Bloomberg — Argentina tiene la intención de pedir al Fondo Monetario Internacional que aumente en una cantidad no especificada un desembolso previsto para finales de este mes, según declaró un alto funcionario del Gobierno, después de que el Banco Central se viera obligado a devaluar su tipo de cambio oficial en un 18%.
La fuerte devaluación del peso el lunes era casi inevitable después de que los inversores, sorprendidos por la inesperada victoria en las primarias del candidato outsider Javier Milei, empujaran la moneda a mínimos históricos en los mercados paralelos. El Banco Central argentino se está quedando sin reservas para apuntalar el peso en el mercado de divisas.
La decisión de debilitar el tipo de cambio oficial a 350 pesos por dólar, frente al cierre del viernes de 287 por dólar, fue tomada por el Gobierno para abordar de manera proactiva las presiones cambiarias derivadas del resultado de las elecciones del domingo, dijo el funcionario, quien pidió no ser identificado comentando conversaciones en curso con el Fondo.
El FMI acordó otorgar a Argentina hasta US$10.800 millones en desembolsos durante el resto del año como parte de un acuerdo de refinanciación negociado por el ministro de Economía, Sergio Massa, quien también es candidato a la presidencia en las elecciones del 22 de octubre. El primer pago de US$7.500 millones está previsto para finales de agosto, tras la aprobación de un acuerdo a nivel de personal técnico por el directorio ejecutivo del Fondo.
El Gobierno del presidente Alberto Fernández se ha resistido a las presiones para que se produzca una devaluación importante de la moneda, con el fin de evitar que se acelere la inflación en vísperas de las elecciones presidenciales. Los precios al consumidor en el país suben a un ritmo superior al 115% anual.
Sin embargo, el funcionario dijo que el Gobierno espera que los efectos de traspaso de la devaluación del lunes sean contenidos, y tal vez incluso más leves que en ocasiones anteriores.
En las últimas semanas, los mercados se habían preparado para una devaluación no inferior al 20%. La diferencia entre los tipos oficial y paralelo sigue siendo amplia, lo que indica que será necesario otro ajuste más adelante.
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