Buenos Aires — El Banco Central de la República Argentina (BCRA) informó el lunes que había puesto en circulación el nuevo billete de $2.000. Lo hizo a través de un comunicado, que sorprendió a las principales entidades del país dado que, al momento del anuncio, no habían recibido todavía un solo ejemplar de los flamantes diseños. Pero más allá de eso, la medida generó críticas entre economistas privados y referentes de la oposición, por considerar que el billete de $2.000 llega tarde y devaluado.
El impacto de la inflación argentina en el nuevo billete de $2.000
Ocurre que el nuevo billete de mayor denominación en el país equivale a poco más de US$4 al tipo de cambio paralelo y a US$8,2 al tipo de cambio oficial, muy por debajo de los US$57 que valía el billete de $1.000 cuando fue lanzado, en diciembre de 2017. Además, desde que se anunció en febrero, el billete ya perdió casi un 20% de su valor producto de la aceleración inflacionaria, ya que los $2.000 de febrero equivaldrían hoy a casi $2.500.
Un informe de la consultora Focus Market ofrece otra perspectiva respecto de por qué el nuevo billete de mayor denominación en Argentina nace devaluado. Es que según refleja el trabajo, el nuevo diseño no alcanza para comprar productos básicos como pueden ser un paquete de jabón líquido, un pack de 34 pañales o un kilo de carne. Pero todos estos productos que identifica el informe costaban menos de $2.000 en 2022.
Billete $ 2000: productos que no puede comprar
El mencionado informe de Focus Market se centra en 8 productos que en 2022 podían comprarse con $2.000 y ya superaron la barrera del billete de mayor denominación en Argentina.
“La pérdida de poder adquisitivo de nuestra moneda se está acelerando y la nominalidad de la moneda está en su nivel más bajo desde la hiperinflación. El lanzamiento del billete de $ 2.000 no solo llega tarde sino que no resuelve el problema de su nominalidad”, señaló Damián Di Pace, director de la consultora.
“Para mantener el poder adquisitivo del billete de $1.000 cuando se lanzó en 2017, su valor hoy debería ser de $12.000. Por ende, el de $2000 debería valer $24.000″, añadió.
El primer producto que el billete de $2.000 ya no puede comprar señalado en el trabajo es un paquete de jabón líquido de tres litros. Pasó de costar $721 en mayo de 2022 a $2.400 en la actualidad. Se trata de un aumento superior al 232%, más que duplicando a la inflación acumulada en el período.
En el caso del pack de pañales de 34 unidades, pasó de $1.025 hace un año a $3.220 hoy. Al igual que en el caso anterior, el aumento de 214% supera a la inflación del período en más de 100 puntos.
Ambos casos no solo reflejan que el billete de $2.000 llega tarde, sino que exhibe también las distorsiones en los precios que genera la espiralización inflacionaria que atraviesa el país.
Otros dos productos que no puede comprar el nuevo billete de $2.000, en los que se centró Focus Market, son un paquete de rebosados de pollo y una botella de un litro de fernet. El primero de estos productos trepó de $1.180 hace un año a $2.590 hoy (+119,5%), y el segundo escaló de $1.390 a $2.800, un 101% más.
Por último, el informe de la consultora pone la lupa en cuatro cortes distintos de carne que, al igual que los productos anteriores, tampoco pueden comprarse con un billete de $2.000.
Ya no solo cortes “premium”, como podría ser el lomo quedaron fuera del alcance del billete de mayor denominación en el país. También superaron la barrera de $2.000 otros cortes más populares, como la nalga o el vacío. El kilo de nalga pasó de $1.230 en mayo de 2022 a $2.300 un año después, mientras que el kilo de vacío trepó de $1.220 a $2.200.
El kilo de peceto, por su parte, subió de $1.440 hace un año a $2.500 en la actualidad. Y el kilo de lomo pasó de $1.560 a $2.670, por lo que para comprarlo al flamante billete de $2.000 habrá que sumarle otro de $1.000.
