Bloomberg — Al finalizar un año marcado en gran medida por las manifestaciones contra el turismo de masas en Barcelona, Oaxaca y Venecia, el atractivo de las vacaciones poco comunes no deja de crecer.
A modo de ejemplo, considere estos destinos de los que posiblemente jamás haya oído hablar: la recóndita isla Graciosa en las Azores, el remoto pueblo pesquero Roches Noires en el noreste de Mauricio, o la montañosa Wukirsari en Indonesia, a 270 millas (434,5 km) al este de Yakarta.
Estos son algunos de los 55 destinos rurales de todo el mundo que han obtenido un lugar en la edición de 2024 de los “Mejores Pueblos Turísticos” de ONU Turismo.
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Esta lista de destinos galardonados, adelantada en exclusiva por Bloomberg News, se difundió el 14 de noviembre en la reunión del Consejo Ejecutivo de la organización en la ciudad colombiana de Cartagena.
Con esta iniciativa, lanzada en 2021, se quiere dar a conocer los destinos menos conocidos que valen la pena visitar y premiar la gestión responsable del turismo.
Sencillamente, estos lugares emplean los fondos de las visitas de forma que se fomenten sus prácticas culturales, se preserve la biodiversidad y se mejore la calidad de vida de los lugareños. Además, cada pueblo tiene menos de 15.000 habitantes y mantiene actividades artesanales como la agricultura y la pesca.
“La iniciativa de los Mejores Pueblos Turísticos (Best Tourism Villages,) no solo es un reconocimiento a los importantes logros de estos pueblos, sino que además subraya el poder transformador del turismo”, afirmó el secretario general de Turismo de la ONU, Zurab Pololikashvili.
Entre las escapadas que merecen la pena este año se encuentran las aldeas rurales de Panamá y Guatemala, dos países que aparecen en la lista por primera vez.
El histórico puerto de Portobelo, en el norte de Panamá, por ejemplo, atrae a menos gente a pesar de sus tranquilas playas caribeñas y su importante pasado colonial. Pero también se destacó porque el turismo allí ayuda a financiar actividades de preservación del patrimonio cultural para jóvenes a través de la Fundación Bahía de Portobelo , así como proyectos de restauración de arrecifes de coral.
Aparecer en esta codiciada lista también puede generar un aumento de las visitas de viajeros con mayores gastos.
Por ejemplo, en Aragón, España, el senderismo, barranquismo y montañismo del pueblo de Alquézar solía atraer principalmente a visitantes de Francia y España, pero desde que ganó en 2022, visitantes internacionales de Japón y China han pasado sus vacaciones allí, según la alcaldesa de Alquézar, Ana Blasco Castillo.
Sandra Carvao, que ayuda a desarrollar el turismo rural como directora de ONU Turismo, ve esto como una de las principales ventajas de la iniciativa Best Tourism Villages, además de desviar a los viajeros de los principales puntos de interés. “Es realmente para asegurarse de que el sector pueda beneficiar a lugares que no necesariamente estarían en la primera línea de tu mente”, dice.
Los ganadores de este año fueron seleccionados entre 260 nominaciones que ONU Turismo recibió de más de 60 países miembros. Destacamos cinco que son de fácil acceso.
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Splügen, Suiza
Splügen, en los Alpes suizos cerca de la frontera italiana, es más pequeño en tamaño como destino de esquí que, por ejemplo, el más concurrido y deslumbrante St. Moritz, a solo una hora y media en auto hacia el este.
Pero ese es exactamente el atractivo: es un destino de vacaciones de deportes de invierno más tranquilo que también es un lugar poco conocido en primavera y verano, con acceso a lagos de aguas cristalinas y al Parque Natural Regional de Beverin. Splügen se convirtió en parte de esta área protegida en 2020, uniéndose a más de 10 comunidades que viven aquí y que se han comprometido a participar en su conservación.
El año que viene se inaugurará el hotel boutique Speluca Brewery; su diseño hace uso de espacios anteriormente abandonados en las afueras del pueblo, incluido un antiguo granero y un antiguo hotel de la década de 1960, además de nuevas estructuras que reflejarán la estética tradicional de madera del pueblo.
Los municipios de Splügen quieren atraer también a más visitantes durante todo el año, como esperan recibir una vez finalizado el futuro proyecto Rheinwald Resort AG, que ofrecerá una combinación de habitaciones y un camping para estancias prolongadas.
San Rafael de la Laguna, Ecuador
San Rafael de la Laguna es un recordatorio de las enormes riquezas naturales de Ecuador, ya que se encuentra en las estribaciones de los Andes, a poco menos de dos horas en auto al norte de Quito. Está cerca de Imbakucha, o el lago de los dioses, también conocido comúnmente como Lago San Pablo.
Puedes participar en visitas guiadas para avistar garzas y patos desde botes tradicionales hechos de juncos de totora, una planta acuática local que crece abundantemente en la zona. Los entusiastas del ciclismo encontrarán rutas que atraviesan el valle de Otavalo, y el pueblo también celebra vibrantes festivales de raíces indígenas.
El Pawkar Raymi marca el inicio de la temporada agrícola a principios de marzo, en alineación con el equinoccio de primavera, y el Inti Raymi celebra el solsticio de invierno en el hemisferio sur. Espere muchos eventos comunitarios para ambos, incluida la música y la danza tradicionales andinas. Si le gustan más las experiencias prácticas, los talleres de artesanía le enseñan a hacer cestas, bandejas y sombreros con juncos de totora.
Gharb Suhayl, Egipto
Si estás decidido a visitar el Gran Museo Egipcio en 2025, valdría la pena incluir una parada en Asuán, al sur de Giza. Desde allí, súbete a un barco de 30 minutos hacia el sur para llegar al tranquilo y antiguo pueblo nubio de Gharb Suhayl, situado a orillas del Nilo.
Más allá de sus casas pintadas de vivos colores azul, amarillo y ocre, encontrarás llamativos murales de arte, que se dice que dan a la zona la sensación de un museo viviente al aire libre.
Es probable que te inviten a la casa de una familia nubia para aprender sobre su forma de vida, y también podrías pasar el tiempo comprando artesanías, joyas y especias en los zocos. Un puñado de operadores turísticos de lujo, como Black Tomato, ofrecen paradas en Asuán, continuando por el Nilo hasta Abu Simbel.
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Pissouri, Chipre
En la accidentada costa sudoeste de Chipre, Pissouri ofrece una alternativa más tranquila a la ciudad turística de Limassol, que se encuentra a solo 30 minutos en coche al este. Podrás elegir entre una gran variedad de actividades al aire libre en Pissouri, incluida la ruta de senderismo de Cape Astrot, escondida entre gigantescas formaciones rocosas, con vistas impresionantes de una bahía turquesa y su playa de arena de guijarros.
La plaza adoquinada de la aldea agrícola está llena de tabernas locales donde puedes cenar meze chipriotas: pequeños platos de quesos locales, aceitunas, mariscos y carnes a la parrilla, así como salsas.
Para conocer más a fondo el patrimonio de Pissouri, haz una visita guiada a la bodega G Theophamous Winery sobre la historia de la uva sultanina de Pissouri y las tradiciones vitivinícolas.
Para atraer a más visitantes en el futuro, esta pequeña aldea agrícola está trabajando en una ruta de senderismo accesible para viajeros discapacitados, así como en un museo llamado House of Halloumi (que lleva el nombre del queso característico de Chipre) que exhibirá los productos lácteos de esta región.
Uaxactún, Guatemala
La mayoría de la gente se dirige al Parque Nacional Tikal y sin saberlo pasa por alto Uaxactún, un antiguo sitio histórico maya ubicado a solo 30 minutos en auto hacia el norte. Pero cuenta con senderos forestales poco concurridos donde se pueden observar los templos de la zona, incluido un complejo ceremonial, estelas y un observatorio astronómico que los mayas alguna vez usaron para marcar eventos celestiales.
Uaxactún estuvo en su apogeo entre el 600 d. C. y el 900 d. C., cuando fue un importante centro de arte y astronomía. En marzo, el pueblo homónimo celebra el festival del equinoccio de primavera a través de ceremonias sagradas en el sitio que incluyen cánticos, hogueras y tambores.
Pregunte por un taller de artesanía con el grupo de mujeres local Brisas de la Selva Maya, donde aprenderá a hacer collares y pulseras con elementos de origen forestal, como semillas, hongos y flores.
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