Buenos Aires — La pobreza en Argentina, un indicador que ha sido motivo de constante preocupación en la agenda pública, ha mostrado señales de mejoría, según un informe de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT). El Nowcast de Pobreza, que se publica mensualmente, anticipó una leve disminución en la cantidad total de pobres en julio, lo que representa la primera baja en lo que va de la presidencia de Javier Milei.
La estimación de la Di Tella, que sitúa la pobreza en el 50,2% —14.8 millones de personas que viven en hogares urbanos pobres— representa una disminución desde el 51,9% registrado en junio. Este descenso, aunque leve, es significativo considerando que la pobreza no había mostrado signos de disminución durante casi dos años, y había aumentado durante los últimos nueve meses consecutivos.
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El análisis también incluye un rango estimado para el nivel de pobreza entre febrero y julio de 2024, que oscila entre el 48,7% y el 51,7%. Estas cifras se basan en un incremento interanual del 287% en la CBT y del 310,7% en los ingresos totales familiares (ITF), lo que refleja el impacto de la inflación en los costos de vida, con los salarios aun rezagados.
Hasta julio y desde noviembre del 2023, los salarios medidos por el RIPTE marcaron una caída real del 1,7% frente a la evolución de la Canasta Básica Total. Según el jefe de research de Romano Group, Salvador Vitelli, el catch up de los ingresos de los argentinos frente a su creciente costo de vida podría concretarse en el mes en curso.
Sin embargo, la evolución del índice en la segunda mitad del 2024 sigue siendo incierta, mientras persisten dudas sobre el impacto de futuros aumentos de tarifas de transporte, luz, gas y agua, además del riesgo inflacionario de un ajuste del tipo de cambio.
El informe elaborado por el economista Martín González-Rozada, profesor titular del Departamento de Economía y Director de la Maestría en Econometría e investigador del Centro de Investigación en Finanzas (CIF) de la UTDT, sugiere que la pobreza en Argentina habría alcanzado su pico en junio de 2024. A partir de ese momento, el análisis proyecta una tendencia a la baja, una novedad luego de casi dos años de incrementos constantes en la cantidad de personas que viven en situación de pobreza.
El Nowcast de Pobreza de la Di Tella, se basa en una estimación mensual que mide la pobreza según el porcentaje de personas en hogares urbanos pobres, tomando como referencia los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Este indicador es comparado con la Canasta Básica Total (CBT), cuyo valor también publica el Indec y que refleja el costo de vida necesario para no caer por debajo de la línea de pobreza.
El informe de la casa de estudios contrasta con otros estudios recientes, como el de la Universidad Católica Argentina (UCA). Según el Observatorio de la Deuda Social de la UCA, el 55% de la población argentina estaría en situación de pobreza, un porcentaje significativamente más alto que el 50,2% reportado por la Di Tella para el período entre febrero y julio de 2024. La UCA ha advertido sobre un empeoramiento continuo de la situación, en línea con los aumentos en los niveles de inflación y la caída del poder adquisitivo.
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El impacto de la desaceleración inflacionaria
Uno de los factores que podría explicar la leve mejora en los índices de pobreza, según el informe de la Di Tella, es la desaceleración de la inflación. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) ha mostrado una tendencia a la baja, lo que podría estar aliviando, al menos temporalmente, la presión sobre los ingresos de las familias.
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El “plan platita”, una iniciativa impulsada durante la campaña presidencial de Sergio Massa, es considerado como uno de los principales factores elementos que afectaron la tendencia al alza de los precios durante los últimos 12 meses. Este plan, que consistió en la emisión de pesos para para aumentar el consumo a corto plazo mediante bonos y transferencias directas, redundó una inflación anual del 211,4%, la más alta en tres décadas.
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