Bloomberg — Con la llegada inminente del invierno, es de esperar que los viajeros se fijen en las playas.
Este año, el destino que el cómico Tony Hinchcliffe calificó de “isla flotante de basura en medio del océano” está recibiendo una extraordinaria demanda por parte de los ciudadanos estadounidenses que buscan unas vacaciones en una cálida isla. Sin duda, se trata de derribar estereotipos.
La isla ha recuperado visitantes extranjeros, excluidos los procedentes de Canadá y México, con mayor rapidez que ningún otro estado o territorio de Estados Unidos: un sorprendente incremento del 85% en relación con sus niveles de turistas extranjeros de 2019 a partir del año 2023, de acuerdo con un estudio efectuado en octubre por la Oficina Nacional de Viajes y Turismo de Estados Unidos.
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En la actualidad hay más vuelos diarios desde la costa oeste estadounidense, y las reservas en hoteles han experimentado un aumento interanual del 6% en el último trimestre de 2024, al compararse con el año previo.
Es una trifecta de crecimiento turístico: más visitantes, pero además estancias más largas y un mayor gasto que alcanzó la cifra récord de US$9.800 millones en 2023, lo que ha impulsado tanto a las pequeñas empresas como a las grandes marcas. “Ya no tenemos temporada baja en Puerto Rico”, afirma Brad Dean, CEO de Discover Puerto Rico.
Aunque no estén reservando, la gente sueña con «La Isla». Mediante el seguimiento de las búsquedas de vuelos para viajar en el periodo comprendido entre noviembre de 2024 y febrero de 2025, un indicador de la demanda “inspiradora”, la empresa de inteligencia turística Mabrian Technologies informa de que Puerto Rico ha subido un 9% con respecto al mismo periodo del 2023 y se sitúa al frente de Barbados, la República Dominicana, Jamaica y las Bahamas en el Caribe propiamente dicho.
Únicamente Costa Rica se sitúa por encima del resto de la región.
Dean atribuye el continuo crecimiento turístico de Puerto Rico a un esfuerzo estratégico para reposicionar la marca de la isla como algo más que un destino de sol y playa, a partir de 2018. Eso condujo a la campaña Vive Boricua, que comenzó en 2022 y se apoyó en gran medida en la cultura, la historia y la cocina y fue, dice Dean, “un cambio bastante audaz” en la forma de mostrar Puerto Rico a los viajeros. Añade que al menos US$2.000 millones en gasto turístico están vinculados a esta campaña.
“Nosotros tampoco hemos rehuido abrazar activamente a la comunidad LGBTQ+, y eso ha abierto Puerto Rico a públicos que quizá no habían considerado antes el Caribe”, dice Dean.
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Los hoteles se están preparando para satisfacer esta creciente demanda: Vvrias propiedades boutique consolidadas están siendo objeto de mejoras valoradas entre US$4 y más de US$50 millones , como el Hotel El Convento; La Concha, que se unirá a la Marriott Autograph Collection; el Condado Vanderbilt Hotel; y el Wyndham Grand Rio Mar.
A ello se suman las opciones ultra-chic que entrarán en funcionamiento en 2025, como el Alma San Juan, sólo para adultos, con habitaciones con vistas a la Plaza Colón, en el corazón del Viejo San Juan, y el hotel boutique de cinco estrellas Veranó, en el barrio de moda de Santurce, en San Juan. El Ritz-Carlton San Juan, frente al mar, en Isla Verde, también reabrirá siete años después de que el huracán María diezmara la isla.
El éxito de la industria turística está ayudando a impulsar el empleo en la isla, hasta alcanzar los 101.000 puestos de trabajo en el sector del ocio y la hostelería en septiembre de 2024, un 26% más que los niveles previos a la pandemia, según la Oficina de Estadísticas Laborales de EE.UU.
Los esfuerzos por promocionar las provincias de Puerto Rico más allá del área metropolitana de San Juan, como el centro de surf Rincón en la costa oeste, la histórica Ponce en la costa sur y Orocovis para la naturaleza y las haciendas de café en las montañas centrales, han extendido la demanda a pequeñas empresas antes ignoradas por la industria turística.
Por ejemplo, Sheila Osorio, que dirige talleres de música y danza bomba afroporteña en el Taller Nzambi, en la localidad de Loíza, a 24 km al este de San Juan; o Wanda Otero, fundadora de la empresa productora de quesos Vaca Negra en Hatillo, a una hora en coche al oeste del Viejo San Juan, donde podrá participar en un taller de elaboración de quesos y deleitarse con degustaciones de quesos artesanales.
“La lista de empresas dedicadas al turismo ha pasado de 650 en 2018 a 6.100, muchas de las cuales son artistas y artesanos”, afirma Dean.
Aunque los neoyorquinos y los residentes de Miami siempre han sido el grupo demográfico de visitantes más numeroso, Dean afirma que cada vez más estadounidenses continentales se dan cuenta de que ir a Puerto Rico significa viajar sin pasaporte para disfrutar de las playas, así como de las oportunidades de cenar en restaurantes con calificación Michelin, hacer senderismo por la única selva tropical de EE.UU. y navegar en kayak en una bahía bioluminiscente.
Los visitantes de Chicago y Dallas, por ejemplo, han aumentado aproximadamente un 40% del 1 de julio de 2023 al 30 de junio de 2024, en comparación con el mismo periodo de 2022-2023, y se esperan más viajeros de Denver ahora que United Airlines Holdings Inc. (UAL) ha puesto en marcha su primer servicio sin escalas a San Juan, a partir del 29 de octubre.
Anteriormente, los destinos de playa a los que era fácil llegar en vuelos directos desde Denver incluían México, Belice y California, pero ahora Puerto Rico se une a esa lista con una ruta sin escalas de 5,5 horas que recorta más de dos horas respecto a la siguiente mejor opción. Dado el centro de operaciones de United Airlines en San Francisco, también podría significar más viajeros desde el Estado Dorado en un futuro próximo.
En diciembre, las aerolíneas estadounidenses dispondrán de 3.000 asientos más al día hacia el territorio en comparación con el mismo periodo del año pasado, para un total de 84.731, superando incluso a México y la República Dominicana en capacidad aérea, según datos de la empresa de análisis de aviación Cirium.
El aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín, principal puerta de entrada a la isla, proyecta un volumen récord de 13 millones de pasajeros para finales de año, superando con creces los 9,4 millones que registró en 2019.
En cuanto a la frase de Hinchcliffe sobre la "isla flotante de basura", Dean dice que fue "un intento de humor terriblemente insensible" que transformó la indignación en un resquicio de esperanza para el marketing, con una avalancha de sentimientos y contenidos públicos positivos sobre Puerto Rico en todas las redes sociales. El éxito, como dice ese viejo refrán, puede ser la mejor venganza.
“Fue probablemente la campaña de influencers más eficaz que hemos tenido nunca”, dice Dean, “una oleada de visitantes que publicaron sus fotos y vídeos y dijeron: ‘este es el Puerto Rico que yo conozco’”.
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