Buenos Aires — La producción manufacturera de las pequeñas y medianas empresas (pymes) en Argentina continúa en caída libre, tras una contracción interanual del 17,8% en julio. El descenso, que se suma a la retracción acumulada del 18,6% en los primeros siete meses del año, plantea serias dudas sobre la capacidad del sector para recuperarse en el corto plazo, en medio de una dura recesión y consumo retrotraído.
Con un uso de la capacidad instalada del 60,6%, apenas por encima del 60,1% de junio, la industria pyme enfrenta desafíos significativos, aunque los analistas consultados por Bloomberg Línea ven luz al final del túnel, en no menor medida por la reducción del Impuesto PAIS desde septiembre, lo que reducirá los costos de importación de las pymes.ok
El Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP), elaborado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), reveló este fin de semana que el 19,3% de las pymes tuvo dificultades para pagar salarios en julio. La situación es aún más crítica en sectores como “Químicos y plásticos”, donde la producción cayó un 27,5% anual, y en “Papel e impresiones”, que experimentó una baja del 26,9%.
La pérdida de poder adquisitivo, combinada con altos costos operativos y dificultades en el acceso al financiamiento, ha golpeado duramente a las pymes, llevándolas a un punto crítico.
Un panorama industrial fragmentado
La situación actual del sector industrial, sin embargo, es muy “heterogénea”, según Gabriel Caamaño, economista de Outlier. “Tenés sectores como el alimenticio que ya vienen recuperando más fuerte desde antes, mientras que otros recién en junio empezaron a mostrar señales de reactivación”, afirmó. Este diagnóstico resalta la complejidad del escenario, donde algunos sectores han encontrado un piso y comienzan a recuperarse, mientras que otros continúan en declive, especialmente aquellos vinculados a la construcción.
El sector de “Alimentos y bebidas” registró una caída del 14,9% en julio respecto al año anterior, operando con un 61,6% de su capacidad instalada. En contraste, sectores como “Textiles e indumentaria” y “Maderas y muebles” siguen mostrando caídas importantes, con retrocesos del 5,2% y 16,9% anual, respectivamente.
Alan Stummvoll, de la consultora EcoGO, resaltó que “ser PyME en Argentina es navegar permanentemente entre la expectativa y la incertidumbre, generalmente con viento en contra. La industria no es ajena a un contexto de recesión económica, caída del consumo, presión impositiva e incremento de los servicios y costos de producción”.
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La carga impositiva en el centro del debate
En medio de este escenario, la reducción del impuesto PAIS, que comenzará en septiembre con una baja de 10 puntos hasta el 7,5%, y se espera que sea eliminada completamente a fin de año, se presenta como una posible tabla de salvación para el sector. “La baja del impuesto PAIS puede ser una forma de devolverle rentabilidad y con eso dinamismo a los sectores productores de bienes transables”, señaló Caamaño. Sin embargo, matizó su optimismo, advirtiendo que “ahora más que ser un efecto dinamizador, es más para compensar la caída que tuvieron los precios externos”.
Martín Kalos, economista de EPyCA Consultores, se expresó en el mismo sentido: “La baja del PAÍS puede ser un respiro temporal, pero no necesariamente un factor decisivo para la reactivación económica de las pymes. Sin un repunte del consumo interno o mejoras en las exportaciones, es difícil esperar una recuperación sostenida”.
“Para que las pymes puedan realmente salir adelante, es necesario combinar la reducción de impuestos con medidas que impulsen el consumo y la competitividad en el mercado internacional. Sin estas, la baja del Impuesto PAÍS se queda corta”, agregó.
Salvador Vitelli, otro analista consultado, coincidió en que la reducción del impuesto podría brindar un respiro a las pymes, pero subrayó que la heterogeneidad del sector complicará cualquier recuperación rápida. “El dato desestacionalizado te marca alguna señal de alarma. Veremos qué es lo que hacen, pero la realidad siendo tan heterogénea va a ser un lastre en la recuperación”, comentó.
El jefe de research de Romano Group también destacó que, aunque la inflación ha comenzado a moderarse, los altos costos siguen siendo un desafío central. “Tenemos costos elevadísimos, con una inflación que ya comienza a bajar, entonces esa dinámica de sacarse el peso del bolsillo comienza a desacelerarse”, explicó. Esta realidad afecta particularmente a las pymes, que enfrentan un doble golpe de caída en las ventas y aumento en los costos.
Respecto a la posible baja del Impuesto PAÍS, Stummvoll señaló por su parte que, si bien la reducción de la carga impositiva siempre es bienvenida, no es suficiente para revertir la tendencia negativa en el sector: “La reducción de la carga impositiva siempre va a ser una buena noticia para las pymes y cualquier sector de la economía. Sin embargo, si no repunta la actividad económica, el consumo o las exportaciones será difícil que el escenario mejore”.
Además, enfatizó la necesidad de políticas complementarias que impulsen el mercado interno o faciliten las exportaciones, argumentando que “la baja del Impuesto PAÍS debería ser complementada con políticas que promuevan el consumo en el mercado interno o un mejoramiento de los mecanismos de exportación para las pymes”.
Expectativas de recuperación y desafíos estructurales
La reducción del impuesto PAIS, aunque bienvenida, es vista por algunos expertos como un paso preliminar hacia medidas más profundas. “El gran driver o game changer es la unificación cambiaria y la apertura de la economía que viene asociada”, afirmó Caamaño. Según su análisis, mientras no se aborden los problemas estructurales de la economía argentina, cualquier alivio será temporal.
Vitelli añadió por su parte que, si bien la baja del impuesto puede generar un aumento en las ventas y mejorar algunos indicadores, “la recuperación será paulatina, tipo pipa de Nike”, debido a la profunda heterogeneidad del sector. “En los próximos meses quizá veamos alguna estabilización, pero no esperaría una salida en V”, advirtió.
Kalos, de EPyCA Consultores, hizo hincapié en que la continua caída del consumo y el aumento de los costos operativos son barreras significativas para la recuperación de las pequeñas y medianas empresas.
Conclusión: ¿Un impulso suficiente?
Con una baja del impuesto PAIS en el horizonte, las pymes industriales enfrentan una mezcla de incertidumbre y expectativa. Aunque la medida podría ofrecer un alivio temporal, los analistas coinciden en que se necesitan reformas más amplias para asegurar una recuperación sostenida. La heterogeneidad del sector, con algunas áreas comenzando a repuntar mientras otras siguen estancadas, sugiere que el camino hacia la recuperación será largo y complejo.
En este contexto, el papel del gobierno será crucial para proporcionar el apoyo necesario y evitar que más pymes se vean obligadas a reducir su capacidad operativa o, en el peor de los casos, cerrar sus puertas. La pregunta que queda es si las medidas anunciadas serán suficientes para revertir la tendencia negativa, o si el sector continuará luchando en un entorno económico cada vez más desafiante.