Buenos Aires — La dolarización de la economía se convirtió en uno de los principales temas de debate en la Argentina. De la mano de la enérgica propuesta del precandidato a presidente Javier Milei, la posibilidad de adoptar la divisa estadounidense tomó protagonismo en los últimos meses, dividiendo las aguas entre quienes la consideran la mejor o acaso última alternativa para poner fin al continuo deterioro del peso argentino y aquellos que alertan por sus riesgos e implicancias.
Pero en las últimas horas, una voz de peso se refirió precisamente a esa posibilidad. Javier Bolzico, presidente de la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba) se mostró en contra de una eventual dolarización ya que consideró que la Argentina no debe renunciar a tener una moneda estable. “Se habla de dolarizar como alternativa, pero eso es resignarse, rendirse”, señaló durante el tradicional brindis que cada año organiza la entidad por el día del periodista.
Bolzico incluso explicó que “para que funcione la dolarización hay que hacer las mismas cosas que se necesitan para tener una moneda estable”. Por ello es que consideró que “debemos ir por el premio mayor, que es contar con una moneda estable”.
Para el presidente de Adeba, “los argentinos podemos y debemos tener una moneda estable”, ya que “dolarizar seria resignarse a que como país y sociedad no podemos hacer las cosas bien, para lograr tener una moneda confiable”. En ese sentido, recordó que “los países que alcanzaron el desarrollo se caracterizan por contar (o ser parte) de una moneda propia y estable”.
Bancarización en Argentina
Para Bolzico, tener una moneda estable es una de las condiciones necesarias para que la Argentina pueda aumentar su nivel de bancarización, algo a lo que calificó como un desafío y una gran oportunidad. Es que según explicó, el nivel de créditos bancarios sobre el PBI es del 8%, frente a un promedio de la región del 50% y en el que no hay ningún otro país con menos de 25%.
“La bancarización no es solo un ´coeficiente´. La mayor bancarización significa créditos, ahorro productivo, servicios financieros, proyectos, casas, emprendimientos, mejor calidad de vida”, expresó.
El presidente de la Asociación de Bancos de capitales nacionales del país incluso proyectó que con las condiciones adecuadas, en 2 años la bancarización puede pasar del 8% a niveles de entre el 12% y 15%. Eso, indicó, equivaldría a un aumento de los créditos de entre $5 y $9 billones, unos U$$10.000 a U$$18.000 millones adicionales de crédito.
Y en cinco años, añadió, la bancarización puede alcanzar el 20% a 25% del PBI. “Eso significaría triplicar el crédito actual, lo que representaría un aumento de 40.000 a 45.000 millones de dólares en crédito.
Para Bolzico, estos mayores niveles de bancarización son posibles aunque resaltó que para ello el Estado, en el ámbito de sus funciones, debe ofrecer las condiciones necesarias para que la banca despliegue todo su potencial y deben cumplirse una serie de condiciones. Entre ellas, una estabilidad macroeconómica; la eliminación de los impuestos distorsivos; el desmantelamiento de las tasas máximas y mínimas; dejar de “subsidiar el dinero en efectivo” y de penalizar el dinero digital; promover la seguridad jurídica y que el Congreso no intervenga en contratos entre privados; y continuar con la revolución digital de los medios de pagos.
Respecto de los mencionados impuestos distorsivos, Bolzico recordó que “cuando una empresa o una persona toma un crédito, la mitad del costo financiero que paga corresponden a impuestos”.
