha perdido reservas en el mercado oficial este año (la compraventa de divisas implica un saldo neto en contra de US$1.882 millones en lo que va de 2023), sino también por sus intervenciones en los mercados financieros, mediante las cuales busca aplacar la suba del dólar MEP y del dólar contado con liqui. Outlier estima que por esta vía se le fueron unos US$4.000 millones entre el 1° de enero 2023 y el 9 de noviembre de este mismo año.
¿Puede mejorar el año que viene?
Según la consultora Econviews, ante este panorama de reservas negativas, la economía demanda “con urgencia” una “inyección de dólares”, y en este contexto, el foco está puesto en la contribución del sector agropecuario. En ese contexto, Econviews se pregunta cuántos dólares pueden ingresar con la campaña 2023/2024.
Los analistas reconocen que hay una única respuesta y que es necesario considerar múltiples factores. “Hicimos algunos análisis de sensibilidad y encontramos valores probables que van desde los US$32 mil millones a US$40 mil millones”, detallaron. “Esto compara con US$22 mil millones en 2023 y US$39 mil millones en 2022. Es decir que en 2024 tendremos una cosecha ligeramente peor que en 2022, pero con precios más bajos. De todas formas, los números no son malos”, sostiene el informe.