Buenos Aires — Luego de que la inflación de noviembre regresara al rango de los dos digitos, el mercado sigue de cerca las medidas implementadas por el nuevo Gobierno de Javier Milei, mientras subyace el interrogante que apunta a la posibilidad de una eventual espiralización de precios y, en un escenario más grave, una consecuente hiperinflación.
La nueva administración asegura que el paquete de iniciativas que se implementará en el corto plazo responde a una situación de emergencia y son la única alternativa para evitar una “catástrofe mayor” y una hiperinflación en el país.
Una de las definiciones más aceptadas de ese fenómeno fue elaborada por el economista estadounidense Philip D. Cagan en 1956, la cual sostiene que se trata de una inflación mensual superior al 50%.
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Sin embargo, Martín Kalos, director de EPyCA Consultores, consideró, en diálogo con Bloomberg Línea, que a esa concepción se podrían sumar otros factores importantes a tener en cuenta.
“Como la inflación por definición es el aumento sostenido en el tiempo y generalizado de los precios, también sería interesante agregar a la definición de Cagan, que dure más de un mes al 50%”, analizó.
En ese sentido, explicó que “la hiperinflación se caracteriza no por un dato en sí, sino por la dinámica que genera”. “La espiralización de precios, una demanda de pesos que no es raquítica como ahora, sino la necesidad de sacárselos de encima lo más rápido posible. Es un cambio en el comportamiento social, tanto como un ritmo de cambio de precios aceleradísimo”, apuntó.
¿Puede haber hiperinflación en Argentina?
“Si es por el 50%, corremos riesgo de medir 50% en enero. Veremos cómo continúa no sólo la aceleración de precios de estos días, sino del futuro porque hay nuevas medidas que se pueden esperar para los próximos meses y van a tener un impacto inflacionario”, remarcó.
“No sería raro que lo supere”, estimó, aunque cuestionó: “La pregunta es si eso se sostiene y dónde se frena”.
“Argentina está camino a una aceleración de la inflación interanual. Seguramente, para febrero vamos a tener más de 300% de inflación interanual y para mitad de año, 450%”, calculó.
Si bien aclaró que ello depende “de las medidas que se tomen en los próximos meses, tal como hoy marcha la cosa, 450% de inflación interanual para mediados de 2024 es un número absolutamente razonable en el actual escenario económico”.
“Si estás en el medio de un plan de estabilización, probablemente se calmó justo antes, pero si es parte de una dinámica de precios sin plan estabilización, probablemente estamos en la antesala de la hiperinflación”, evaluó.
El impacto de las tensiones sociales
Santiago López Alfaro, presidente y socio de Patente de Valores, señaló a este medio que “las medidas anunciadas van por el lado de un ajuste fiscal que impediría la entrada a una hiperinflación, pero después están los efectos y consecuencias de estas medidas que socialmente son de difícil aceptación, sobre todo lo que es la quita de subsidios de servicios públicos y transporte”.
“Eso lo veremos más adelante, pero a corto plazo, estas medidas lo que hacen es equilibrar la balanza comercial”, aseguró.
Cómo controlar las expectativas de inflación
Según un informe de Facimex Valores, la apuesta del Gobierno sería “romper” la “carrera entre inflación, tipo de cambio y tasas de interés, combinando una devaluación de salto con la esperada eliminación de los pasivos remunerados”.
“Si la consolidación fiscal es creíble, tras un período inicial de aceleración inflacionaria por la corrección de los precios relativos, la carrera nominal frenará y se desplomarán las expectativas”, pronosticó.
“La corrección de precios relativos llevará a una fuerte aceleración de la inflación en el primer semestre de 2024, pero si el plan es exitoso habrá una fuerte desinflación en el segundo”, puntualizó.
De esa manera, manifestó que “el shock cambiario y los ajustes de precios relativos probablemente llevarán a la inflación al rango 20-25% m/m en el bimestre diciembre-enero, pudiendo desacelerar a 15-20% m/m en febrero y volver al 10-15% m/m actual en marzo”.
“Instrumentar correctamente el desarme de los pasivos remunerados será clave para no generar una expansión monetaria en momentos en que será clave contener el pass through. A medida que haya avances en la consolidación fiscal, habrá descompresión de las expectativas”, destacó.