Artana, sobre la fórmula jubilatoria que se aprobó en Diputados: “Genera un problema fiscal”

En una entrevista con Bloomberg Línea, el economista jefe de FIEL analizó la sostenibilidad del superávit, dijo que el dólar blend es “una anomalía” que cuesta mil millones de dólares de acumulación de reserva por mes y explicó por qué no ve una salida inminente del cepo

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Buenos Aires — Daniel Artana apuntó contra la nueva fórmula jubilatoria que obtuvo media sanción en Diputados. Si bien señaló que el Gobierno de Javier Milei cuenta con “resortes” para amortiguarlo, el economista jefe de FIEL y uno de los especialistas en macroeconomía, política fiscal y regulaciones más reconocidos del país advirtió que el proyecto “genera un problema” fiscal ya que “agrega un gasto y no está claro cómo se va a financiar”.

En una entrevista con Bloomberg Línea, el economista analizó la sostenibilidad del equilibrio fiscal al que identificó como “la verdadera ancla de este gobierno”. Y si bien marcó que “casi medio punto del PBI es un número importante”, también expresó que hubo “un pecado por parte del gobierno”, que en su momento cambió la fórmula por DNU y tampoco presentó una reforma que fuera sostenible.

Además, el economista de FIEL dijo que “no es claro que haya atraso cambiario”, calificó al dólar blend como “una anomalía que cuesta mil millones de dólares de acumulación de reserva por mes” y analizó la posible salida del cepo cambiario: “Si se va a resolver en el segundo semestre o no, no lo sé. Parece desafiante. No digo que no se pueda, pero tampoco lo veo como algo inminente”.

La siguiente entrevista ha sido editada por motivos de extensión y claridad

¿Qué lectura hace de esta nueva disputa entre Gobierno y oposición por la nueva fórmula jubilatoria que obtuvo media sanción en Diputados?

La primera cuestión es que, independientemente de la discusión de la fórmula previsional, agrega un gasto y no está claro cómo se va a financiar. Así que desde el punto de vista fiscal le genera un problema. Genera un problema también por un claro choque de visiones respecto de la importancia de la sostenibilidad fiscal entre el gobierno y la oposición más cercana al gobierno. Así que eso genera ruido.

¿Y la segunda cuestión?

Creo que no se aprovechó la oportunidad para que discutiéramos las cosas que son políticamente complicadas del régimen previsional argentino. Los 200 y pico regímenes de privilegio, la edad de jubilación más temprana de las mujeres. Si hubiera sido eso, mi crítica a lo que hizo la Cámara de Diputados hubiera sido menor, porque Argentina se debe un debate previsional con una reforma que lo haga sustentable, y ese debate no puede estar separado de un eventual cambio en la fórmula.

La sostenibilidad del sistema jubilatorio sigue siendo una de las grandes reformas pendientes.

Ahí también hay un pecado por parte del gobierno, que en su momento cambió la fórmula por DNU y tampoco presentó una reforma, pero si el Congreso iba a tratar de corregir los errores del gobierno, la fórmula no le gustaba porque solo reconocía el 12,5% de lo que se había perdido y le agregaron 8 puntos más o 7 puntos y pico más, hubiera sido una oportunidad para que se debatieran estas cuestiones de fondo.

Diputados de la UCR calcularon un impacto del 0,45% del PIB. ¿Qué margen de acción tendría el oficialismo para solventar ese costo? Días atrás desde el equipo económico se había dejado entrever que podían reducir el impuesto PAIS si se aprobaba la Ley Bases…

Hay varios resortes, lo que pasa es que casi medio punto del PBI es un número importante. ¿Qué espacio tiene el Ejecutivo? A ver, el impuesto PAIS vence a fin de año, con lo cual ya tienen un problema ahí en términos de proyección, porque la fórmula es permanente. Además habría que hacer una simulación, que entiendo que no está metido en el costo fiscal, de esa otra cosa que pusieron de la mitad del crecimiento del salario real, porque es asimétrico. Lo pusieron para dar subas cuando sube, pero no entiendo cuando baja el salario real si corrige para abajo. Entonces yo creo que fue una discusión poco feliz.

Para ponerlo en perspectiva, el gobierno tiene algún margen en términos de recuperar la recaudación de impuestos a los combustibles, que cayó violentamente por la decisión del gobierno anterior de no ajustar el impuesto como se había votado en 2017 por inflación. Pero hoy el impuesto a los combustibles está recaudando un 0,4% del PBI. Es duplicar el impuesto de los niveles actuales. Para que te des la magnitud, uno habla 0,45% o 0,50% y parece poquito, pero es duplicar el impuesto a los combustibles. ¿De qué otra manera se podría graficar? La recaudación del impuesto PAIS. O sea, estamos hablando de una cosa que es muy relevante desde el punto de vista fiscal.

¿Es también algo más de la mitad de lo que esperaba obtener el gobierno con la aprobación del paquete fiscal? Se hablaba de 0,7% del PIB.

No, 0,7% el paquete fiscal no le iba a dar porque tenés medio punto en Ganancias pero al ver el paquete fiscal una cosa es el impacto global y otra lo que le queda al Tesoro. De lo que mejore Ganancias por el 0,5% del PIB el Tesoro se lleva el 40%. Entonces, es 0,2% para el gobierno nacional. Después tenés ahí el tema de la baja de Bienes Personales, el blanqueo que se comparte con las provincias. No veo que el gobierno nacional obtenga ese 0,5% del paquete de la base. La base podría ser, por ahí con la moratoria, el blanqueo, sobre todo al principio, pero no es tan obvio eso. Hay algo en el monotributo también que te genera un poquito de recaudación…

Escribió hace pocos días una columna en El Cronista titulada ‘Cómo sigue la película en el segundo semestre’, en donde hace hincapié en la necesidad de mantener el ancla fiscal. ¿Cómo sigue?

Bueno, el ministro (por Luis Caputo, ministro de Economía) anunció que mayo sigue teniendo superávit. Junio es un poco más difícil por los pagos de aguinaldo. Veremos, va a depender de cuestiones que tienen ya que ver con la gestión del día a día, porque tenés una decisión de retomar los aumentos de tarifas, porque había habido alguna especulación también de que iban a estar todo el invierno sin aumentar. Eso generaba un problema. Ahora, desde el punto de vista fiscal, lo han atenuado aunque obviamente que eso no va a ser una buena noticia para los que pagamos las boletas de luz y gas.

¿Qué otros desafíos ve en ese sentido?

También hay otras cosas que se ven con la gestión. El déficit de las empresas públicas no lo ibas a bajar el 1 de enero. Por ahí tomaban medidas el 1 de enero, pero que iban a tener impacto después. Entonces, tres cosas que están muy relacionadas con la gestión: lo de fondos fiduciarios, lo de empresas públicas, lo de sacar los excesos que puedas tener en el gasto social, donde a veces es gestión y a veces es el tema judicial. Por ejemplo, las pensiones por discapacidad. Ahí vas a tener todo un tema, si tenés gente que la está cobrando que no tiene una discapacidad, bueno, tendrás que cortarla, para ahí te van a pelar, vas a ir a la justicia. Esto ya pasó en el gobierno de Mauricio Macri, así que no es una cosa que sea inmediata.

Esa consolidación fiscal lleva su tiempo.

Hay cuestiones que se van consolidando a medida que pasa el tiempo. Por ejemplo, el presidente dijo que no había terminado con la rebaja de empleo público. Habló que habían concretado 25.000 de 75.000. Entonces ahí tenés cosas que siguen avanzando. Más allá de que uno después esté de acuerdo o no, estoy haciendo la cuentita fiscal pura. Así que a mí me parece que el gobierno puede mantener el equilibrio. Obviamente que la recesión lo complica.

El gobierno ha hecho del equilibrio fiscal una de sus principales anclas. ¿Qué efecto tendría eventualmente que este equilibrio fuera puesto en duda?

Hoy tenés dudas de si esto se puede mantener. Imagínate si no se logra y se confirman esas dudas, vas a tener un problema, porque hoy la verdadera ancla de este gobierno es lo fiscal. Y se juega una parada muy grave, porque también es una cuestión de cambiar el régimen. Es la forma de convencer al resto del mundo de que Argentina ha entendido que el déficit fiscal financiado con emisión monetaria en un país que no tiene acceso fluido al mercado de capitales genera un montón de problemas. Entonces, es mucho más importante ese equilibrio de las cuentas.

Otra ancla que ha sido cuestionada es la cambiaria: con el crawling del 2% frente a una inflación que algunos analistas creen que podría haber hecho piso en mayo, hubo discusiones respecto de si existe o no atraso cambiario.

Si mirás los niveles del tipo de cambio real del Banco Central, no es claro que haya atraso cambiario. Pero lo que preocupa es la dinámica. Y si miras la evolución de salarios en dólares claramente no hay atraso. Pasa que la dinámica es que eso crece a tasas muy fuertes ahora en dólares todos los meses, entonces el problema es más en los meses que vienen. Yo he opinado al principio de la gestión de este gobierno que había que tener cuidado de no dejar atrasar el tipo de cambio. Y en aquel momento propuse que el crawling fuera más fuerte. Hoy ya no sirve esa propuesta, pero en aquel momento yo hubiera ido más despacio con la inflación.

¿Por qué?

Porque todavía tenés que acumular muchas reservas. Tenes vencimiento de dólares el año que viene, tenés un programa donde lo fiscal es una parte de la cuestión que te va a ayudar porque te puede abrir la puerta para que consigas algo de financiamiento para renovar una parte del capital que vence, pero también necesitas que la economía genere los dólares con un nivel de actividad mejor que éste. Los dólares siempre aparecen. Ese argumento de que no están los dólares, kirchnerista, es un argumento fallido. Eso es mal análisis económico. El tema es a qué nivel de actividad. Si tenés una exportación muy dinámica o mucha inversión extranjera directa, bueno, vas a tener los dólares en una forma virtuosa. Si no, te van a aparecer con un receso y esa no es la forma virtuosa. Entonces, la clave acá es que uno pueda mirar que las cuentas externas cierran con una economía que empieza a recuperarse.

¿Cree que en este contexto el dólar blend, que aparentemente debía finalizar en junio, se sostendrá dada la mayor brecha y la ralentización en la compra de reservas por parte del Banco Central?

El dólar blend en realidad es una anomalía, como es una anomalía también el impuesto PAIS a la tasa que tenemos. Los dos le dan un mejor tipo de cambio al que compite con importaciones y al que exporta. Pero en algún momento vas a tener que converger a un tipo de cambio único. La pregunta es si ese tipo de cambio va a ser el oficial o va a ser algo más parecido a lo que te da el blend y el 17,5% de impuesto PAIS, que están por arriba del oficial. Ese me parece que es la discusión.

El blend es una anomalía que tenemos que ir sacando, porque el blend te cuesta mil millones de dólares de acumulación de reserva por mes, o más. Entonces, cuando vayas a un esquema cambiario más normal, el blend no tiene sentido. Y el impuesto al PAIS de 17,5 tampoco. La tasa es astronómica y genera un montón de distorsiones de sesgo al importador.

¿La contrapartida de eliminar ese dólar blend podría ser más brecha, lo que a su vez podría desincentivar la liquidación de exportaciones?

También le significa un mejor tipo de cambio al exportador pero yo creo que la discusión del exportador es que hace con los pesos en un esquema de control de cambios. Lo mismo el sector privado. Si vos estás obligado a vender al Banco Central como exportador, te quedaste con unos pesos que por ahí no querés entonces salís vía MEP o contado con liqui. Acá hay toda una distorsión que genera el cepo.

El ministro Luis Caputo dijo semanas atrás que todo lo que hace el Gobierno es para levantar el cepo.

Ahora, ¿cómo corregís eso? El gobierno cree que hoy no lo puede levantar porque todavía está en una situación precaria. Acá hay una diferencia con el gobierno anterior: al gobierno anterior le encantaba el cepo; a este no le gusta pero entiende que hay un riesgo porque todavía creen que hay algún excedente de pesos, porque todavía ven una posición de reserva del Banco Central muy frágil.

Tenés que tener un Banco Central con reservas para controlar la volatilidad de corto plazo, eso es lo que hacen los bancos centrales en Uruguay, Perú, Chile. Y el Banco Central no tiene reservas. Hablan que se las presta el Fondo Monetario, pero ¿el Fondo Monetario le va a prestar reservas para intervenir en el mercado cambiario? Me parece que estamos pensando en una cosa que no está disponible.

Javier Milei dijo que podría levantar el cepo una vez que terminara de resolver el stock de pasivos remunerados del BCRA y los puts.

Tenés que desarmar los puts porque si no seguís teniendo la posibilidad de tener que emitir un montón de pesos cuando te los ejecutan. Es lo mismo que cuando tenías los pasivos a muy corto plazo. Eso tenés que ir viendo cómo lo desarmás, tenés que tener un reemplazo de eso, que los bancos estén contentos con tener títulos públicos. Si vos a los bancos les preguntás, no quieren tener tantos títulos públicos como tienen ahora, pero en parte los suavizan porque se los pueden deshacer inmediatamente si tuvieran un problema con los depósitos, puntual o general. Entonces, no es una cosa tan inmediata.

¿No lo ve entonces como algo inminente?

Si se va a resolver en el segundo semestre o no, no lo sé. Parece desafiante. No digo que no se pueda, imposible no es, pero tampoco lo como algo inminente. Sí creo que vos podés ir destrabando algunas cuestiones del cepo. Esto no es todo blanco-negro, en el cepo tenés un montón de grises, cosas que podés ir pasando del negro hacia el blanco. Tenés cepo para empresas y cepo para personas, esa es una primera distinción.

Es decir, ¿imagina la salida del cepo no como un evento, sino como algo más progresivo?

Se me ocurre que el gobierno va a tratar de tener algún evento, pero podés ir avanzando, aunque. A ver, hoy hay varias restricciones. A mí me preocupan más las que van sobre las empresas, porque afectan las decisiones de producción e inversión. Hoy no sabés si podés girar dividendos en la Argentina, vas a una cola. Eso no se corrigió todavía porque con el Bopreal le dieron salida a los dividendos de 2023, pero los nuevos no sabemos cuando los podés pagar. Las importaciones, con alguna excepción, tenés que pagarlas a 25, 50 y 75 días. Ahí ya tengo dos cuestiones. Entonces, eso vos lo podés ir levantando. Ahora, ¿qué van a decir tus colegas de los medios gráficos en la Argentina? Que hay cepo, porque la gente no puede comprar más de 200 dólares por mes.

Yo distingo cepo de empresa de cepo de persona. Yo creo que vos tenés que empezar a dar señales en el cepo de empresa. Porque no puede ser que la señal que te pide cualquier inversión de cierta relevancia en la Argentina la resolvamos con el RIGI.

¿Y en lo que respecta al cepo a personas?

Ahí tenés un montón de discusiones, pero la más importante es la acumulación de ahorros. Si vos te fijás, en la época de Néstor Kirchner no se podía comprar más de 2 millones de dólares por día. Técnicamente tengo cepo porque no puedo comprar todo lo que quiero, pero a fines prácticos ¿cuántas operaciones de dos millones de dólares por día podés tener? Entonces, si mañana suben de 200 a 500 dólares por mes, no cambia nada, sigue habiendo cepo, y la mayoría de las transacciones van a estar, pero a alguna gente la vas a liberar. ¿Dónde está el problema? Ahí, en el impuesto PAIS. Entonces, no están separados. Porque la gente te va a decir, sí, muy bien, me dejás que compre mil dólares por mes, pero con los impuestos que hay no me conviene. Entonces es una cosa más compleja.