Buenos Aires — La primera gira que hará Javier Milei en 2025 presenta una nutrida agenda con encuentros que pueden ser decisivos para el futuro económico y político de la Argentina. El presidente argentino inició el viernes un viaje por Estados Unidos y Europa, en el que volverá a verse con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, asistirá a la toma de posesión del presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, y participará del Foro Económico Mundial de Davos.
Acompañado del ministro de Economía, Luis Caputo, Milei arribó este sábado a las 10:00 (hora argentina) a Washington DC. En la capital estadounidense lo aguardan dos encuentros muy esperados: la reunión con Georgieva, que se realizará este domingo desde las 14:30 horas, y la ceremonia de toma de posesión de Trump, que tendrá lugar desde las 11:30 horas del lunes. Allí, Trump prestará juramento como 47º presidente de los Estados Unidos y Milei será uno de los pocos mandatarios extranjeros invitados a presenciar ese acontecimiento.
Al día siguiente, el presidente argentino abordará un avión rumbo a Zurich, para participar del Foro Económico Mundial en Davos. La expectativa allí pasará por ver si en el discurso de 30 minutos que dará el jueves 23 desde las 6:15 horas, revalida las duras críticas a Occidente que sorprendieron a los presentes en enero de 2024.
Cónclave con el FMI
El encuentro entre Milei y Georgieva será el primero desde el vencimiento del programa firmado por Martín Guzmán en 2022. Se dará apenas una semana después de que el propio FMI diera a conocer la Exposed Evaluation sobre el programa que finalizó apenas unas semanas atrás, en donde incluyó duras críticas al Gobierno anterior, autocríticas que impidieron el éxito del programa y un fuerte respaldo al compromiso fiscal que adoptó el Gobierno de Milei.
La intención del Gobierno argentino es clara desde hace meses. Busca un nuevo programa con el FMI que incluya ‘fondos frescos’, necesarios para eliminar el cepo cambiario en este 2025. Incluso, el propio Luis Caputo alimentó la expectativa de que ese nuevo acuerdo vaya a firmarse en el corto plazo al asegurar que esperaban que se concrete en el primer cuatrimestre de 2025.
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En un reciente diálogo con Bloomberg Línea, el exrepresentante argentino ante el Fondo Héctor Torres analizó qué puede esperarse de esta nueva etapa en la negociación y qué lectura hizo del reporte que publicó el Fondo.
En primer término, calificó como “una muy buena señal” que la evaluación Fondo concluyera apenas 11 días después de que finalizara el programa anterior. Para Torres, además de ser “muy crítica” con el gobierno anterior e incluso muy autocrítica con “la llamativa condescendencia que tuvo el Fondo para dar como cumplidas metas durante el gobierno de Alberto Fernández”, la evaluación es también “muy positiva respecto del cambio de 180 grados que se registra en la Argentina desde que asumió Milei”.
En esa línea, marcó que “la evaluación destaca muy particularmente los logros fiscales de la nueva administración, aunque desliza dudas sobre las políticas monetarias y, fundamentalmente, sobre la política cambiaria”.
La apreciación del peso, consideró Torres, podría convertirse en un escollo en la negociación. En ese sentido, dijo que tampoco cree que vaya a ayudar la decisión de desacelerar el crawling peg del 2% al 1%.
“Yo creo firmemente que vamos a tener un nuevo programa con el Fondo. ¿Por qué? Porque con una deuda de 44 mil millones de dólares es del interés tanto del deudor como del acreedor tener un nuevo programa. Somos rehenes mutuos”, señaló Torres. Pese a ello, añadió: “De lo que no estoy para nada convencido es de que el nuevo programa sea el que el gobierno está buscando. En otras palabras, no veo que el nuevo programa pueda empezar con el desembolso de 11 mil millones de dólares de los que el gobierno habla. Me parecería rarísimo que, si se mantiene la actual política cambiaria, el FMI acepte prestarnos dólares para que el gobierno los use para sostener una cotización del peso que, a todas luces, parece crecientemente sobrevaluado”.
Por último, Torres le restó trascendencia al rol que pueda jugar Trump en la negociación al sostener que “por más que simpatía que Trump le tenga a Milei, es muy diferente empezar una negociación cuando le debes cero que cuando le debes 44 mil millones de dólares”.
Asunción de Donald Trump
Al día siguiente del encuentro con Georgieva, Milei irá al acto que consagrará a Donald Trump como 47° presidente de los Estados Unidos. Consultado respecto de qué puede obtener allí Milei, Benjamin Gedan, director del Latin America Program del Wilson Center y exasesor del presidente Barack Obama, manifestó sus dudas sobre los beneficios concretos de esta cercanía entre los mandatarios.
Para Gedan, “Milei apostó mucho por Trump, arriesgando su relación con Biden al señalar su clara preferencia ideológica por la entonces oposición”. En diálogo con Bloomberg Línea, consideró que “sus muestras de amistad hacia Trump y su alianza ultraderechista global, junto con su batalla cultural en Argentina y su combate contra el déficit fiscal y las propias instituciones del Estado, lo han transformado en una figura celebrada en círculos conservadores de Estados Unidos”.
Sin embargo, puso en duda que pueda haber “beneficios concretos más allá de su nueva fama”. Es que, a su juicio, “lo que Argentina necesita más que nada es inversión extranjera, y eso Trump no lo puede entregar”.
“A los inversores no les importan tanto las peleas ideológicas. Lo que buscan son señales de que Milei pueda mantener el apoyo público para seguir con su proyecto económico transformador”. En ese sentido, recordó que “al fin y al cabo, sus logros han sido impresionantes, pero parciales y no irreversibles”.
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Foro de Davos
La primera gira de Milei en 2025 concluirá en Davos. Allí el presidente argentino volverá a presentarse ante el Foro Económico Mundial tras su recordado discurso de enero de 2024, en el que sorprendió al auditorio al lanzar duras críticas contra Occidente.
¿Revalidará este año ese mensaje? Para el politólogo Ignacio Labaqui, analista senior de Medley Advisors, en esta oportunidad el presidente argentino tendría argumentos suficientes para darle otro enfoque a su discurso. “Usualmente el objetivo de las visitas de los presidentes al WEF es promocionar su país y atraer inversiones”, recordó.
Para el analista, el año pasado Milei sorprendió con su discurso, que “fue más que todo un reproche y una suerte de llamado de atención a Occidente”. Si bien consideró que tal vez ese elemento esté nuevamente presente, añadió que en esta oportunidad “los logros que ha tenido su gestión le van a dar el espacio para hablar más de Argentina”.
“El año pasado con tanta incertidumbre tal vez. no tenía tanto sentido ‘ir a pasar la gorra’”, concluyó Labaqui.
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