Buenos Aires — Entre el 31 de diciembre y el 31 de mayo, tanto el dólar MEP como el dólar blue avanzaron en Argentina cerca de un 42%, bastante en línea con lo que se espera que sea la inflación del período. Si bien esta particularidad no se da en todos los meses por igual, lo cierto es que, a grandes rasgos, la variable tipo de cambio y la variable precios domésticos se van mirando de reojo en 2023.
Ahora bien, si esto sigue así a lo largo de todo el año, ¿qué puede pasar con el dólar si termina en línea con el Índice de Precios al Consumidor del período? Al estar Argentina sumergido en un régimen de alta inflación, el rumbo que pueden seguir los precios es impredecible. No obstante, un proxy que utilizan los analistas es el Relevamiento de Expectativa de Mercado (REM), es decir, la encuesta que lleva a cabo el Banco Central de la República Argentina (BCRA) mes a mes para saber qué están proyectando los bancos y consultoras respecto de las variables más importantes.
¿Qué puede pasar con el dólar si empata a la inflación proyectada por el REM?
Los analistas del REM estimaron en el último relevamiento que la inflación de 2023 se situará en 148,9% interanual. Hoy Argentina es el tercer país del mundo con más inflación, detrás de Venezuela y Líbano.
Ahora bien, ante una estimación teórica de que esa será la inflación del año y que los tipos de cambio la perseguirán, ¿cómo pueden terminar el 2023 el blue, el MEP y el contado con liquidación?
- El dólar blue cerró el 2022 en un precio de venta de $346. Si al finalizar el año siguiese a la inflación que estima el REM, para el 31 de diciembre estaríamos hablando de cuevas vendiendo cada billete estadounidense por $861.
- El dólar MEP, en tanto, costaba al cerrar 2022 unos $327,94. En el caso supuesto de una inflación del 148,9% y de un MEP que la trackea en forma exacta, el precio de la divisa que se adquiere a través de la compra y venta de bonos en la Bolsa se ubicaría en torno a los $816.
- El contado con liqui (CCL), que implica la compra de un instrumento financiero en la Bolsa local y su posterior venta en el exterior, cerró el año pasado en $344,13, por lo que una suba del 148,9% lo llevaría a cerca de $857.
Cabe señalar que la inflación no es la única variable que incide en el dólar y, de hecho, en 2022 los precios domésticos subieron mucho más que la divisa paralela. En el medio habrá que ver que observar también qué sucede con las expectativas políticas, ya que para fin de año tendremos un nuevo presidente. También puede ser determinante lo que suceda con la tasa de interés que fija el Banco Central y los pasos que se den en materia de liberalización del cepo cambiario. O la velocidad a la que devalúe el BCRA el peso en el mercado oficial.
Otro driver para el dólar es lo que pueda percibir el mercado respecto de si es tiene chances de prosperar o no el proyecto dolarizador del precandidato a Presidente, Javier Milei.
