Buenos Aires — La recesión económica que atravesó la Argentina podría haber quedado atrás. Tras tres trimestres consecutivos de caídas, la actividad económica empezó a mostrar señales de recuperación desde el inicio del segundo semestre, y aunque esa mejora no evitaría que cierre el año con una contracción del 4%, sí podría significar el puntapié inicial para una recuperación en 2025.
Esta, al menos, es la última proyección de los analistas de research del BBVA, reflejada en un informe difundido en las últimas horas. De acuerdo al trabajo, “la actividad económica ha empezado a dar señales de recuperación en el tercer trimestre de 2024″ y la economía rebotará 6% el año próximo. Sin embargo, también advierte respecto de tres riesgos de cara a 2025.
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Recuperación económica y riesgos para 2025
Según el informe de BBVA Research, desde julio diversos sectores muestran crecimientos mensuales en los indicadores de alta frecuencia. Ese repunte, sin embargo, no evitará que la economía argentina caiga un 4% antes de mostrar una recuperación del 6% en 2025.
Pero de cara al año próximo, los analistas del BBVA advierten que “los principales riesgos” son la ocurrencia de eventos climáticos extremos que afecten a la producción agrícola, la pérdida de aprobación social del gobierno y el retraso en remover controles cambiarios. Respecto de ese último punto, alertaron que una demora en la salida del cepo “podría ocasionar una pérdida de confianza del mercado y gatillar presiones cambiarias”.
Respecto del sector agrícola, el informe también plantea que su recuperación luego de la aguda sequía del año pasado, estuvo acompañada por un “firme superávit de la balanza de energía”, determinada por menores importaciones de GNL y crecientes exportaciones de petróleo. Por ello, los analistas de research de BBVA proyectan un superávit comercial de bienes de US$17.600 millones para este año.
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Otro de los puntos sobre los que advierte el trabajo del BBVA es la persistencia de la inflación en niveles del 4% en los últimos meses, por lo que pidió que se adopte “un abordaje más integral del problema” para consolidar el proceso de desinflación.
Los analistas valoraron que el Gobierno nacional esté manteniendo una “fuerte convicción” con el equilibrio fiscal como piedra angular de su programa económico. Esa disciplina fiscal, que en los primeros ocho meses del año, recordó el trabajo, acumuló un superávit fiscal financiero de 0,3% del PIB y primario de 1,5%, “permitió avanzar en el programa monetario anulando las distintas fuentes de emisión por todo concepto originado en el Sector Público”, por lo que “la única fuente de expansión remanente de liquidez provendrá del potencial desarme de stock de pasivos de corto plazo del Tesoro (LEFIs y LECAPs) en función de la demanda de crédito del sector privado”.
Pero a pesar de ese torniquete monetario, y de que “los precios han desacelerado fuertemente” desde comienzo de año, desde BBVA recordaron que “en los últimos cuatro meses la inflación se estabilizó en torno al 4% mensual”. Por ello, consideraron que existe una “clara evidencia de la necesidad de un abordaje más integral del problema para consolidar el proceso de desinflación”.
En este sentido, BBVA Research estima que la inflación alcance 130% en 2024.
Por otra parte, el informe expresó que mientras el BCRA mantiene el ‘crawling peg’ del tipo de cambio oficial al ritmo de 2% mensual, “prácticamente no ha podido comprar reservas desde junio”. Ante ese panorama, señalaron que el Tesoro busca fuentes de financiamiento alternativas (blanqueo de capitales, repo con bancos, multilaterales) para reforzar reservas, dado que “el Gobierno considera como condición necesaria para flexibilizar restricciones cambiarias”.