En venta: un Mercedes Benz valorado en US$50 millones y un Ferrari de carreras de US$30 millones

Ambos autos únicos representan una historia de carreras sin igual en su clase, lo que es clave para su alto precio de venta

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Bloomberg — En febrero de 2025 se pondrán a la venta dos de los automóviles clásicos más emblemáticos del mundo, en el marco de una serie de subastas a beneficio del Indianapolis Motor Speedway Museum.

Se trata de tres subastas en las que se venderán 11 autos pertenecientes al museo. Se prevé que las ventas asciendan al menos a US$100 millones.

El próximo 1° de febrero se subastará en el Museo Mercedes-Benz de Stuttgart en Alemania un Mercedes-Benz W196 R Streamliner de 1954 valorado en unos US$50 millones.

En el salón del automóvil Retromobile de París, RM Sotheby’s subastará cuatro días más tarde un Ferrari 250 LM de 1965 con un valor estimado de US$30 millones.

Si alcanzan las estimaciones en febrero, los automóviles excederían al auto más caro que se haya vendido en una subasta hasta la fecha en 2024: un Ferrari 250 GT SWB California Spyder de 1963 que se vendió por US$17,8 millones, incluyendo las primas, en Mecum Auctions en enero.

Cada uno de ellos estaría muy lejos del Mercedes-Benz 300 SLR Uhlenhaut Coupé de 1955, que se vendió por el récord mundial de US$142 millones en 2022, si bien el Streamliner en lo particular es casi tan significativo y su valor de US$50 millones se puede considerar una estimación conservadora.

“El Mercedes-Benz W 196 R Streamliner de 1954 es uno de los automóviles más relevantes de la historia de las carreras”, explicó en un email Marcus Görig, un especialista en automóviles de RM Sotheby’s. “Automóviles como este prácticamente nunca aparecen en el mercado ... y una vez que un auto de este nivel está disponible, es un momento extraordinario”.

Ambos autos únicos representan una historia de carreras sin igual en su clase, lo que es clave para su alto precio de venta.

Famoso por su elegante carrocería y su motor de ocho cilindros en línea de carrera corta, el Mercedes plateado fue conducido por dos de los pilotos más condecorados del automovilismo, Juan Manuel Fangio y Stirling Moss, quienes lo condujeron en el Gran Premio de Buenos Aires de Fórmula Libre de 1955 (una victoria) y el Gran Premio de Italia de Fórmula Uno de 1955 en Monza, respectivamente. La fábrica de Mercedes-Benz lo donó al Indianapolis Motor Speedway en 1965.

El Ferrari 250 LM rojo era propiedad de Luigi Chinetti, que lo utilizó para su equipo North American Racing Team (NART), que inscribió Ferraris privados en diversas carreras de resistencia y F1. En 1965, el NART 250 LM ganó las 24 Horas de Le Mans, una hazaña que no volvió a lograr un Ferrari hasta 2023.

El W196 se venderá durante el evento independiente en Stuttgart en asociación con el Museo Mercedes-Benz, con pujas limitadas a participantes en vivo y por teléfono. Todos los demás autos de la serie de subastas, incluido un extremadamente raro Ford GT40 Mk II de 1966 y un Corvette SS Project XP-64, estarán abiertos a postores registrados con pujas en línea, por teléfono y en vivo disponibles en París y en una venta posterior durante el salón del automóvil ModaMiami el 1 y 2 de marzo.

Los automóviles que se subastarán fueron seleccionados porque no tienen conexión con las carreras de Indianápolis, según afirma un portavoz de la subasta. Su venta es parte de un esfuerzo por expandir el museo sin fines de lucro ubicado en un edificio de 100.000 pies² propiedad de Penske Entertainment Corp. y se espera que brinde seguridad financiera al museo durante la próxima década.

En 2023, el museo lanzó una campaña de recaudación de fondos públicos de US$89 millones para renovaciones y para crear un fondo de donación para respaldar futuras inversiones. Una fase privada de la campaña recaudó US$46 millones; el museo está cerrado temporalmente por las renovaciones.

RM Sotheby’s ha estado en racha últimamente en el mundo de las subastas, a pesar de un mercado inestable en el que los coleccionistas se enfrentan a las impredecibles tasas de interés que a menudo determinan cuánto quieren gastar los grandes apostadores.

En octubre, vendió US$30 millones por viejos Lamborghinis y Mercedes en un depósito de chatarra de Los Ángeles . La estimación total para esa subasta había sido de US$17 millones.

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