Buenos Aires — La dolarización que propone Javier Milei para la economía argentina despierta apoyos y críticas. En las últimas horas, un documento publicado por una influyente consultora económica, a la que los bancos leen con especial atención, advirtió que la iniciativa del candidato a presidente por La Libertad Avanza podría implicar, en el primer año, una importante inflación en dólares dentro de la República Argentina.
La consultora 1816, de ella se trata, afirmó que de llevarse adelante la dolarización, la misma implicaría que los precios en moneda dura se moverían más rápido de lo que hicieron en Ecuador dos décadas atrás, cuando el país sudamericano eliminó su divisa, el sucre.
Inflación en dólares
En primer lugar, el documento de la consultora repara en que Milei señaló recientemente que a mayor tipo de cambio “más fácil” dolarizar. “Claramente tiene un punto: fijando el tipo de cambio de conversión en $1.000, los pasivos en pesos del Banco Central son US$30.100 millones, con tipo de cambio a $2.000 son US$16.200 millones y con tipo de cambio a $3.000 son US$11.600 millones”, ejemplifica el informe.
Y explica que, para cerrar el Central, a esos números hay que agregarle, al menos, US$12.000 millones de reservas netas negativas, como las que estima la firma que habrá en diciembre de 2023.
Según aborda la consultora 1816, el tipo de cambio que abarataría considerablemente el costo de dolarizar stocks “rompería” los precios relativos. “Dolarizando a un tipo de cambio de, por decir algo, $2.500 de hoy, el país tendría un tipo de cambio real absurdamente depreciado, lo que traería aparejado un enorme superávit de cuenta corriente, dados los términos de intercambio y la productividad actual”.
Según el informe, esos precios relativos (no transables versus transables y salario real muy bajo) no serían de equilibrio y sería “inevitable” que tiendan a ajustar luego de la dolarización.
“El ajuste del Tipo de Cambio Real a niveles de equilibrio (precios relativos compatibles con el equilibrio de flujo de cuenta corriente y capital de la balanza de pagos) se daría a través de una muy alta inflación local en dólares post dolarización, mucho más elevada que el 91% que tuvo Ecuador en 2000, su primer año de dolarización”, sostuvo Consultora 1816.
Incertidumbre para el eventual nuevo régimen
En los párrafos siguientes, 1816 advierte que la dinámica nominal y de precios relativos antes descripta agregaría incertidumbre al nuevo régimen, que ya de por sí necesitaría en la transición un nivel de pobreza (salarios en dólares) inédito.
En ese sentido, explica que Ecuador se dolarizó a un tipo de cambio cercano al doble del promedio histórico, mientras que en Argentina se necesitaría un tipo de cambio mucho más ridículo en términos históricos para licuar stocks en pesos, asumiendo que habría muy poco financiamiento externo para dolarizar.
Una dolarización “objetada” por el mercado
Un informe del bróker Portfolio Personal Inversiones (PPI) se pregunta si el precio al que llegó el dólar en la última semana (con el contado con liqui moviéndose arriba de los $930) implica o no valor de overshooting. Y responde: “Con Milei perfilándose como el favorito para la elección y, con él, una dolarización objetada por el mercado como escenario base, estos valores podrían ser muy inferiores a los de conversión o rescate de los pesos (recordar que al contado con liqui actual la deuda del BCRA es de US$29.000 millones)”.
Al respecto, PPI continúa: “Eso es lo que tiene el mercado en el horizonte y actúa en consecuencia”.
En tanto, desde la consultora LCG señalaron sobre la corrida de la última semana: “A la incertidumbre sobre el devenir de la economía post elecciones, cualquiera sea el triunfador en octubre, se le suman los fogonazos que ofrecen dos de los candidatos con mayor posibilidad de avanzar. Por un lado, Milei alienta el desarme de plazos fijos y alerta sobre un avance más llano del proceso de dolarización si el tipo de cambio se corrige previamente, y, por su parte, Sergio Massa inyecta casi 1,2% del PBI a la economía, en un intento de complementar ingresos post devaluación y revertir los resultados obtenidos en las PASO”.