Buenos Aires — El Gobierno argentino y el personal técnico del Fondo Monetario Internacional alcanzaron un acuerdo sobre la séptima revisión del programa de Facilidades Extendidas de Argentina. Dicho acuerdo deberá ser validado por el directorio del organismo, y una vez que eso ocurra el país tendrá acceso a US$4.700 millones.
“No es plata nueva, es la plata para pagar los vencimientos de capital ocurridos en diciembre, los vencimientos de enero y el de abril, que suman aproximadamente ese monto”, precisó el ministro de Economía, Luis Caputo.
“Se llegó a un acuerdo sobre un conjunto reforzado de políticas para restaurar la estabilidad macroeconómica y volver a encarrilar el programa actual”, dice el comunicado difundido por el FMI, que destaca que los objetivos claves del programa “no se alcanzaron por amplios márgenes debido a los graves reveses políticos del gobierno anterior”.
Según el FMI, la nueva administración “ya está aplicando un ambicioso plan de estabilización”, y mencionó, entre otras medidas, “una amplia consolidación fiscal inicial, junto con medidas para reconstituir las reservas, corregir los desajustes de los precios relativos, reforzar el balance del Banco Central”.
Los detalles del acuerdo
Según lo comunicado por el FMI, el entendimiento alcanzado por el staff del Fondo y el Gobierno argentino, si el directorio valida lo acordado y aprueba la última revisión Argentina tendrá acceso a unos US$4.700 millones (o 3.500 millones de DEG), que irán en consonancia “con un cierto reajuste dentro de la dotación del programa”.
El desembolso previsto para la séptima revisión era de US$3.300 millones, para cumplir con los vencimientos de US$1.950 millones el 31 de enero y US$850 millones el 1 de febrero. En todo el 2024, el total de vencimientos con el Fondo -que se financian con desembolsos del propio organismo- alcanza los US$7.285 millones.
El acuerdo consta de diez revisiones. La que se acordó en estos días y se comunicó el miércoles corresponde a la séptima revisión mientras que la octava será en mayo.
¿Por qué no un acuerdo nuevo?
En conferencia de prensa, Caputo dijo que no se buscó un nuevo programa que implique nuevos desembolsos porque “hubiera implicado más tiempo y dada la situación de crisis heredada que implicaba pagos al FMI sin contar con la plata, la alternativa más viable fue la realizada”. De esa forma, el objetivo fue el de “reflotar el acuerdo para de alguna manera garantizar que no habrá sobresaltos en los próximos cuatro meses”.
Dijo también que en caso de avanzar en nuevo acuerdo y “eventualmente pedir nuevos fondos”, el FMI “está abierto a esa posibilidad”. No obstante, dijo que “es hora que el país resuelva sus problemas financieros solucionando sus problemas estructurales de fondo”.