Buenos Aires — El ascenso de Javier Milei como presidente de la Argentina ha provocado una mezcla de optimismo y cautela en los mercados globales. Su gobierno, con un enfoque reformista y promercado, promete un cambio profundo en las políticas económicas y sociales, incluida la eliminación del cepo cambiario y la apertura de sectores claves a la inversión extranjera.
En ese sendero, desde su llegada a la Casa Rosada en diciembre del 2023, el mandatario argentino ha mantenido encuentros con grandes empresarios en los Estados Unidos. En una visita a Silicon Valley, por lo pronto, se fotografió con Tim Cook de Apple, Mark Zuckerberg de Meta y Sundar Pichai de Google. Además, fue recibido por Elon Musk en la Gigafactory de Tesla en Austin, incrementando aún más la visibilidad de Argentina.
Sin embargo, para muchos inversores, la pregunta clave sigue siendo: ¿este cambio será duradero o Argentina sigue siendo un mercado demasiado arriesgado, con demasiadas variables aun por ajustar?
En un panel moderado por Bloomberg Línea durante el Repensar Summit, que se llevó a cabo este martes en el MALBA, se abordó justamente el impacto de este nuevo panorama en el país.
Sofía Gutiérrez, de Compass Group Investments, un fondo de inversión especializado en real estate, señaló que aunque han crecido las expectativas de un desenlace favorable para la Argentina, muchos inversores internacionales adoptan una postura de espera.
“Veo un clima de ‘wait and see’. La gente está esperando a ver qué sucede con Argentina, sobre todo los inversores extranjeros. El que ya conoce el país se animó un poco más, pero todavía hay mucha cautela”, comentó.
Para Gutiérrez, “hay algunas batallas en las que debería moderarse un poco, sobre todo porque creo que ahora todavía la gente está expectante, esperando que las cosas mejoren y con paciencia”.
“Apostamos a que el cambio sea duradero, pero si no se ven mejoras rápidas, esa paciencia puede agotarse”, dijo en referencia al ajuste fiscal que está llevando adelante el Gobierno.
Por su parte, Matías Peire, cofundador de GRIDX, una company builder enfocada en startups de biotecnología y que tiene entre sus socios al CEO de Vista Energy, Miguel Galuccio, consideró que la visibilidad internacional que ha logrado Milei ofrece una oportunidad única.
“En Silicon Valley hubo un gran interés por lo que está ocurriendo en Argentina, pero no podemos esperar que todas las condiciones estén perfectas. Es más realista ofrecer productos específicos a inversores que entiendan la coyuntura”, dijo Peire.
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Según el inversor, hay una oportunidad clara para traer capital al país, siempre y cuando se ofrecieran proyectos viables con retornos atractivos. “Genera una oportunidad de traer capital con seriedad y con oportunidad de buenos retornos”, consideró.
Para Alexander Busse, Managing Partner de NXTP Venture, la reacción de los inversores internacionales viene siendo más lenta en relación a la experiencia de la que se benefició Mauricio Macri entre 2016 y 2017. En ese sentido, esta vez los mercados globales no se dejaron llevar por la euforia.
“Durante la euforia que vivimos con Macri, muchos vinieron con entusiasmo, pero las expectativas no se cumplieron. Ahora los inversores están más expectantes y van a dejar pasar un poco más de tiempo antes de volver a invertir”, explicó. No obstante, destacó que Milei ha generado “una luz al final del túnel”, lo que podría sostener el interés en el país.
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Desde el sector de infraestructura para las telecomunicaciones, Martín Otero Monsegur, Partner del fondo Towerco Investments LLC, se mostró más optimista. “Soy un optimista incurable”, aclaró.
“Mi negocio de private equity implica comprar barato y vender caro, y ahora es el momento de comprar, cuando los precios todavía son bajos. No tengo ninguna duda de que el futuro será mejor”, aseguró. Para Otero Monsegur, el mandato de la sociedad argentina a Milei fue claro, per aún falta entender completamente la magnitud del cambio.
“No sé qué va a pasar a nivel general con las inversiones, pero en el private equity este es el momento de actuar”, sentenció.
A pesar del entusiasmo de algunos sectores, el contexto macroeconómico del país sigue siendo un desafío para el grueso de los sectores de la economía. Gutiérrez, de Compass, destacó que, en el ámbito inmobiliario, los costos de construcción alcanzaron niveles históricos, lo que complicó los nuevos desarrollos.
“Es un contexto difícil para el sector inmobiliario, sobre todo para los desarrolladores. Los costos de construcción estuvieron en niveles históricos, lo que generó incertidumbre”, comentó.
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No obstante, observó un aumento en las operaciones inmobiliarias gracias al retorno del crédito hipotecario y al blanqueo de capitales. “Donde sí siguieron habiendo oportunidades fue en los inmuebles usados y en terrenos, ya que permanecieron muy por debajo del costo de reposición”, añadió.
En el sector de la biotecnología, Peire, de GRIDX, ve un futuro prometedor. GRIDX creó 80 empresas en los últimos ocho años, y Peire estimó que el crecimiento en los próximos años será exponencial, más allá de la coyuntura económica actual. “Nuestras empresas levantaron US$100 millones en capital, pero en los próximos siete u ocho años esperamos que ese número crezca a US$1000 millones”, comentó.
Sin embargo, advirtió que aún faltó preparación en la región para atraer este tipo de inversiones. “Es una industria de mucho capital, pero en la región todavía no estamos preparados para invertir en este tipo de activos, porque está muy preparada para invertir en el mundo digital”, señaló.
En cuanto al sector tecnológico, Busse, de NXTP, resaltó oportunidades de crecimiento a pesar de la incertidumbre actual. Si bien no cre que habría una “lluvia de inversiones” como en tiempos de Macri, sostuvo que el sector tecnológico argentino, especialmente en startups B2B, siguió siendo atractivo.
“Estamos cada vez más conectados con el mundo, y la demanda en América Latina siguió creciendo. Esto puede seguir progresando independientemente del clima local”, explicó.
A medida que Argentina atraviesa este periodo de transformación política y económica, el futuro sigue siendo incierto, pero con señales de optimismo en sectores clave como la tecnología, la biotecnología y el real estate.